CORUÑA DEL CONDE
EL PUEBLO QUE VIO VOLAR AL PRIMER HOMBRE
EN LA HISTORIA
El nombre del pueblo proviene
de la evolución de la palabra clunia, (se encuentra a poca distancia la ciudad
romana) a cluña, crunia, cruña a coruña. El apellido le viene de cuando el Rey
Enrique IV dona la población al conde Lorenzo López de Mendoza.
Hemos apuntado anteriormente a
su castillo, y nos vamos a visitarle. Lo que se ve son las ruinas de lo que fue
la fortaleza del siglo XIV, construida sobre otra anterior del siglo X.. Me
dicen los vecinos que se han realizado consolidaciones por que amenazaba con
derrumbarse. También me dicen que el ayuntamiento lo ha puesto a la venta por 1
€ a quién se comprometa a rehabilitarlo. El cerro donde se sitúa está horadado
por bodegas de los vecinos.
Nos bajamos a la iglesia. En
su entrada nos encontramos con Maximiliano Carazo, un entusiasta de 90 años que
muy amablemente nos abre las puertas de la iglesia. Sus explicaciones son una
enciclopedia de su pueblo. No se le pasa ningún detalle. El templo está bajo la
advocación de San Martin, construida en
el siglo XVI, posiblemente sobre otra anterior. En sus fachadas exteriores se ven
varias estelas y relieves de la ciudad romana de Clunia. En el interior
destacan sus retablos barrocos y el principal renacentista. Grandes columnas
sostienen el templo, que según nuestro guía es porque en un principio iba a ser
colegiata. Sobre la cúpula mayor se ven unos frescos del siglo XVIII. Nos abre la sacristía y nos enseña lo que él dice
es el tesoro más preciado de la iglesia: un lienzo de madera de unos dos metro
con las inscripciones de los acusados por la inquisición, uno ejecutado y otros
cinco perdonados por conversos. Es muy curiosa la tabla.
Abajo del coro sorprende ver
un artilugio de madera y trapo. Es una especie de ala delta que el equipo de
TVE “Al filo de lo Imposible” construyó
en 1993 para emular el vuelo que realizó el vecino del pueblo Diego
Marín Aguilera en 1793. Nacido en 1757, este adelantado a su tiempo, ya
demostró su inteligencia es hacer mecanismos para que las cosas fuesen más
fáciles al hombre. Nuestro guía nos describe varios de ellos. Según parece,
Diego se fijó en el vuelo de las aves y quiso imitarlas, para lo cual construyó
un aparato compuesto de una viga dotada de alas hechas de trapo y plumas, que
se podían mover `por medio de unas varillas y alambres. Una vez terminado el
artilugio, el día 15 de mayo de 1793 se lanzó al espacio desde el castillo
recorriendo cerca de 400m. Según cuentan
en la caída sufrió graves heridas, por lo que los vecinos del pueblo
destruyeron el artefacto para que no volviese a volar. Nuestro inquieto
personaje murió, según dicen, en una profunda depresión el 11 de octubre de
1800. En el bicentenario del acontecimiento el Ejercito del Aire donó un avión
F-1 y se colocó en el mismo lugar que se supone se lanzó nuestro intrépido
aviador. Ya no está colocado.
Dejamos a Maximiliano y
recorremos el pueblo. En la plaza vemos un rollo de justicia y picota donde se
ajusticiaba a los condenados. Por ésta plaza salimos por la puerta que queda de
toda la muralla que cercaba al pueblo. De allí nos vamos al río Arandilla, que
surca el territorio. Dos puentes romanos lo cruzan, los dos de bella factura,
en el de más abajo unos soldados romanos de chapa lo flanquean. Desde éste
sitio se ven unas vistas del pueblo fantásticas, de postal.
También divisamos una ermita y
nos vamos a visitarla. Solo podemos verla por el exterior, pues está cerrada.
Mucho nos habían hablado de ella, por sus trazas visigodas. Tiene ábside
cuadrada y una espadaña sobre la puerta principal. En sus muros se han
reutilizado numerosos relieves y piedras de la vecina Clunia.
El paseo sigue por la orilla
del río hasta donde hemos dejado el coche. El monumento en honor al Cid nos
despide. Dejamos un bonito pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
TUS COMENTARIOS NOS AYUDAN A SEGUIR CRECIENDO Y SI TE HA GUSTADO COMPARTELO.