MONASTERIO
DE LAS HUELGAS (BURGOS)
UN PEQUEÑO “ESTADO”
FEMENINO EN CASTILLA
Estamos
en Burgos, en uno de esos lugares que no se puede dejar de visitar en la
capital. En lo que antaño fuera un terreno
de pastos y no cultivable, de ahí su nombre “holgar” se funda en el año
1187 el Monasterio de Santa María la
Real de las Huelgas por el rey Alfonso VIII y su esposa Leonor de
Plantagenet, hermana de Ricardo Corazón de León y de Juan Sin Tierra, para cobijar la Orden del Cister femenino y
convertirse al poco tiempo en la casa madre
de todos los monasterios femeninos de la
Orden en Castilla y León. Desde un principio, la abadesa de Las Huelgas llegó a
disfrutar de una autonomía y poder tan elevados que estaba por encima de la
curia episcopal, dependiendo directamente del papa Era dueña de un señorío
material y un señorío jurídico. Tenía poder sobre 54 villas, tierras y molinos
y exenciones fiscales de pontazgo, portazgo y montazgo. El señorío jurídico
tenía su propio fuero, cuyas leyes en el tema civil y criminal dirigía y
vigilaba la abadesa. Podían nombrar alcaldes y ejercían su jurisdicción sobre
un buen número de monasterios cuyas abadesas eran nombradas por la abadesa de
Las Huelgas. Todos estos privilegios se
mantuvieron intactos a través de los siglos hasta el siglo xix, en que fueron
suprimidos por el papa Pío IX. Incluso llegó a contar con su propio Coto
Redondo, con 343 habitantes.
El
monasterio es impresionante. (Una pena que no dejen realizar fotografías en su
interior, solamente en el claustro y los exteriores, por lo que las del interior
la hemos cogido de internet y son las que no llevan nuestra marca de agua) De
su origen románico lo más destacado es el claustro, conocido como “las claustrillas”. La iglesia ya es
protogótica, grandiosa, y le sigue en vistosidad el claustro gótico de San
Fernando.
El
edificio de la iglesia sigue el modelo cisterciense con tres naves alargadas,
más la nave del crucero, que en este caso tiene un muro de separación con el
resto de la iglesia debido a la condición de clausura, realizado con posterioridad
a la construcción de la iglesia. El retablo mayor es del siglo XVIII, obra del
arquitecto Policarpo de Lanestosa, el escultor Juan de Pobes y el dorador Pedro
Guillén. Adornado con columnas salomónicas, tiene en su parte central la imagen
de la Asunción y en el ático el Calvario cobijado en una concha muy adornada
con numerosos ángeles. Para que las monjas de clausura pudiesen escuchar mejor
al predicador hay un púlpito giratorio muy curioso situado bajo el crucero.
(Según nuestro guía es de los mejor conservados de Europa).
Es
sabido que uno de los principales motivos que impulsó al rey Alfonso VIII a
edificar este monasterio es el de convertirlo en panteón de reyes y que él mismo quiso ser enterrado aquí junto a
su mujer. En toda la iglesia pueden verse bastantes sepulcros de la familia
real, unos más artísticos y otros más pobremente adornados, pero todos de gran
importancia histórica. Estos enterramientos sufrieron un grave expolio durante
la época de la ocupación por las tropas francesas en el siglo XIX. Únicamente
se salvó el sepulcro de D. Fernando de
la Cerda. Son muchos los enterramientos y no los vamos a nombrar todos, siendo
los más destacados los de los reyes
fundadores.
Otro
de los rincones muy interesante es el Museo
de Ricas Telas Medievales. En él destaca el conocido como “Pendón de Las Navas de Tolosa”, aunque
los estudiosos dicen que en realidad es
un trofeo de guerra conquistado a los almohades precisamente por Fernando III
tras su conquista de Jaén, Córdoba y Sevilla. (Una copia de esta tela se saca
en procesión el día del “Curpillos”
en Burgos). Las vitrinas de este museo están llenas de prendas y telas
medievales. Destacan además las piezas halladas en la tumba de Fernando de la Cerda, única que se
salvó de la profanación. Puede verse la riquísima indumentaria con que fue
enterrado, a la moda musulmana en lo que a tejidos y diseños de refiere.
Una
capilla que llama la atención por su austeridad es la de Santiago, donde solo
se ve una figura articulada de Santiago con una espada en la mano y que según
la leyenda servía para nombrar caballeros. (Nuestro guía nos dijo que no hay
nada de eso cierto)
La torre consta de varios
pisos, los dos últimos con ventanas para las campanas. Tiene adosado un husillo
cilíndrico (escalerilla de caracol). Como remate de los contrafuertes están
esculpidos los emblemáticos castillos tallados en piedra, símbolos de la
heráldica del rey Alfonso VIII.
VISITAS AL MONASTERIO DE LAS HUELGAS
Los horarios de visita son de
martes a sábado 10:00-14:00 y 16:00-18:30 Domingos y festivos10:30 - 15:00 Precio 6€- Grupos 5€
Cierre semanal: lunes durante
todo el año. Acceso gratuito: miércoles y jueves de 16:00 a 18:30 (último acceso a las 17:30)
