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lunes, 31 de enero de 2022

HOYUELOS DE LA SIERRA (BURGOS)

 

HOYUELOS DE LA SIERRA (BURGOS)

DONDE  DISFRUTAR DE LAS PEQUEÑAS COSAS



Estamos en Hoyuelos de la Sierra, una pequeña pedanía del ayuntamiento de Salas de los Infantes. Para acercarnos al pueblo hemos cogido la carretera que se dirige a Nájera.

Es un pueblo que nunca ha tenido una gran población y del que se tienen las primeras noticias documentales en el año 1044, con el nombre de “Foiolos” y más tarde como “Foyuelos”, según se testimonia en una donación de Lain González al monasterio de San Pedro de Arlanza. En el Libro Becerro de las Behetrías aparece como señorío de la Casa de Velasco, donde explotaban la cabaña ganadera. Reflejo de esta gran cabaña es el documento de 1190 por el cual el rey Alfonso VIII vende unos pagos a los concejos de  Barbadillo del Pez, Villajimeno, Quintanilla, Furtela y Hoyuelos los dos villares yermos de Santa María de Rebollar y Melqueion a cambio de 2.000 carneros.

El señorío de los Velasco duro hasta el siglo XVIII, dentro de “Las Tierras del Condestable” en el Partido de Can de Muñó, con la  jurisdicción de Salas de los Infantes.

Ante ya dijimos que nunca fue de gran población, posiblemente la más alta fuese la reflejada en Diccionario de Pascual Madoz, en 1848, cuando contaba con 138 habitantes. Hoy en día menos de 10 personas viven todo el año y de aquella ganadería de la que presumía hoy es bien escasa.



El pueblo está dividido en dos por la carretera que le comunica con las otras poblaciones. El del lado donde se sitúa la iglesia, posiblemente sea el más extenso, quedando enfrente la parte del pueblo que alberga una alta torre. Las calles, cortas de longitud,  se entrecruzan entre ellas, sin una alineación marcada y  casas diseminadas con prados y huertos entre ellas. Las que se juntan en manzanas no siguen una alineación establecida y provocan recovecos y salientes en la calle. La arquitectura tradicional de los edificios es en piedra  arenisca que convive con otros materiales usados en  las restauraciones y nuevas construcciones  modernas.  







                                   Vistas de Hoyuelos de la Sierra

Algunas viviendas son ya una ruina como varias emplazadas al noreste de la iglesia parroquial, entre las que destaca la que abre su portada con un amplio arco de medio punto, con dovelas recercadas y una cruz inscrita en la clave, una ventana con orejas sobre ellas y entre ambas una inscripción con muy buena grafía en la que leemos: JHS MARIA JOSEPH JUAN GARZIA GONZALEZ I SV MVJER JAZINTA GARZIA BARRIO ME FEZISTES  AÑO  DE  1717. Otras casas  antiguas parecen ser de construcciones de mediados del siglo XIX, como lo atestiguan algunas inscripciones en los dinteles de las puertas.   Suelen ser de dos plantas y los edificios auxiliares, como las tenadas o corrales para el ganado, de una sola planta.

La iglesia destaca entre los edificios adyacentes. Está dedicada a San Pedro Protomártir. De origen románico hoy poco queda de ese estilo. Las reformas y ampliaciones que afectaron al templo románico durante el siglo XIX  alteraron la estructura de su nave, elevando sus muros, levantando una torre rectangular que incorpora la antigua espadaña y sustituyendo la primitiva cabecera por la actual cuadrada, añadiendo además dos capillas laterales. La portada es lo más significativo de la primitiva construcción y que se ha conservado. Es de arco de medio punto con tres arquivoltas, la superior adornada con palmeras. Dos pares de columnas sujetan capiteles decorados con arpías y animales fantásticos, que según parece, con influencia de la escuela del segundo maestro silense.  En su interior se conserva una bonita pila bautismal románica,  que sigue el modelo más extendido en la Sierra: copa semiesférica ornada con un bocel en la embocadura, banda de zarcillos aquí muy simplificados y carnosos y piso inferior gallonado y base decorada.














Iglesia de Hoyuelos de la Sierra

A las afueras del pueblo están las ruinas de lo que fue la ermita de la Virgen Blanca, construida en el siglo XV. Está en la Lista Roja del Patrimonio y según parece esta ermita representa el único ejemplo que conserva esta comarca de templo privado con carácter funerario. En el tímpano de la portada se haya el escudo mayor de la casa de Velasco. La inscripción da fe de la construcción por parte de Pedro Fernández de Barrio y enterrado aquí en 1504, cuya lápida aparece indicar  que era el canónigo capellán de Don Pedro Fernández de Velasco, primer Condestable de Castilla y segundo Conde de Haro (enterrado en la Catedral de Burgos).

                          Ruinas de la ermita

Como vemos la familia Velasco se vinculó mucho con Hoyuelos de la Sierra, y muy posiblemente la torre-palacio que vemos en el pueblo fuese levantada por dicha familia. No hay documentación antigua que la mencione por lo que es difícil saberlo y debido a los arreglos y restauraciones a lo largo del tiempo, tampoco se ven escudos que nos digan el linaje de sus constructores. La torre es de cuatro plantas, con bonitas ventanas decoradas y canes que sirven de adorno a los muros. Tiene adosado una construcción que sirve de vivienda.. Hoy es una propiedad privada rodeada de un extenso jardín.


                                    Torre de Hoyuelos

Un bonito pueblo para pasear y disfrutar de su tranquilidad, de disfrutar de las cosas pequeñas, donde realizar una parada de camino a la alta montaña.

          Vistas de la Sierra desde Hoyuelos

VIDEO DE HOYUELOS DE LA SIERRA:



 Para ver el mapa pincha aquí: Hoyuelos de la Sierra

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miércoles, 26 de enero de 2022

SAN PEDRO DE CARDEÑA (BURGOS)

 

SAN PEDRO DE CARDEÑA (BURGOS)

EL MONASTERIO CIDIANO

 


Para visitar el monasterio de San Pedro de Cardeña nos tenemos que desplazar unos pocos kilómetros desde la ciudad de Burgos. Situado en un vallejo protegido por suaves lomas nos encontramos una robusta edificación que te sorprende al ver todo su entorno.





Pero antes de empezar su visita contemos un poco su historia. Según algunos historiadores su origen sería visigodo y aunque no hay testimonios documentales se ciñen a restos arqueológicos encontrados en 1967 en el solar donde se levantó una destilería para elaborar el licor “Tizona del Cid”. Estos restos, un sarcófago y una estela, entre otros, se encontraban en lo que fue un antiguo cementerio que se dice era una necrópolis visigoda. 

         Estela visigoda de San Pedro de Cardeña

El primer documento fidedigno en el que se hace referencia al Monasterio se sitúa el 24 de septiembre del año 902, en el que se refleja la donación realizada al cenobio por el conde de Lantarón y de Cerezo, Gonzalo Téllez y su esposa Lambra. Aunque se sabe que 3 años antes, en el 899, fue restaurado por el rey Alfonso III el Magno. En el año 934 se produce uno de los acontecimientos más trágicos y de mayor repercusión del monasterio. En pleno auge del califato de Córdoba, las tropas árabes de Abderramán III destruyen el Monasterio de San Pedro de Cardeña y dan muerte a sus 200 monjes. Repoblado posteriormente y gracias al apoyo de los Condes de Castilla Fernán González (910-970) y García Fernández (938-955), dispuso de un excelente Scriptorium del que saldrían obras maestras, alcanzando su máxima notoriedad durante el siglo XI. Hoy poco queda de la primitiva fábrica del monasterio de San Pedro de Cardeña. Los únicos restos artísticos que se conservan de la época condal son parte de la llamada Torre del Cid o Torre de doña Jimena.  El monasterio ha sufrido numerosas intervenciones por lo que en él conviven diversos estilos. En 1502 se incorpora a la Congregación Observante de San Benito de Valladolid hasta 1835. Durante la Guerra de Independencia las tropas francesas saquearon el monasterio  y profanando la tumba del Cid llevándose como reliquia varios de sus huesos. Con la Desamortización de Mendizábal, se abandona la vida monástica hasta 1942, aunque se intentó ocupar por distintas órdenes en alguna ocasión, es en este último año  que  llegan los actuales monjes cistercienses de la estricta observancia procedentes del monasterio palentino de San Isidro de Dueñas. Durante la Guerra Civil sirvió de campo de concentración de presos republicanos. En 1967 sufrió un pavoroso incendio.

 Prisioneros republicanos en el campo de concentración de Cardeña

Y si de algo presume el monasterio hoy en día es de estar ligado al Cid, y se puede decir que el lugar es un monasterio cidiano, un hito en el Cantar de Mío Cid, porque según el Cantar éste fue el lugar de cobijo y residencia para la familia de Rodrigo Díaz "El Cid" durante el destierro y haber sido el segundo lugar de enterramiento del caballero castellano tras los pocos años que yació en Valencia. Y al Cid lo vamos a tener presente en toda la visita al cenobio. 




                       Referencia al Cantar del Mío Cid

Ya en  la fachada de acceso al Monasterio de San Pedro de Cardeña un gran paño vertical de estilo barroco en piedra coloreada, vemos la estatua ecuestre del Cid.  



Fachada del monasterio
                    Estatua ecuestre del Cid en la fachada


Esta fachada es  una de las últimas obras arquitectónicas realizadas en el monasterio. 1739 es la fecha inscrita en ella que bien puede ser la de finalización de la misma. La visita al monasterio comienza en la iglesia. 

Exterior de la iglesia

Portada de la iglesia



Timpano de la iglesia


 Interior de la iglesia

La iglesia actual es básicamente gótica tras haber desaparecido gran parte de las edificaciones prerrománicas y románicas. Llama la atención su fachada, su frente occidental es una puerta de arquivoltas apuntadas con un grupo escultórico de plástica evidentemente gótica donde un obispo se arrodilla ante las figuras de San Pedro y San Pablo. Su interior cuenta con tres naves de dos tramos más capillas laterales, transepto y cabecera con un ábside profundo. La cabecera es muy armoniosa gracias a los ventanales ojivales. El actual templo gótico sustituye a otro anterior de época románica. En ese estilo se incluiría la conocida como Torre del Cid o de Doña Jimena. 



                          Torre del Cid o Doña Jimena

Es el elemento más destacado del conjunto arquitectónico del monasterio y, también, el más antiguo. Edificada a finales del siglo X o en la primera mitad del XI, está adosada a la iglesia abacial. La torre es un campanario de cuatro cuerpos robusto y austero, con aspilleras y ventanales románicos de diversas épocas.

Otro elemento reseñable es el Claustro de los Mártires, siendo el espacio más interesante del Monasterio de San Pedro de Cardeña. Es uno de los escasos elementos románicos conservados en la abadía. Aunque solo corresponde a este estilo su panda meridional.  Del siglo XII, consta de 14 arcadas de medio punto sobre pódium corrido y columnas decoradas con capiteles corintios. Lo más llamativo es la alternancia de los colores blanco y rojo de las dovelas de la arcada. Esa alternancia de color recuerda inevitablemente a las arquerías de la Mezquita de Córdoba. En la actualidad no se puede acceder al claustro. Se puede admirar desde el interior de la sala capitular y siempre a través de cristales. Este claustro es llamado así en honor de 200 monjes asesinados por  las tropas árabes de Abderramán III  en el año 934.




                            Claustro de los Mártires

Otra interesante construcción es la escalera de caracol sin eje central que se ha de tomar para llegar al archivo monacal y que es una magnífica obra de cantería y de geometría del siglo XVI llevada a cabo por un cualificadísimo maestro anónimo. Es la proporción aurea plasmada en piedra.

                     Escalera de caracol

Ahora retomamos al Cid y su vinculación con Cardeña. Entramos a la capilla de San Sisebuto o del Cid, sin duda, la más célebre y visitada del Monasterio de San Pedro de Cardeña.

                            Capilla de San Sisebuto

 De estilo barroco, se construye en 1735. En el centro se alzan los sarcófagos del Cid y de su esposa Doña Jimena. Esculpidos a finales del siglo XIII por orden de Alfonso X el Sabio. Aún conservan pequeños restos de policromía. Una inscripción nos recuerda que "Aquí yace enterrado el Grande Rodrigo Díaz, guerrero invicto, y de más fama que Marte en los triunfos". Aunque actualmente en el sepulcro del Cid, solo reposan algunos de sus huesos. Hoy los restos del Cid y su esposa se hallan, en su mayoría, bajo el cimborrio de la Catedral de Burgos. En las paredes de esta estancia llamada «Capilla de los Héroes», hay 29 nichos con inscripciones de nombres de reyes y familiares del Cid. Fue reedificada por el conde de Castilla García Fernández, que allí recibió sepultura, los hijos de Jimena Díaz y El Cid, María Rodríguez, Cristina y Diego, muerto a temprana edad en Consuegra (Toledo); Ramiro Sánchez de Pamplona, señor de Monzón (marido de Cristina Rodríguez, hija de El Cid) o Ramiro de León, hijo de Alfonso I el Magno de Asturias. Pero no hubo paz para Rodrigo Díaz. Dos siglos más tarde, obras en el cenobio motivaron un nuevo traslado: los restos del Cid fueron trasladados a la entrada de la sacristía y colocados sobre cuatro leones de piedra. En el año 1541 de nuevo unas obras alteraron la paz eterna del caudillo medieval, entonces llevado a un lateral de la abadía. Ya en 1736, los vestigios del Campeador fueron llevados a esta capilla de nueva creación, la de San Sisebuto. Según el Cantar, es en San Pedro de Cardeña donde el Cid, antes de salir para el destierro, dejó al cuidado de su abad a Jimena y a sus hijas, doña Elvira y doña Sol (cuyos nombres reales fueron María y Cristina).

"Mandad recoger la tienda y vayámonos apresurados,

en San Pedro de Cardeña, allí nos cante el gallo;

veremos a vuestra mujer, discreta hijadalgo."




                             Sepulcro del Cid y Doña Jimena 

Junto con Burgos y Espinaz de Can (lugar entre Arauzo de Miel y Huerta de Rey) son los únicos lugares burgaleses mencionados en el Cantar.

Otro hito cidiano del monasterio  es la tumba del caballo del Cid, Babieca. Un monolito señala el lugar donde según la tradición fue enterrado el caballo del Cid. En 1949 el duque de Alba realizó allí una excavación arqueológica, sin resultado.

                        Lugar donde la leyenda dice estar enterrado Babieca

El Scriptorium de San Pedro de Cardeña. A pesar de los vaivenes históricos combinados con épocas de mayor o menor pujanza, es sabido que el monasterio de San Pedro de Cardeña contó con un importantísimo scriptorium o taller de elaboración de códices, de donde partieron muchas obras de categoría durante los siglos X, XI y XII. Lamentablemente, como es propio de estas delicadas obras de arte, apenas quedan restos de ese maravilloso trabajo de copiar e iluminar. No obstante tenemos dos códices mundialmente conocidos: la Biblia de Burgos y el Beato de Cardeña. La prosperidad del monasterio en la época altomedieval se refleja en la calidad de su scriptorium, en el que el monje Endura realizó obras extraordinarias. El Beato de San Pedro de Cardeña fue realizado entre los años 1175 y 1180, cuenta con 290 páginas y 51 miniaturas. 127 folios se encuentran en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, dos en la Biblioteca Francisco de Zabálburu, también en Madrid (donde también se halla el Cartulario de San Pedro de Cardeña), uno en el Museo Diocesano de Gerona y otros quince en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.




                        Páginas iluminadas en San Pedro de Cardeña

En el monasterio se conserva la bodega románica más antigua de España en uso comercial, donde se elabora el tinto Valdevegón con uva de La Rioja. También elaboran un licor llamado Tizona del Cid, que se elabora a partir de hasta 30 hierbas que maceran en barricas de roble durante al menos quince días. Existen dos variedades, la verde de 38% y la amarilla de 40%.  Desde el año 2016 se convierte en el primer monasterio español en producir cerveza trapense.

                     Bodega milenaria de San Pedro de Cardeña

Una visita imprescindible para los enamorados del Cid, para los que realizan la Ruta del Destierro y para los que aman el arte.



El horario de visitas es:

Días laborables de 10:00 a 13:00 y de 16:00 a 18:00

Domingos, Solemindades y otros días con Eucaristía a las 11,00 AM de 12:15 a 13:00 y de 16:15 a 18:00. Las visitas se interrumpirán siempre durante las celebraciones litúrgicas. Jueves y Viernes Santos permanecerá cerrado.

Para más información:

Por email: JOSEmartincardebur@gmail.com

Por teléfono: 947 290033 (preguntar por Fr. José Martín)

PARA VER EL MAPA PINCHA AQUÍ: San Pedro de Cardeña

Video del Monasterio de San Pedro de Cardeña:


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