CARTUJA DE MIRAFLORES (BURGOS)
UN
LUGAR PARA EL SILENCIO
Visitamos
la Cartuja de Miraflores, un lugar
para el silencio de los monjes cartujos de San Bruno, situado a tres kilómetros
de la capital burgalesa, en lo alto de
un paraje sin igual rodeado de un pinar que domina el valle del río Arlanzón. Como
un joyero se yergue visto desde la ciudad.
En lo más alto te encuentras el edificio que alberga el monasterio,
antiguo palacio de caza del rey Enrique III de Castilla, mandado construir en
1401, y que su hijo el rey Juan II de
Castilla donó a la orden cartujana.
La
cartuja se funda en 1442 sobre el antiguo palacio, pero en 1454 un incendio lo
destruye y se decide levantar otro edificio nuevo con los planos y la dirección
de Juan de Colonia y más tarde por su hijo Simón que estaban trabajando en la
Catedral de Burgos. Las obras quedan paradas durante unos años hasta 1477,
cuando la reina Isabel la Católica impulsa las obras. De su reinado es el
impresionante altar mayor y los
sepulcros de sus padres Juan II e Isabel
de Portugal y el del infante Alfonso, su hermano, obras de Gil de Siloe, de los que luego
hablaremos.
El
edificio de estilo gótico es de una sola nave que se divide en cuatro tramos
con bóvedas de crucería y un ábside poligonal. A lado norte las capillas. Para acceder a la iglesia se pasa
por un patio ajardinado y una galería porticada. En 2010 se intervino el
claustro para asegurar el mantenimiento de los muros y consolidar la salida de
aguas del patio,
Patio de entrada a la iglesia
Nada
más entrar a la iglesia nos encontramos con las sillerías de dos coros. El coro
de los Padres, de cuarenta sitiales
distribuidos en dos grupos de veinte a cada uno de los lados de la nave y un
grupo de diez en el muro trasero de los altares barrocos. Este espacio,
reservado a los Padres cartujos para el rezo de las Horas, fue realizado en
madera de nogal entre 1486 y 1489 por el escultor Martín Sánchez y decorado con
diversos motivos ornamentales. A las sillas de los padres se suman tres muebles
fijos: la silla del celebrante, el facistol y el atril que hacen juego con el
conjunto de sitiales. El coro de los Hermanos, situado en el espacio contiguo
al coro de los Padres, se organiza en catorce sillas de madera situándose siete
a cada uno de los lados. La talla fue realizada por el escultor Simón de Bueras
hacia 1558 en presunta colaboración con Esteban Xaques y Juan de Sabugo. La
abundante decoración de influencia italiana en los paneles dorsales se completa
con la representación en la parte superior central de diversos motivos de
temática hagiográfica.
Sillería de los Hermanos
En
el muro divisorio entre el Coro de los Hermanos y el de los Padres, una puerta
central separa dos altares con sendos retablos gemelos realizados en 1659 por
los escultores Policarpo de Nestosa y Bernardo de Elcarreta.
Desde
aquí la vista se dirige al presbiterio, interrumpida por los sepulcros de los
padres de la Reina Isabel la Católica. El
sepulcro de Juan II de Castilla y de su segunda esposa, Isabel de Portugal,
está realizado en alabastro y es de estilo gótico. Tiene planta octogonal en
forma de estrella de ocho puntas, resultado de la superposición de un cuadrado
y un rombo. La decoración del sepulcro es abundante, con figuras alegóricas,
animales, los cuatro evangelistas, escudos reales y motivos vegetales.
Sepulcro de Juan II de Castilla e Isabel de Portugal
Sepulcro del Infante D: Alfonso
Ya no hay nada que nos impida disfrutar del retablo mayor. El retablo mayor de la Cartuja de Miraflores fue tallado en madera por el artista Gil de Siloe y policromado y dorado por Diego de la Cruz, con oro que procedía de los primeros envíos del continente americano tras el descubrimiento. Realizado entre 1496 y 1499, se trata sin duda de una de las obras más importantes de la escultura gótica hispana, por su originalidad compositiva e iconográfica y la excelente calidad de la talla, valorada por la policromía.
Retablo mayor de la cartuja
Desde este punto vemos la panorámica de toda la nave con sus trece vidrieras del siglo XV. Ahora pasamos a las capillas laterales donde se pueden ver varias exposiciones permanentes con obras de gran valor cultural, cuadros, orfebrería, esculturas, trajes, muebles, etc.
Si
visitas Burgos no te puedes perder ver la Cartuja de Miraflores.
La
iglesia de la Cartuja, las capillas laterales con la exposición permanente, el
patio de entrada y la capilla de San Bruno pueden ser visitados. El resto del
complejo monástico no está abierto al público, ya que dentro habitan monjes
cartujos en clausura.
Horarios
de visita al público:
Lunes
a sábados: 10:15 a 15:00 y de 16:00 a 18:00.
Domingos
y festivos: 11:00 a 15:00 y de 16:00 a 18:00.
PARA VER EL MAPA PINCHA AQUÍ: Cartuja de Miraflores
No hay comentarios:
Publicar un comentario
TUS COMENTARIOS NOS AYUDAN A SEGUIR CRECIENDO Y SI TE HA GUSTADO COMPARTELO.