CUBILLA
Y CUBILLOS (Soria)
Vida y
despoblación en dos pueblos.
Hoy visitamos Cubilla, en la provincia de Soria, un pequeño municipio que vivió mejores tiempos, pero que como todos los pueblos guarda su encanto que el viajero tiene que descubrir. Para llegar a Cubilla hemos cogido la N- 234 hasta San Leonardo y desde allí la SO-P-5022 nos lleva hasta el mismo pueblo. El recorrido por la carretera nos ha permitido contemplar el precioso paisaje de la Sierra de Cabrejas, rodeada de sabinares, enebrales y una extensa masa forestal de pino negral, bosque, este último, que le ha dado mucha economía al pueblo, antes por su resinación y ahora por la madera, aparte que es un ecosistema que proporciona una gran riqueza micológica que la gestiona la Asociación Montes de Soria, donde te proporcionan los permisos para su recolección. Aquí se recogen cuatro tipos de boletus, níscalos, rebozuelo, oronja y muchas más. Parte de su término está incluido en la Reserva Regional de Caza de Urbión. Cabe destacar el corzo, jabalí, conejos y liebres. También parte de su término se encuentra en la Reserva Nacional de Caza Urbión, por lo que la caza mayor es su principal potencial ginecológico, Corzos, Ciervos y jabalís te suelen salir a la carretera en tu camino. A nosotros nos salió un par de corzos con un buen susto en nuestros cuerpos. .
Como
curiosidad diremos que Cubilla es
uno de los tres últimos municipios creados en la provincia de Soria. Fue en
1930, año en el que se segregó del ayuntamiento de Talveila, aunque en el siglo
XIX ya existía como municipio independiente, a la caída del Antiguo Régimen, y
en el censo de 1842 contaba con 27 hogares y 106 vecinos, antes de integrarse en el anterior.
Cabe
señalar que hasta los años 70 del siglo pasado y desde el siglo XVII, se explotaron minas de mármol, lo que junto a
la resinación y la instalación en el año 1945, de una fábrica resinera, que es productiva hasta
1979, supuso que Cubilla alcanzase cerca de 300 habitantes a mediados del siglo
pasado. Hoy apenas 25 personas están censadas, la mayoría de más de 50
años. y solo unas diez viven todo el año. Es un ejemplo palpable de
la España Vaciada, donde sus vecinos se han tenido que buscar las lentejas en
otros lugares. Veo muy difícil la recuperación de estos pueblos, la falta de
industria, la falta de servicios mínimos y el total abandono por parte de la
administración conlleva a un futuro poco esperanzador.
Entramos
en el pueblo y lo primero que te sorprende es su bien conservada arquitectura
tradicional pinariega, que se alterna con viviendas más modernas, pero en las
antiguas se ven muros de mampostería
reforzados con macizas traviesas de pino o sabina que lucen en sus balcones, balaustradas labradas en
madera y los grandes aleros en sus tejados. Las calles están bien cuidadas.
Calles y edificios de Cubilla
Destaca
sobre las demás construcciones la Iglesia
parroquial de San Pedro. Templo de
austera construcción con sencilla portada románica abocinada y elegante espadaña al más puro estilo barroco.
A su interior no pudimos entrar al estar cerrada.
Iglesia de Cubilla
Cubilla
celebra varias fiestas a lo largo del año. Las Fiestas de Verano se celebran el
segundo fin de semana de agosto. En el mes de enero, celebra la fiesta de la
"Primegena", conmemorando el veredicto favorable que la localidad
obtuvo en un litigio resuelto en juicio favorable frente a la vecina localidad
de Talveila. Asimismo, se conserva la tradición de acudir a la Romería de la
Virgen de la Blanca, en Cabrejas del Pinar, junto a otros pueblos vecinos.
Recientemente
se ha restaurado en la carretera que conduce a Talveila una antigua carbonera,
que antaño estuvo en auge. Un letrero al pie de la carretera indica su
situación. En esta se elaboraba carbón
vegetal de pino, que después se quemaba en la Fragua.
Carbonera
En
2009, se funda la yeguada de caballos pura sangre inglés Haras Las Delicias por
dos ex-jockeys. En 2013 sus primeros
productos competirán en carreras de liso en los hipódromos españoles.
Después
de visitar Cubilla nos acercamos, a
escasos 3 Km, al despoblado
de Cubillos. La carretera que nos acerca está rodeada de un extenso sabinar
y el paisaje cambia. Hoy en día la ruina
de sus casas es lo que se contempla en su visita. Una población que a mediados
del siglo XIX, escribía Madoz en su
diccionario en el año 1850, contaba con
18 casas y 60 vecinos. Tenía ayuntamiento, escuela de primaria e iglesia
parroquial. Sus habitantes vivían de la agricultura, principalmente del cultivo
de trigo, cebada, centeno y avena. También de la cría de ganado bobino y
caprino y de la explotación forestal principalmente robles, pinos y enebros. Según he podido averiguar en esa época el ayuntamiento de este municipio desaparece
porque se integra en Aylagas. Y posteriormente pasa a ser municipio conjunto
con Cubilla. A principios de los
años 70 del siglo pasado queda totalmente deshabitado, y las últimas tres
familias se van a vivir a Cubilla,
aunque siguen cultivando las tierras de su pueblo. Lo más sobresaliente de su
visita es la destartalada iglesia, de la cual se yergue impasible desafiando el
paso del tiempo su espadaña, como queriendo reivindicar la existencia de esta
población en otros tiempos, que incluso conserva en perfecto estado su veleta.
La desolación campa a sus anchas. La iglesia parroquial estaba dedicada a la advocación de La Asunción de
Nuestra Señora, ha pedido totalmente su cubierta y el interior está totalmente
tomado por la vegetación. Un paseo por sus “calles” invita a reflexionar en la
España Vaciada, en el futuro de muchos de nuestros pueblos, y la difícil tarea
de vivir en el mundo rural. Contemplar lo que queda de Cubillos produce tristeza, te vienen pensamientos de cómo sería la
vida diaria de los vecinos, la desesperación que tuvieron que padecer al
abandonar sus casas, al dejar atrás muchos recuerdos. Lo cierto que esto mismo
ha ocurrido en muchos pueblos y volverá a pasar. No estaría mal una visita a estos lugares de nuestros
políticos.
Como una imágen vale más que una palabra, aquí os dejamos unas fotos.
PARA VER EL MAPA PINCHA Cubilla