RETUERTA (BURGOS)

 

RETUERTA (BURGOS)

UN PUEBLO PARADO EN EL TIEMPO

 

Yendo desde Covarrubias a Santo Domingo de Silos, por la carretera  BU-902 y a pocos kilómetros nos encontramos a mano izquierda, en un valle, el bonito pueblo de Retuerta, medio escondido entre sus montes de encina y sabinas y a la orilla del río Arlanza, donde este crea una gran curva y que dio su nombre al pueblo, ya que en las primeras noticias documentales se le señala como “Rivitorta”, con el significado de curva del río. Era el año 978 cuando aparece en la documentación del Infantado de Covarrubias pertenecía al alfoz de Ura, para pasar a depender, desde esta fecha, a la jurisdicción del Infantado y estando vinculado durante toda la Edad Media a Covarrubias a través de su abad. En el siglo XVIII figura como población de realengo fuera ya del dominio de Covarrubias.

Un rollo jurisdiccional, nos encontramos a la entrada del pueblo. Una columna redonda sostiene una forma de “palomar” que le hace ser muy peculiar. (Para otros es un crucero)

                                Rollo o Crucero (Según quien)

Pero vallamos al pueblo. Lo mejor es dejar el coche a la entrada y caminar por sus calles. Posiblemente sea de los pueblos castellanos que mejor conserva su arquitectura tradicional, con muros  de adobe y madera que apenas se han reformado.

                               Vistas de Retuerta

                      Calle principal de Retuerta

Esto es debido a que durante muchos años planeaba sobre el pueblo su desaparición por la construcción de un pantano y los vecinos, temerosos, nunca realizaron obras de envergadura en sus viviendas. Ya desde principios del siglo XX se planeaba la construcción de la presa, pasando los años sin resoluciones, hasta que vuelve en los años 50 y 60 a retomarse el proyecto. No se ejecuta nada. De nuevo en  1976, primero y después en 1981, parece que por fin se va a realizar el pantano. (Yo he visto mapas de la Diputación de Burgos con el embalse terminado). Nunca se llegó a construir pero muchos vecinos emigraron y los que quedaron se quedaban con la incertidumbre de cuando marcharse. Apenas tenían servicios elementales, tales como el agua en las casas  y las administraciones se negaban a darlos porque el pueblo iba a desaparecer.  Hoy ya no tienen ese problema, pues definitivamente no se va a construir ninguna presa. Hoy los escasos 25 habitantes del pueblo se sienten contentos de que su pueblo siga en pie y orgullosos de haber conservado sus casas con una arquitectura tradicional sin apenas cambios.

                Casas de piedra y adobe y entramados de madera es la estampa de Retuerta

Las casas se organizan  en torno a una calle principal, que pasa por la iglesia, y  algunas tienen en los dinteles de las puertas la fecha de construcción del siglo XVIII y XIX. Las construcciones son la típica de la zona del Arlanza pero con características serranas, como son los aleros y las chimeneas cónicas. La piedra se usa en la planta baja, algunas con sillería, otras con sillarejo y mampostería. En la parte alta adobe y entramados de madera de sabina las da una belleza de antigüedad, de imaginarte estar en otros tiempos. Vemos también casas con balcones de solana bajo los aleros, muy bien conservados de los que se ven pocos en la comarca. Un  edificio que se desmarca de las demás construcciones es el de las antiguas escuelas. Grande de dos plantas, construido en piedra de sillarejo y sillería en jambas de puerta y  ventanas. Fue construida en 1867. Pasear por las calles del pueblo es descubrir rincones escondidos y que llaman la atención del visitante. Nos encontramos un potro con la fecha de su construcción grabado en la madera: “Construido por Pascual Martín Año de 1929”. También vemos el tradicional lavadero de los pueblos, bien conservado.

                                       Potro y Lavadero

Y otro hecho marca a Retuerta, ya que desde por lo menos 300 años, sus habitantes se han dedicado al  laboreo del carbón vegetal. (Ver aquí: Carboneros de Retuerta) Una tradición que aún perdura y que les convierte en los últimos carboneros de encina de toda Castilla y León. Hemos coincidido en el día de nuestra visita con la subida al monte de los vecinos para el sorteo de las suertes de leña. Un método de surtir de leña a los vecinos para sus casas y también a los carboneros, aunque estos, me comentan que pagan un poco más por ella. Esta leña servirá para que durante los meses de abril y mayo, los carboneros quemen la madera y consigan el preciado carbón vegetal.

Carbón Vegetal y su elaboración

Un edificio que destaca entre los demás es la iglesia. Está dedicada a San Esteban, de una sola nave y planta de cruz latina de estilo clasicista,  levantada entre los siglos XVIII y XIX. Tiene ábside cuadrada y una alta torre para el campanario. La puerta principal y otra bajo el hastial son del mismo estilo que el resto del edificio. En su interior se conservan varios retablos neoclásicos y una pila románica con gallones y pie cilíndrico. Otra curiosa pila, muy adornada, se encuentra bajo el coro.

                                   Exterior e interior de la iglesia de Retuerta

A las afueras del pueblo se encuentra la ermita dedicada a Nuestra Señora del Camino, de una sola nave y capilla, con cabecera gótica y un precioso ventanal. La corona una espadaña con un campanillo. Justo al lado contrario del pueblo se encuentra un bonito crucero.

Ermita 

                                                         Crucero

Nos marchamos de Retuerta, un pueblo que parece parado en el tiempo, con vecinos muy amables, que incluso nos abrieron la iglesia y nos contaron vivencias de tiempos pasados, de desasosiegos por la incertidumbre de marcharse o quedarse y que luchan por mantener vivo el pueblo a través de una asociación. La visita a Retuerta no te defraudará.

Para ver el mapa pincha aqui: Retuerta

VIDEOS DE RETUERTA:

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CARBÓN VEGETAL DE BURGOS

RETUERTA  Y LA ELABORACIÓN DEL CARBÓN VEGETAL

LOS ÚLTIMOS CARBONEROS DE CASTILLA Y LEÓN

Son en los primeros días de junio y aún se contemplan los hornos humear. Estamos en la localidad burgalesa de Retuerta, en las estribaciones de La Demanda, un pequeño pueblo cercano a  la turística Covarrubias, cuyo nombre resuena, para los que no lo conozcan, por el proyectado pantano  de hace más de 60 años y que iba  anegar sus tierras con las aguas del río Arlanza. Aún queda algún resto de hormigón y el poblado de viviendas que se construyó para tal efecto. Son los resquicios de una obra que más bien fue una pantomima de la administración que de una obra real. Yo recuerdo incluso los mapas de la Diputación de Burgos donde se señalaba el lugar como destino para la práctica de deportes acuáticos.

Pero volvamos a lo que nos ocupa estas líneas, los carboneros. Un oficio muy arraigado en Retuerta, por lo menos desde hace 500 años, según documentos, si no es más antigua,  y que la tradición de padres a hijos se ha mantenido. Según me cuentan en el pueblo, hasta no hace muchos años casi todos los vecinos conocían el oficio, hoy en día son tres o cuatro: Pedro, Juan Martín, Marciano, son los hombres  que lo practican y solo uno a nivel comercial. Los otros se sirven del carbón para su uso particular y si les sobra se lo venden a algún restaurante de la zona para las parrillas, ya que es un carbón muy apreciado por ser únicamente de encina y dar un sabor diferente al de otros carbones comercializados.

Es un oficio muy laborioso y que comienza en el mes de mayo con la recogida en el monte la madera de encina, para bajarla al pueblo y preparar el horno. Para ello se inicia con el clavado de un palo central y unos palos cruzados alrededor de él  hasta formar un cono de hasta tres metros de altura  según la cantidad de leña, y que se cubrirá de gavillas de paja y tierra en su totalidad. Una vez realizado el horno se retira el palo central, dejando la boca abierta y se abren unas bocas en la parte de abajo. El horno se alimenta por la boca, donde se irán introduciendo los leños de encina, ya que la combustión se realiza de arriba hacia abajo. Los primeros días es cuando se alimenta el horno, vigilando el proceso. El trabajo que dura entre 12 y 20 días, dependiendo de la cantidad de leña, no deja descanso al carbonero ni de día ni de noche ya que hay que vigilar el fuego cada tres o cuatro horas. Nuestro interlocutor se ha construido un chamizo en la era junto al horno donde duerme y descansa durante estos días.

No hay tiempo para otros menesteres, ya que una ráfaga de viento u otro accidente puede agujerear el horno y avivar la combustión. Hay que estar pendiente de tapar los agujeros que puedan salir y que las llamas no consuman la madera.  Durante la carbonización de la encina se producen varios cambios de temperatura dentro del horno hasta alcanzar los 600 grados. Son muchos días de insomnio hasta conseguir el apreciado carbón vegetal.

Nosotros dejamos los montículos de tierra negra teñida por el paso de los años de carboneo y que es utilizada año tras año para el mismo fin.  Los dejamos calientes y humeantes y vemos cada poco tiempo como el carbonero hecha de nuevo la tierra sobre esta cúpula  de carbón. Él espera conseguir unos 20.000 Kg.  Nos desplazamos a otra era y en este horno, Pedro, están sacando el carbón vegetal ya acabado y metiéndolo en sacos con la ayuda de su hija. Para ello cada vez que saca el carbón tiene que rellenar de tierra el hueco.  Es para uso particular y para un restaurante de la zona de Pinares. Seguro que sus brasas darán un sabor Gourmet a las carnes.

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