QUÉ VER EN LAS ARRIBES DEL DUERO
Recientemente
hemos visitado Las Arribes del Duero el grupo de blogueros Castilla y León Travel Bloggers y una parada obligatoria era Aldeadávila
de la Ribera, el “Corazón de las Arribes” como lo llamó
Unamuno., donde tenemos mucho qué ver
Grupo de Bloggers de CyLTB
Un
fin de semana que aunque el tiempo no nos acompañó, y salimos mojados, disfrutamos de una población y unos paisajes
que todo el mundo debiera conocer por lo menos una vez, aunque el sitio da para
más de una visita, y en cualquier época del año. (Como dato curioso en la zona de Salamanca se dice “Las Arribes” y en la zona de Zamora “Los
Arribes”)
El profundo cañón horadado por el Duero
A
Aldeadávila llegamos ya metida la noche lluviosa, por lo que la visita no fue
como nos hubiese gustado, pero con todo pudimos pasear, bajo un paraguas y
buena temperatura, por sus calles estrechas, bien cuidadas y contemplar la
arquitectura típica de esta zona, fachadas en piedra de granito y pizarra en
mampostería y algunas en sillería. Por la mañana y muy temprano seguimos de nuevo con la visita. Aldeadávila tiene mucha historia y mucho que ver. Una de las zonas que merecen una parada es el
barrio De Arriba, con calles laberínticas y estrechas. Según nos cuentan fue
Felipe II quien decretó que se asentasen más de 20 familias moras a finales del
siglo XVI.
Edificios
reseñables de la población son el Palacio
del Marqués del Caballero (s.XVIII) con blasones de la familia Caballero; el
Edificio histórico de la Aduana (1739), fue
aduana de 2ª clase con barca.. En 1866 se amplía para la exportación de ganados,
y el Palacio de la familia del Pozo.
Sobresale
de las demás edificaciones la iglesia de San Salvador, con su alta torre. Su
origen se remonta al siglo XIII, con reformas en los siglos XV y XVI. (A su interior no pudimos acceder al estar
cerrado)
Otros edificios religiosos son la Iglesia del Santo Cristo del Humilladero (siglo XVII) el antiguo cenobio franciscano de la Verde (siglo XIII al XVIII) la ermita de la Santa (Nuestra Señora de las Huertas): tiene un bello pórtico del s. XVIII y retablo barroco procedente del Convento de Santa Marina y la ermita de San Sebastián(s. XIII al XIX): sirvió de pósito municipal y que es la Oficina de Turismo actual.
Oficina de Turismo de Aldeadávila de la RiberaNo
nos podemos olvidar del Monumento al Cabrero, preciosa fuente con la escultura
del cabrero en la cumbre junto a su perro y una cabra. El agua discurre entre
bancales produciendo pequeñas cascadas. Es una foto obligada.
Turismo en Las Arribes
Pero
hemos venido a Las Arribes y a ello
nos disponemos a visitar y a realizar turismo
Declarado
en el año 2002 Parque Natural por la Junta de Castilla y León, Además, el 9 de
junio de 2015, es declarado reserva de
la biosfera transfronteriza por la Unesco junto con el Parque Natural
portugués. El parque natural de Arribes del Duero afecta a 37 términos
municipales, de los cuales 24 pertenecen a la provincia de Salamanca y 13 a la
provincia de Zamora.
La
profunda incisión que ha producido el río Duero y sus afluentes en este
territorio es la característica más importante, y fruto de ello es el
microclima mediterráneo, lo que permite el cultivo de productos no habituales
en la meseta, como el olivo, naranjos, limoneros, etc, Además tiene una gran variedad de flora,
alguna endémica, y fauna. Es normal ver
volar al buitre leonado, Alimoche, diferentes águilas, búho real, milanos, etc
y alguna cigüeña negra en su época de anidada. Un paraíso para la observación
de aves.
Y no hay mejores vistas de este profundo cañón que desde sus miradores. IMPRESIONANTES. Para ello lo mejor es contratar la visita en Rutas 4x4. Ya os adelanto que a alguno de los miradores no los hubiésemos podido visitar sin esta locomoción. Caminos estrechos, empinados y abruptos que hacen muy difícil su andadura con un vehículo normal. Otra alternativa es recorrerlos andando, pero solo para los muy andarines. Los que visitamos con los todoterrenos fueron el Mirador de Rupitín, Mirador de Lastrón y el Mirador de Rupurupay. Empezamos hablar de este último. El camino hacia él transcurre entre robles y olivos. Una vez en el mirador las vistas son impresionantes. El Duero, el fondo de los cañones lo tenemos a cerca de 400 metros abajo. Al lado portugués se ven las terrazas o bancales donde están los olivos plantados. La sensación es de quietud, sosiego y tranquilidad, per mucho qué ver
Desde cualquier mirador de Arribes las vistas son espectaculares
Los
miradores de Rupitín y Lastrón están
muy cerca el uno del otro. Se sitúan en la zona más estrecha y alta de Las Arribes en esta zona, con un
desnivel de 500m. Por aquí están los chozos de los cabreros, construcciones de
piedra seca donde guardaban sus rebaños e incluso vivían familias enteras. En el chozo que visitamos, y desde donde las
vistas son espectaculares, nuestro guía nos contó que lo habitaban hasta 8
personas, un lugar con poco más de10 metros cuadrados. Impresionante la vida de
estos pastores. Hoy los olivos ocupan los pastos que antes alimentaban a las
cabras.
Mirador del Fraile con su impresionante pasarela colgada
Con nuestro coche fuimos a ver los miradores del Fraile, Picón de Felipe y El de la Presa. El Mirador del Fraile, es por su mirador el más espectacular. Una pasarela de 12 metros se suspende en el aire sobre el Duero con unas vistas sobre la Presa de Aldeadávila y el estrecho cañón. El coche hay que dejarlo en un aparcamiento junto a una zona recreativa donde han reproducido unos chozos. Desde aquí hay que bajar unos 900 m. andando por carretera. (Luego hay que volver a subir claro).
Asomarse al mirador y disfrutar de las vistas es obligatorio aunque llueva
El Picón de Felipe es el más famoso de los
miradores para el turismo de siempre, ya sea por sus vistas y `por su leyenda, que nos cuenta que un
cabrero enamorado de una pastora portuguesa que habitaba al otro lado del cañón
quiso tirar las moles de granito al Duero para que sirviesen de puente y poder
visitar a la zagala. Las vistas sobre la presa y los acantilados graníticos son
para más de una leyenda. El Mirador de
la Presa o de Iberdrola, se sitúa
justo encima del salto, donde se contempla la grandeza de ese prodigio de
ingeniería que abastece un 10% de la energía eléctrica de España.
Y
no podía faltar en la visita a Aldeadávila
de la Ribera el Crucero
fluvial por el Duero. Para ello tuvimos que bajar hasta la Playa
del Rostro, con un último tramo de carretera no acto para los que sufran del
corazón. El barco está diseñado para poder contemplar desde cualquier ángulo
las impresionantes vistas de Las Arribes.
La guía del crucero, siempre muy amable,
nos fue diciendo los recovecos más espectaculares de los acantilados,
enseñándonos nodos de aves y contando un poco como era la época de los
contrabandistas. Un viaje de unas dos horas entre ida y vuelta muy
recomendable, ya que si has visto el Duero desde arriba ahora lo disfrutas
desde el agua.
Montados en la popa del barco
Con compañeros de CyLTB
La
visita a Las Arribes del Duero en
esta zona da para mucho más, pero lo mejor es descubrir todo su encanto por uno
mismo, y no vamos a ser nosotros los que os estropeemos la búsqueda de esos
rincones. Tenéis que verlos. En Aldeadávila tenéis todos los servicios, tanto
esenciales como todos los dedicados al turismo..
Parte del grupo de bloggers de CyLTB que visitamos Arribes