VALLEJIMENO, UN PEQUEÑO PUEBLO A ORILLAS DEL RÍO TEJERO
Nos
toca descubrir el valle de Valdelaguna
y nos hemos detenido en Vallejimeno,
un pequeño pueblo situado en una hondanada surcada por el río Tejero. Para
llegar hemos cogido la carretera que desde Salas de los Infantes se dirige a
Nájera y en Barbadillo
del Pez nos hemos desviado a la derecha en dirección a Neila. En menos de 5
kilómetros llegamos a nuestro destino después de haber pasado por Quintanilla
de Urrilla.
Vallejimeno es
pequeño, pero no por eso deja de tener mucha historia. Muy temprano aparecen las primeras noticias en la documentación del monasterio de San
Pedro de Arlanza, cuando en el año 932 aparece escrito su nombre, haciendo
referencia a la fundación del monasterio de San Cristobal por Velasco
Gundisalvuz y Fernando Gudestioz: “est
fundatu inter Villa de Munio Scemeno et
Orta de Domno Belasco”. Siendo “Villa
Munio Scemeno” el actual
Vallejimeno. Este monasterio se situaría,
según los estudiosos, a unos dos
kilómetros en la confluencia de los ríos Urria y Baraja. En el año 1044 vuelve
aparecer documentado en un patronazgo de Laín González, noble ligado al rey
Fernando I. En 1071 aparece una donación
a San
Pedro de Arlanza de un lugar de culto con el nombre de San Esteban en “Villa Exemeno”. Vuelve a aparecer su nombre
en 1087, donde un tal Gonzalo González
hacen donación de unas propiedades en Vallejimeno
al monasterio de San Millán de la Cogolla. De nuevo aparece documentado es
sucesivos años.
Uno
de los hechos más relevantes, que tendrá importancia en la etapa contemporánea,
es la referencia a la minería de Vallejimeno.
. En el “Libro de la Montería” de Alfonso
XI al referirse a esta zona dice: “Montoto, que es entre Barbadiel del Pece et
Villaximeno, et Quintaniella es buen monte de oso en verano. Et es la vocería
por el collado arriba catante a Barbadiello, et fasta sobre Vezares. Et es el
armada el Hiherral de sobre Villaximeno. Et aun dicen mas, que con el carbón
deste monte et con el agua de Aguas Vivas, que fue temprada la espada
Durandarte que fue de Roldán”. Es una referencia casi mítica pero en todo
caso hace alusión al trabajo minero, al carbón y a la transformación de hierro
en nuestra población, a este respecto el
término “Hierral”, que se refiere es una
zona cercana a Vallejimeno y la
existencia de carbón del monte que se completan con la bondad de las aguas para
templar el metal. También se hace referencia en este texto a la existencia de
osos en la comarca.
En
el siglo XVI aparece “Villa Exemeno” integrada en “Las Tierras del Condestable”
de la familia Velasco, en la jurisdicción
de “Baldelaguna”.
Pero
visitemos el pueblo, que es a lo que hemos venido. Antes de entrar nos
encontramos con un bonito y bien conservado puente romano, indicio de la vía
romana que unía Clunia
con las hoy tierras riojanas.
La
población está dividida por la carretera y el río Tejero en dos barrios
que se unen por un espectacular puente medieval de un solo ojo. Atrás quedan los años en que la población
superaba los 180 habitantes en épocas pasadas, pues hoy en día solo una persona
lo habita todo el año al cuidado de su ganado.
Las
casas son de construcción en piedra arenisca unas y otras con tapiales de
cantos rodados reforzados con sillería en esquinas y vanos. Estas antiguas
viviendas conviven con las nuevas construcciones modernas que han levantado los
hijos del pueblo que emigraron a otras latitudes más prosperas.
En
una de estas nuevas edificaciones vive Luis
Casado, al que nos hemos encontrado, con mucha suerte, ya que estaba de
visita a su casa después de tiempo sin venir por la pandemia, y nos ha
acompañado en nuestro paseo por el pueblo y abierto las puertas.
Un
edificio restaurado junto al río fue antaño el “Toril” en la planta baja. (Hoy
es el ayuntamiento) Esto nos indica la importancia de que el toro fuese de
titularidad pública en un pueblo ganadero. Otro edificio a destacar es el
molino, en funcionamiento hasta hace unos años y que se ha restaurado conservando toda su maquinaria.
Al fondo el ayuntamiento dónde antiguamente se situaba el "Toril"
Sobresale
sobre los demás edificios la iglesia, dedicada a San Martín. Nos la enseña Luis.
Es de planta basilical de una sola nave y gran salón. Los muros son de
mampostería con cadenas de sillares en los ángulos, el espacio se articula en
sendos tramos, con cubierta de bóveda de aristas de ladrillo con yesones que en
realidad encubre el armazón de madera. La portada, cobijada en la actualidad en
un pórtico moderno, que se reduce a un sencillo arco de medio punto, enmarcado
por la habituales pilastras cajeadas y rematada en entablamento y un frontón
partido con pináculos con bolas. La torre es de dos pisos con troneras para las
campanas. Entre los huecos el espacio de un reloj que se está restaurando según
nos cuenta Luis. La construcción se
puede fijar entre el siglo XVI y XVII con obras posteriores hasta el siglo XIX.
En
su interior se conservan varios retablos. El mayor de estilo barroco del siglo
XVIII. Los otros retablos también son
del siglo XVIII, uno dedicado a las Ánimas, otro a San Roque, otro a la Virgen
del Rosario, otro al Nazareno, otro a San Juan Bautista y el último situado en
una capilla lateral con un Cristo
crucificado del siglo XV. La pila bautismal
románica es una copa de forma
troncocónica invertida cuya embocadura en una sencilla moldura debajo de la que
corre una amplia cenefa ornamentada con zarcillo. La parte inferior esta gallonada.
Una
visita muy interesante que gracias a nuestro guía ha sido muy placentera. Muy
recomendable visitar este pequeño pueblo y disfrutar de sus encantos y
paisajes. No te defraudarán.
VIDEO DE VALLEJIMENO:
PARA VER EL MAPA PINCHA AQUÍ: Vallejimeno
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