CARACENA (SORIA)
UNO DE LOS PUEBLOS MÁS BONITOS
DE ESPAÑA.

Hay muchos pueblos bonitos en
España, incluso existe una organización privada que da ese título, previo pago,
a muchos de ellos y le colocan el cartel a la entrada del pueblo. No es el caso
de Caracena, precioso por sí mismo que no le hace falta el susodicho cartel ni
“título” comprado.

La historia de Caracena se
remonta a la prehistoria, ya que en el yacimiento de “Los Tolmos” se han
encontrado tumbas de hace casi 3.000 años de antigüedad. De la época celtibera
muchos historiadores dicen que proviene su nombre, con el significado de
“piedra blanca”. Durante la época romana esta villa era centro de comunicación
entre la cercana Tiermes y el valle del Duero, aunque no parece que tuviese
asentamientos estables. Durante la Edad Media fue frontera entre árabes y
cristianos, donde el conde Fernán González se enfrentó al califa Abderramán
III. Posteriormente Almanzor fortificaría Caracena y establecería una población
estable hasta el año 1061 que el rey Fernando I toma la plaza. Según se
dice la toma del castillo se produjo cuando los árabes estaban de cena, por lo
que fue fácil su conquista, así que algunos aluden a este acto el nombre de
Caracena, “Caro le salió la Cena”. Mucha historia le acontece al pueblo en
siglos posteriores, pero no es motivo de este artículo. Nos vamos a visitar el
pueblo. Solo añadir que varios historiadores sitúan en esta población a Pere
Abat, autor o copista del Cantar del Mio Cid.
Para llegar hemos cogido la
N-122 hasta la población de La Rasa y en el mismo pueblo desviarnos por la
carretera hacia Caracena. Tras atravesar, por lo que nos dicen, la mayor
plantación de manzanos de Europa que es todo un espectáculo, cruzamos el Duero
en Navapalos, para seguir por una carretera estrecha hasta nuestro destino.
Plantación de manzanos en La Rasa
Antes de llegar al pueblo y
con él a la vista, nos detenemos en la ermita de la Virgen del Monte. Es del
siglo XVII en estilo barroco. Construida en sillarejo con una sola nave. Su
portada está cubierta por un tejaroz presenta un arco de medio punto. Se remata
el tejado con una espadaña con hueco para dos campanas. Junto a la ermita hay
una construcción que llaman Los Portalejos, edificio donde se reunían los
vecinos para merendar el día de romería en el mes de junio. A unos 300m. se
levanta una atalaya árabe del siglo X a la que se accede por un camino.
Ermita Virgen del Monte y los Portalejos
Justo antes de entrar en el
pueblo una senda nos conduce hasta una fuente y al puente que cruza el río
Caracena. Es un recorrido corto andando y merece la pena su visita. En primer
lugar vemos la fuente y el abrevadero, de construcción de origen medieval y
restaurado en el año 2012.
Puente Cantos y fuente
A continuación bajamos al
puente. Es de origen altomedieval y cuenta con varias reconstrucciones, pero
manteniendo su estructura primitiva. Un arco de 10m. de luz y casi 7m. de
altura salva el río. El paso tiene
34m. de largo por 4m. de ancho. Lo llaman el Puente Cantos.

Caracena desde el puente Cantos
Subimos al pueblo. Quizás por
su arrinconada situación, por estar fuera de las rutas convencionales, por su
aislamiento respecto a otras urbes, se mantiene intacto al paso del tiempo.
Aquí se ha detenido todo atisbo de modernidad, te sientes en otra época, es un
mundo medieval, te imaginas la vida de las personas que vivieron en estas
tierras duras, frías, yermas de mucha vegetación, entre riscos y cañones donde
solo el pastoreo del ganado da para vivir. El paisaje es sobrecogedor, abrupto,
pero impactante, te impresiona el espectáculo, y rodeado de todo esto se
encuentra la villa medieval de Caracena, encaramada en un promontorio que
domina el paisaje. Nos preparamos para
callejear este pueblo.
Cañones que forma el río Caracena
De entrada lo que destaca a la
vista son sus dos iglesias que luego visitaremos, los restos de sus murallas
que cercaban el pueblo, sus calles
estrechas, empedradas, edificios de dos alturas levantados en mampostería. Son
construcciones tradicionales sin apenas alteración. En el centro del pueblo la plaza mayor con su
rollo jurisdiccional del siglo XVI, como símbolo de poder. A un lado la cárcel,
un edificio sobrio que siendo de propiedad privada no se puede visitar.
Calle San Pedro
Rollo y edificio de la cárcel
Plaza del pueblo
Edificios de arquitectura tradicional
La calle principal es la de
San Pedro, que nos lleva hasta la primera de las iglesias a visitar. Antes
paramos en el bar Nuestra Tierra para tomar un café y charlar con Antonio, el
diligente camarero y uno de los únicos cuatro habitantes del pueblo. El bar lo
regentan sus padres. Es el propio Antonio quien nos abre la iglesia de San
Pedro. Es de estilo románico del siglo XII con galería porticada de siete arcos
apoyados en columnas de doble fuste. Hay quien dice que esta galería procede
del taller de Silos. Su estampa es preciosa
a pesar de las varias reconstrucciones sufridas a lo largo del tiempo. El
ábside, en parte tapado por nuevas construcciones, aún mantiene los canecillos
originales. Lo más interesante es la mencionada galería. Los capiteles
presentan escenas del Nuevo Testamento, escenas de caza, motivos vegetales,
pájaros, animales fantásticos, dos
caballeros luchando con lanzas, lo que parece ser los doce apóstoles, en
definitiva un repertorio espectacular.
En su interior se conserva la pila bautismal románica y varios retablos
y cuadros.
Con nuestro anfitrión Antonio Pacheco
Ahora nos vamos a la iglesia
de Santa María, también con origen románico de la primera mitad del siglo XII,
de una sola nave, con ábside en la cabecera. Posee dos portadas que se abren en
los paramentos norte, (hoy cerrada dentro del cementerio) y sur de la nave, y, a los pies de ésta, una
torre de planta cuadrada y ruda factura. Pero lo más interesante de esta
iglesia quizás sea el par de ventanas con que cuenta como único recurso para su
iluminación.
Iglesia de Santa María
Nos vamos al castillo. Se
encuentra a un kilómetro, más o menos del pueblo, en un alto que lo domina
todo. Se dan noticias de él en el siglo
XII, pero el actual es del siglo XV cuando lo reedificó Alfonso Carrillo de
Acuña, señor de Caracena. Unos años antes sufrió los ataques en el
enfrentamiento entre el señor de la villa en aquellos momentos, Juan de Tobar,
con las tropas de los Reyes Católicos, a los mandos del conde de Buendía, Pedro
de Acuña.
Castillo de CaracenaEl castillo de Caracena consta de una
parte interior con muralla y cinco cubos y torre de homenaje y otra muralla
exterior paralela con diez cubos con foso entre ambos cercos. Está construido
en mampostería. Las vistas son espectaculares de todo el entorno. Se trata de
uno de los mejores castillos de la provincia de Soria.
Muchas cosas que ver y
disfrutar tiene Caracena, pero lo mejor es que el visitante las descubra
despacio, caminando poco a poco, fijándose en pequeños detalles que hacen a
este pueblo muy grande. A nosotros nos ha encantado y por eso decimos que es de
los pueblos más bonitos que hemos visitado.
Para ver el mapa pincha aquí: Caracena
Video de Caracena.
Video del castillo de Caracena
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