TRADUCTOR

sábado, 10 de abril de 2021

CUEVA DE LOS FRANCESES (PALENCIA)

 

LA CUEVA DE LOS FRANCESES Y EL  ESPACIO NATURAL DE COVALAGUA (PALENCIA)

 


Nos hemos desplazado hasta la Cueva de los Franceses una vez más, no nos cansamos de visitar esta hermosa cueva y que creemos que es un tanto desconocida para muchos viajeros y hay que darla visibilidad.

Para llegar cogemos la N-627, que comunica Burgos con Aguilar de Campoo.  Antes de llegar a Aguilar nos desviamos hasta Pomar de Valdivia, (Hay un letrero que indica Cueva de los Franceses) y desde allí nos dirigimos a Revilla de Pomar, que es donde se encuentra la cueva dentro del Espacio Natural de Covalagua y todo ello es Geoparque Mundial UNESCO Las Loras.  Desde este último pueblo una carretera bien asfaltada nos conduce cuesta arriba hasta un cruce donde dejamos el coche y nos dirigimos por un camino hasta Covalagua. Es un paseo entre hayas muy placentero. 


Camino a Covalagua

Después de andar unos 1.000m. llegamos a la surgencia donde una bonita cascada se desborda por la toba. La produce el río Solo lleva bastante agua en época de lluvias, pero aun así el paisaje merece la pena y el recorrido es muy fácil de andar. No es raro ver volar algún buitre o al raro alimoche que anidan por los cortados.


                 Cascada de Covalagua

Desde aquí retomamos camino hasta el coche y subimos la carretera hasta que vemos el edificio habilitado como entrada a la cueva.  Hay un amplio aparcamiento.  La cueva ha sido formada durante millones de años por el río Ivío, que vuelve a surgir en Covalagua.

El nombre de la cueva proviene de cuando la Guerra de la Independencia, cuando las tropas francesas se enfrentaron a los Húsares Cántabros al mando del General Porlier, en los páramos de La Lora. Al parecer los restos de los soldados franceses fueron arrojados por una torca al fondo de la cueva.  La cueva se dio a conocer en 1904 por el sacerdote D. Luciano Huidobro.

           Edificio de entrada a la cueva

El edificio de recepción parece que te está diciendo, por su forma,  hacia donde te encaminas, a las profundidades. El acceso se realiza por un túnel artificial de 62m. y bajando 250 escaleras. Todo el tramo está dividido por tres puertas para conservar la humedad y temperatura de la cueva.

El recorrido es de cerca de 500 metros en horizontal, a través de unas pasarelas metálicas con pequeños desniveles que se salvan con escaleras muy cómodas. Un guía nos acompaña en todo momento  y la duración es de menos de una hora. El complejo Kárstico te sorprende nada más entrar, una gran bóveda nos abre el paso. Es un mundo diferente, mágico, como un cofre del tesoro.  Las luces hacen del lugar un mundo fantástico,  y las sensaciones son indescriptibles, a  cada paso te imaginas formas. Las estalactitas, estalagmitas, coladas y columnas se suceden por toda la cueva. Las formaciones son, a cada cual, más asombrosa.  Es un mundo subterráneo donde no te imaginas que existan estas maravillas de la naturaleza.  Pero como dicen que una imagen vale más que mil palabras ahí os ponemos unas cuantas fotos.





























Acabada la visita nos acercamos al Mirador de Valcabado. Las impresionantes vistas del Valle de Valderredible y Las Loras nos dejan sin palabras.


                    Mirador de Valcabado

Una experiencia muy recomendable para toda la familia. Para pasar un día fuera de la rutina diaria y  que no os dejará indiferentes. Apuntaló en tu agenda.

Para reservas y más información:

Palencia Turismo Cueva de los Franceses

Correo electrónico

Para ver el mapa pincha aquí: Cueva de los Franceses

SI TE HA GUSTADO LA ENTRADA COMPARTELO Y NO OLVIDES SUSCRIBIRTE.

viernes, 9 de abril de 2021

CARACENA (SORIA)

 

CARACENA  (SORIA)

UNO DE LOS PUEBLOS MÁS BONITOS DE ESPAÑA.

 


 Hay muchos pueblos bonitos en España, incluso existe una organización privada que da ese título, previo pago, a muchos de ellos y le colocan el cartel a la entrada del pueblo. No es el caso de Caracena, precioso por sí mismo que no le hace falta el susodicho cartel ni “título” comprado.


La historia de Caracena se remonta a la prehistoria, ya que en el yacimiento de “Los Tolmos” se han encontrado tumbas de hace casi 3.000 años de antigüedad. De la época celtibera muchos historiadores dicen que proviene su nombre, con el significado de “piedra blanca”. Durante la época romana esta villa era centro de comunicación entre la cercana Tiermes  y el valle del Duero, aunque no parece que tuviese asentamientos estables. Durante la Edad Media fue frontera entre árabes y cristianos, donde el conde Fernán González se enfrentó al califa Abderramán III. Posteriormente Almanzor fortificaría Caracena y establecería una población estable hasta el año 1061 que el rey Fernando I toma la plaza. Según se dice la toma del castillo se produjo cuando los árabes estaban de cena, por lo que fue fácil su conquista, así que algunos aluden a este acto el nombre de Caracena, “Caro le salió la Cena”. Mucha historia le acontece al pueblo en siglos posteriores, pero no es motivo de este artículo. Nos vamos a visitar el pueblo. Solo añadir que varios historiadores sitúan en esta población a Pere Abat, autor o copista del Cantar del Mio Cid.

Para llegar hemos cogido la N-122 hasta la población de La Rasa y en el mismo pueblo desviarnos por la carretera hacia Caracena. Tras atravesar, por lo que nos dicen, la mayor plantación de manzanos de Europa que es todo un espectáculo, cruzamos el Duero en Navapalos, para seguir por una carretera estrecha hasta nuestro destino.

 

                 Plantación de manzanos en La Rasa

Antes de llegar al pueblo y con él a la vista, nos detenemos en la ermita de la Virgen del Monte. Es del siglo XVII en estilo barroco. Construida en sillarejo con una sola nave. Su portada está cubierta por un tejaroz presenta un arco de medio punto. Se remata el tejado con una espadaña con hueco para dos campanas. Junto a la ermita hay una construcción que llaman Los Portalejos, edificio donde se reunían los vecinos para merendar el día de romería en el mes de junio. A unos 300m. se levanta una atalaya árabe del siglo X a la que se accede por un camino.


Ermita Virgen del Monte y los Portalejos

Justo antes de entrar en el pueblo una senda nos conduce hasta una fuente y al puente que cruza el río Caracena. Es un recorrido corto andando y merece la pena su visita. En primer lugar vemos la fuente y el abrevadero, de construcción de origen medieval y restaurado en el año 2012.




Puente Cantos y fuente

A continuación bajamos al puente. Es de origen altomedieval y cuenta con varias reconstrucciones, pero manteniendo su estructura primitiva. Un arco de 10m. de luz y casi 7m. de altura  salva el río. El paso tiene 34m.  de largo por 4m. de ancho.  Lo llaman el Puente Cantos.

 

                                    Caracena desde el puente Cantos

Subimos al pueblo. Quizás por su arrinconada situación, por estar fuera de las rutas convencionales, por su aislamiento respecto a otras urbes, se mantiene intacto al paso del tiempo. Aquí se ha detenido todo atisbo de modernidad, te sientes en otra época, es un mundo medieval, te imaginas la vida de las personas que vivieron en estas tierras duras, frías, yermas de mucha vegetación, entre riscos y cañones donde solo el pastoreo del ganado da para vivir. El paisaje es sobrecogedor, abrupto, pero impactante, te impresiona el espectáculo, y rodeado de todo esto se encuentra la villa medieval de Caracena, encaramada en un promontorio que domina el paisaje.  Nos preparamos para callejear este pueblo.




                           Cañones que forma el río Caracena

 De entrada lo que destaca a la vista son sus dos iglesias que luego visitaremos, los restos de sus murallas que cercaban el pueblo,  sus calles estrechas, empedradas, edificios de dos alturas levantados en mampostería. Son construcciones tradicionales sin apenas alteración.  En el centro del pueblo la plaza mayor con su rollo jurisdiccional del siglo XVI, como símbolo de poder. A un lado la cárcel, un edificio sobrio que siendo de propiedad privada no se puede visitar.


Calle San Pedro

Rollo y edificio de la cárcel

                         Plaza del pueblo


Edificios de arquitectura tradicional


La calle principal es la de San Pedro, que nos lleva hasta la primera de las iglesias a visitar. Antes paramos en el bar Nuestra Tierra para tomar un café y charlar con Antonio, el diligente camarero y uno de los únicos cuatro habitantes del pueblo. El bar lo regentan sus padres. Es el propio Antonio quien nos abre la iglesia de San Pedro. Es de estilo románico del siglo XII con galería porticada de siete arcos apoyados en columnas de doble fuste. Hay quien dice que esta galería procede del taller de Silos.  Su estampa es preciosa a pesar de las varias reconstrucciones sufridas a lo largo del tiempo. El ábside, en parte tapado por nuevas construcciones, aún mantiene los canecillos originales. Lo más interesante es la mencionada galería. Los capiteles presentan escenas del Nuevo Testamento, escenas de caza, motivos vegetales, pájaros,  animales fantásticos, dos caballeros luchando con lanzas, lo que parece ser los doce apóstoles, en definitiva un repertorio espectacular.  En su interior se conserva la pila bautismal románica y varios retablos y cuadros.




                        Iglesia de San Pedro

                         Con nuestro anfitrión Antonio Pacheco

Ahora nos vamos a la iglesia de Santa María, también con origen románico de la primera mitad del siglo XII, de una sola nave, con ábside en la cabecera. Posee dos portadas que se abren en los paramentos norte, (hoy cerrada dentro del cementerio)  y sur de la nave, y, a los pies de ésta, una torre de planta cuadrada y ruda factura. Pero lo más interesante de esta iglesia quizás sea el par de ventanas con que cuenta como único recurso para su iluminación.

 


                Iglesia de Santa María

Nos vamos al castillo. Se encuentra a un kilómetro, más o menos del pueblo, en un alto que lo domina todo.  Se dan noticias de él en el siglo XII, pero el actual es del siglo XV cuando lo reedificó Alfonso Carrillo de Acuña, señor de Caracena. Unos años antes sufrió los ataques en el enfrentamiento entre el señor de la villa en aquellos momentos, Juan de Tobar, con las tropas de los Reyes Católicos, a los mandos del conde de Buendía, Pedro de Acuña.




                     Castillo de Caracena

El castillo de Caracena consta de una parte interior con muralla y cinco cubos y torre de homenaje y otra muralla exterior paralela con diez cubos con foso entre ambos cercos. Está construido en mampostería. Las vistas son espectaculares de todo el entorno. Se trata de uno de los mejores castillos de la provincia de Soria.

 


Muchas cosas que ver y disfrutar tiene Caracena, pero lo mejor es que el visitante las descubra despacio, caminando poco a poco, fijándose en pequeños detalles que hacen a este pueblo muy grande. A nosotros nos ha encantado y por eso decimos que es de los pueblos más bonitos que hemos visitado.

 Para ver el mapa pincha aquí: Caracena

Video de Caracena.


Video del castillo de Caracena


SI TE HA GUSTADO LA ENTRADA COMPARTELO Y NO OLVIDES SUSCRIBIRTE.

 

QUÉ VER EN DAROCA (Zaragoza)

  QUÉ VER EN DAROCA (ZARAGOZA)  Visitamos la ciudad de Daroca , un precioso pueblo zaragozano que es la capital del valle del Jiloca, con  ...

ENTRADAS POPULARES