QUÉ VER EN CASCAJARES
DE LA SIERRA (BURGOS)
A LOS PIES DEL MONTE GAYUBAR
Los usuarios de la N-234 pasan a diario por Cascajares de la Sierra, pero pocos se detienen a visitarlo. Nosotros hemos parado y pateado por su población. Es una pequeña localidad del antiguo Alfoz de Lara, a los pies del farallón rocoso del monte Gayubar, en las estribaciones de la Sierra de La Demanda y surcando sus terrenos el río Arlanza y qué tiene mucho qué ver
Historia de Cascajares de la Sierra
El
origen de esta población nos remonta a la época de repoblación, en el proceso
de reorganización del territorio llevado a cabo a partir de los años finales
del siglo IX. Nos cuenta la leyenda y el fabuloso poema de Fernán González que
el lugar fuera escenario de una importante batalla entre musulmanes y
cristianos, aunque parece ser que tal enfrentamiento sí se produjo pero
gobernando Gonzalo Fernández, padre de Fernán González en la segunda década del
siglo X. Y continúa la leyenda "...en Contreras los encontraron, en Cascajares
los cascaron y en Hacinas los hacinaron...". aduciendo así el porqué de su nombre, pero
los estudiosos señalan su nombre como lugar de cascajos. Es historia y leyenda.
Con
fecha 2 agosto de 1052 hay un documento en el cartulario del monasterio de San
Pedro de Arlanza, en el que aparece por primera vez su nombre, como “Cascaliare”.
Este
pueblo permanecerá bajo la órbita del gran cenobio de Arlanza, y en los años
1058 y 1059 se le otorgan más posesiones y parece que por esas mismas fechas
también recibe el señorío de la villa, con jurisdicción civil y eclesiástica.
Será el abad del citado monasterio quien, en el año 1226, otorgue a la villa
los fueros. . El Becerro de las Behetrías, año 1352, nos indica que el abad de
Arlanza seguía manteniendo el señorío del lugar pero era un condominio de
abadengo y solariego dentro de la merindad de Santo Domingo de Silos. En el
censo de 1591-1594, la población “Cascaxares” aparece integrada, dentro la
actual provincia de Burgos, pero en las “Tierras del Condestable” y en la
jurisdicción de “Santo Domingo de Silos
con sus arrabales”. A finales del siglo XVIII
se incardinaba dentro del partido de “Can de Muñó” en la ”Jurisdicción
de Salas de los Infantes” como lugar de señorío. En 1843, Cascajares adquirirá
ahora la independencia jurídica y empezará funcionar como ayuntamiento
constitucional. Los datos del siglo XIX nos los proporciona el “Diccionario
Geográfico-estadístico de España y sus posesiones de ultramar” de Pascual
Madoz, donde se da cuenta que tenía 110
habitantes, escuela de instrucción primaria para niños de ambos sexos; que sus
cultivos eran los tradicionales, sobre todo trigo, y que era un buen terreno para
la caza de liebres, conejos y perdices; que tenía un monte poblado en encinas,
robles y algunos enebros. Empezó el siglo XX con 149 habitantes, siendo su
máxima población entre los años 20 y 30, con 175 personas, decayendo a partir
de mediados de siglo y contando en 1970 con 65 habitantes. La despoblación fue
progresando hasta la actualidad con 28 personas censadas, pero que no todas
viven todo el año.. Hasta aquí un poco de su historia, ahora os contamos
nuestra visita.
Turismo
El casco urbano de Cascajares se articula en manzanas paralelas, en calles bien cuidadas, con edificios adosados, en los que la arquitectura tradicional, levantada en piedra arenisca en mampostería, convive con casas reformadas y otras de nueva construcción. En alguno de los tejados hemos visto lo que queda de las tradicionales chimeneas encestadas. Una sorpresa para nosotros es la instalación en el pueblo de una bodega de vinos, estaba cerrada y no pudimos preguntar. En las afueras del pueblo se observan los edificios auxiliares, en los que se guardaban o guardan los aperos de labranza y el ganado doméstico. Los restos de un molino, que fue municipal languidece entre maleza.
Calles de Cascajares
El edificio que sobresale es su iglesia parroquial. Con advocación de la Natividad de Nuestra Señora, es un templo de tres naves en forma de gran salón, muros de piedra sillería de cuidada estereotomía y espadaña a los pies de la nave central. Su origen es románico del que sólo se conservan algunas hiladas de la zona norte y el arranque del resto, pues sufrió una profunda reforma en el siglo XVIII a la que corresponde la traza de las ventanas. Su ábside semicircular si conserva su fisonomía románica, canes, dos columnas y ventanal cegado, de finales del siglo XII, aunque tiene añadidos los muros de la sacristía y la nave norte. La portada es sencilla con arco de medio punto y grandes dovelas, bajo pórtico abierto, sostenido por dos columnas. En su interior tiene pila románica muy interesante, forma troncocónica invertida, con decoración en cenefa, arcos, dobles fustes, cruz patada, follaje y animales. Las medidas son de 117cms. de diámetro por 74 de altura. Tiene varios retablos.
Iglesia de Cascajares
Retablo
Pila románica
Otro edificio religioso es la ermita de San Antonio, de fábrica románica, pero muy sencilla, por las muchas transformaciones y posiblemente levantada sobre otra anterior. Este pequeño templo, ubicado en una pequeña loma es donde la tradición sitúa la batalla de Cascajares.
Ermita
Además
desde este lugar se puede hacer rutas y contemplar una rica fauna y ver volar a
los buitres en el Monte Gayubar y hacer turismo por la zona, pues hay mucho qué ver.
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