BRAZACORTA
(BURGOS)
UN PEQUEÑO PUEBLO EN LA RIBERA DEL DUERO.
Hay
muchos pequeños pueblos en la Ribera del Duero que merecen la pena visitar, ya
porque hayan conservado sus tradiciones
o por que conservan un patrimonio digno de ver. Es el caso de Brazacorta, una
población que llegó a contar en la primera mitad del siglo XX con cerca de 500
habitantes y que hoy no llega a 50. La despoblación a lugares con más
oportunidades le ha pasado factura al igual que a la mayoría del mundo rural.
Para
ver el origen del pueblo hay que remontarse a la época de repoblación, y al proceso
de reorganización habido en estas tierras a partir de las conquistas a los
árabes, el año 912, por los condes castellanos que irá dando sus frutos, sobre todo ya a
partir de la tercera década del siglo XI. La aparición del importante alfoz de
Clunia y el reparto de poder entre la
corona, los monasterios y algunas familias nobles significadas y de las
Comunidades de Villa y Tierra, con los caballeros villanos, serán el soporte de
la organización administrativa de esta tierra ribereña.
Las
primeras noticias escritas de “Brazacortam” (Brazacorta) las tenemos en el año 1194, sobre el
monasterio de monjas premonstratenses de Santa María, fundado por la condesa
Ermesenda, viuda del conde Manrique Pérez de Lara, después de que el Monasterio
de Santa María de La Vid, que había sido un monasterio dúplice, se convirtiera
en uno solamente para monjes. Posteriormente
el 24 de abril de 1287 el rey Sancho IV de Castilla concedió al
monasterio la merced y el derecho de tomar una oveja de cada "mano"
(rebaño) de ganado transhumante que pasase por el término. Alrededor de este
convento surgieron los hogares de quienes daban servicio al monasterio, germen
del actual núcleo poblacional. Brazacorta perteneció al señorío del conde de Coruña,
que nombraba a su alcalde.
De
aquel monasterio solo queda su iglesia, que es la actual parroquia de Brazacorta,
dedicada a La Asunción, de origen
románico. El templo se sitúa en la parte
baja de la población y, a pesar de la desafortunada actuación de su torre,
conserva elementos románicos en el ábside, algunos en muy mal estado, en la fachada, y en su interior. Es de tres naves y cubierta de artesonado con
maderas policromadas.
Interior de la iglesia
Vista exterior de la iglesia
Abside de la iglesia de La Asunción
Antiguo lavadero y fuente con pilón
Vistas de Brazacorta
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