MAMOLAR (BURGOS)

 

MAMOLAR, (BURGOS) A LA SOMBRA DEL PICO ÁGUILA.

Mamolar es de esos pueblos pequeños a los que para conocerle tienes que ir, no está de paso en una buena comunicación, al revés, una estrecha  carretera te lleva hasta el pueblo. Para llegar cogemos la N-234 y en el cruce de  Pinilla de los Barruecos nos adentramos hasta este último pueblo y desde allí, en 5 kilómetros llegamos a Mamolar. Se sitúa a la sombra del Pico del Águila en la Peñas de Cervera y forma parte del Parque Natural Sabinares del Arlanza  y la Yecla, dentro de un marco espectacular, a orillas del río San Miguel.  En su territorio nace el río Lobos, y desde aquí parte el Sendero de las Fuentes del Río Lobos,  rodeado de peñas redondas, tantas que su nombre deriva de la forma de las piedras, “monte en forma de muela”, que así figura en la primitiva documentación, “Monte Molare”  y que sería el nombre puesto por los primeros pobladores en la época de reconquista, ya que al parecer el propio Fernán González lo incluye en el territorio de Lara en el año 931. Después pasaría a manos del Cid y posteriormente al señorío del Monasterio de Silos. Por esta tierra pasó el caudillo moro Almanzor y cuenta una leyenda que las jóvenes Elena y Centola, (patrona del pueblo) se arrojaron desde lo alto de un peñasco para no ser mancilladas por los moros.

Mucho ha cambiado Mamolar a lo largo de los últimos tiempos, solo hay que ver la población que tenía a principios del siglo XX hasta mediados de ese siglo, llegando a sobrepasar con creces los 300 habitantes y los pocos que quedan en la actualidad, que no llegan a 30 censados, siendo la mayoría mayores de 60 años.  Nos contó un vecino que el éxodo se produjo a mediados del XX a causa de unas fuertes tormentas que destruyeron las cosechas y los puentes que les comunicaban con otras poblaciones. Al quedarse aislados no les quedó otro remedio que emigrar a mejores sitios. Según este hombre hasta esas fechas en el pueblo se vivía bien, había muchos vecinos que trabajaban la madera, construyendo carretas, puertas y ventanas, que por algo  le llamaban “el pueblo de los carpinteros”.

                                Lavadero del pueblo

                        Puerta con postigo
El pueblo conserva las construcciones tradicionales, las levantadas con piedra y adobe y chimenea encestada. Conviven con las viviendas modernas, algunas del siglo pasado llaman la atención por su edificación. Se conservan las construcciones auxiliares para los aperos y el ganado.

                       Calles y casas de Mamolar

Sobre las demás edificaciones sobresale la iglesia parroquial, dedicada a Santa Centola. Posiblemente levantada sobre otra anterior, es de estilo renacentista, de una sola nave con arcos y nervios de piedra. El ábside es rectangular con contrafuertes. La torre es cuadrada con los huecos para las campanas. La portada es clasicista con arco de medio punto.

                          Iglesia de Mamolar

Otro edificio religioso, a las afueras del pueblo es la ermita de Santiago, de una sola nave y de sencilla construcción. No es extraña la advocación al santo peregrino ya que por Mamolar pasa la Ruta de la Lana, un ramal del Camino de Santiago que proviene desde el Levante hasta la capital burgalesa y el Camino Aragonés, que viene de tierras sorianas.

Una tradición con mucho arraigo es “la pingada del mayo”, que al igual que en otros muchos pueblos serranos, se corta en el monte un gran pino y llevarlo al pueblo para ser erguido en la plaza por los vecinos.

Desde el pueblo se pueden realizar rutas por los montes del contorno. A la ya dicha de Las fuentes del Río Lobos, se puede subir al Pico del Águila, también llamada Peñáguila, con una altura de 1.378m. La ruta sale desde la ermita de Santiago en un ascenso de 300 metros de desnivel hasta la cima.

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VIDEO DE MAMOLAR: