UN DÍA
ENTRE LA REVILLA Y AHEDO DE LA SIERRA
(BURGOS)
Peñas de Carazo y San Carlos
Hay pueblos a desmano de las rutas y caminos que habitualmente solemos hacer, pueblos que solo ves en los carteles de trafico cuando pasas por una carretera principal, pero que nunca te da por tomar la desviación. Pueblos que nos suenan, pero no conocemos. Son pequeñas poblaciones a las que no vas a no ser por un motivo especial y que en el mapa de las guías pasan desapercibidos. ¿Cuántas veces hemos estado junto a un pueblo y no nos hemos detenido a visitarlo? Este es nuestro caso con estas dos poblaciones, tan cercanas a nosotros y tan lejanas a la vez. Pocas noticias salen a la luz en estos lugares, si exceptuamos la aparición hace poco tiempo de un yacimiento de dinosaurios en el paraje las tenadas de los Vallejos II donde el equipo de C.A.S de Salas de los Infantes descubrió restos de varias especies, entre ellos el fémur completo de un rebaquisáurido. También está catalogado un yacimiento altomedieval, posiblemente visigodo.
Para dirigirse a estas
poblaciones cogemos una desviación en la N-234 entre Salas de los Infantes y
Barbadillo del Mercado. Tras una serpenteante carretera llegamos a La Revilla.
La historia de estos pueblos
está documentada muy tardíamente, aunque algunos estudiosos los citan como
pertenecientes al concejo de Burgos en el año 1225, se citan por primera vez en 1587, como integrantes del
alfoz de la Ciudad de Burgos, si bien en 1591 se sitúan bajo la jurisdicción de
Barbadillo del Mercado como “Revilla y
sus anejos”. En 1785 figuran en el partido de “Can de Muño” como barrios de
realengo de Barbadillo, pasando en 1845 al partido de Salas de los Infantes,
como pedanías de Barbadillo y sin
ayuntamiento propio.
Su población sufrió la
desbandada de mediados del siglo XX, y de los más de 500 habitantes que
llegaron a contar, hoy en día no llegan a 50, entre los dos pueblos, los que
viven todo el año.
En La Revilla conviven las construcciones tradicionales con las nuevas viviendas reformadas. Las antiguas corresponden al tipo serrano, levantadas con piedra arenisca de tonos rojizos, con grandes bloques en puertas y ventanas. Los muros son de sillarejo y los tejados a dos y cuatro aguas.
Calles y casas de La Revilla
Fragua y potro
Lavadero y chimenea encestada
Entre los edificios destaca la iglesia parroquial, dedicada a Nuestra Señora de la Vega. De una sola nave y capillas adosadas, su origen sería románico pero las diferentes fases de reconstrucción no dejan ver la original. La actual parece ser que se levantó en el siglo XVI, con reformas en el siglo XX. El ábside es cuadrada y portada clasicista con arco de medio punto moldurado. La torre corresponde al siglo XIX, con cuatro huecos para las campanas.
Iglesia de La Revilla
En las inmediaciones del pueblo se encuentra la ermita de Nuestra Señora del Amparo, comunera junto con Barbadillo y Ahedo. Con origen al parecer romano, se asienta en un altozano sobre el Valle del Arlanza. Es un templo de planta basilical de una sola nave con muros de sillarejo. Todo indica que se levantó en el siglo XVII sobre otra anterior, pues en su edificación se utilizó varias piedras y estelas romanas y altomedievales, lo que hace pensar en un yacimiento muy antiguo en el lugar.
Ermita Nuestra Señora del Amparo
Fotograma de la película "El Milagro de P.Pinto"
Hay que señalar que la
instalación hace pocos años de dos restaurantes asadores han dinamizado el
pueblo los fines de semana y la época estival.
Dejamos La Revilla para
dirigirnos A Ahedo de la Sierra. Una carretara estrecha y empinada que sale
desde el mismo pueblo nos lleva en pocos minutos.
Ahedo se aferra en las laderas
de la Peña San Carlos y la Peña de Carazo. Desde este pueblo se realiza la
subida a la peña, siendo muy frecuentada por senderistas.
Las peñas de Carazo y San Carlos al fondo del pueblo
Es pequeño el núcleo rural, con viviendas tradicionales junto a construcciones nuevas. Las antiguas con la tipología del pueblo vecino y varias construcciones de una sola planta, alguna con chimenea cónica. Las calles estrechas parece que se dirigen hacia la iglesia, situada en lo más alto del pueblo.
Casas y calles de Ahedo
El paisaje que se divisa desde
el pueblo es espectacular, al norte las moles rocosas de las Peñas, al sur el
monte Gayubar, más al fondo la Sierra de
la Demanda, en medio el Valle del Arlanza. Un placer para la vista.
Monte Gayubar
Hemos pasado un día tranquilo,
paseando por estos pueblos y contemplando sus paisajes. Animaros a conocerlos,
merece la pena.
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SI QUIERES VER EL MAPA PINCHA AQUÍ: La Revilla y Ahedo
-Que bonito reportaje, detalles precisos, muy buena fotografía y muy ameno.
ResponderEliminar-Seguiré viendo tus artículos.
- Con tu permiso reenviaré el enlace al blog a mis grupos de amigos.