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jueves, 23 de julio de 2020

LA FUENTONA Y MURIEL DE LA FUENTE (SORIA)

LA FUENTONA Y MURIEL DE LA FUENTE (SORIA)

UN LUGAR PARA DISFRUTAR DE LA NATURALEZA

 

Si queremos encontrar un lugar mágico en la naturaleza seguramente “La Fuentona” es uno de esos sitios.




Para llegar allí hemos cogido la carretera N-234 hasta el cruce que se encuentra entre Abejar y San Leonardo que nos lleva a  Cabrejas del Pinar. Desde éste último pueblo cogemos la carretera  que se dirige a Calatañazor. Antes de llegar, un cruce a mano izquierda nos indica a Muriel de la Fuente. Son poco más de 12Km. por una carretera entre sabinas y carrasca.  Antes de entrar al pueblo de Muriel, y nada más pasar “La Casa del Sabinar”, que es el Centro de Interpretación de la zona,  (Y es que la zona tiene mucho que ver por lo que nosotros lo dividiremos en dos entradas en el blog) https://lasrutasdemaykayvivi.blogspot.com/2020/07/calatanazor-donde-perdio-el-tambor.html un letrero  nos indica a mano derecha la entrada a La Fuentona. Tomamos un camino de tierra en buen estado hasta llegar a un aparcamiento bajo la ermita de Nuestra Señora del Valle. Merece la pena subir unos metros para su visita. Es de estilo románico con añadidos posteriores. A sus pies se encontró una necrópolis del siglo XII durante la extracción de áridos.  

Ermita y comienzo de la ruta

El recorrido podemos iniciarlo desde aquí, son 1.500m, o seguir con el coche hasta otro aparcamiento junto a la caseta de Punto de Observación de Aves. También se puede realizar el recorrido andando por un sendero junto al río Abión. Nosotros hemos iniciado la ruta desde la ermita.  Al poco de iniciar el camino hemos parado en el bar que se encuentra junto a la vieja piscifactoría  para saludar Virginia, su dueña.  Después de llevar más de 20 años regentando el bar es la que mejor conoce La Fuentona.  Si quieres tomar un tentempié éste es el sitio. Está abierto desde Semana Santa hasta octubre.

Seguimos el camino hasta el otro aparcamiento y desde allí sale el sendero que nos conduce al ojo de La Fuentona.  Son 800m. que discurre junto al río, por un cañón poblado de sabinas y en las márgenes del río bosque de ribera. El paseo es espectacular.


No es raro ver sobrevolar a diferentes tipos de aves, como buitres, gavilanes, alimoche y halcón peregrino  o junto al río, que se pueden ver algún martín pescador o lavanderas blancas.   Unos metros antes de llegar al final el sendero se bifurca indicando a mano derecha el camino a la cascada. Ésta no tiene agua nada más que en época de grandes lluvias o deshielos, por lo que no merece la pena la excursión.(Añadir que en el folleto que nos dieron figura como camino cortado).



Vistas desde el sendero

 Seguimos a mano izquierda hasta llegar al ojo. Espectacular, maravilloso, fantástico, no sé qué adjetivos definen éste lugar. Nos encontramos solos. No hay más visitantes. Todo el entorno es nuestro. Te sientas y no paras de disfrutar del paisaje. La palabra PAZ es la que define este momento. No te cansas de hacer fotografías desde todos los ángulos.









La Fuentona es una surgencia Kárstica que da origen al río Abión, y tiene una profundidad con más de cien metros explorados sin llegar al final.

Como hemos dicho es un lugar mágico, por algo fue declarado “Monumento Natural de La Fuentona” en 1998.  NO TE LO PUEDES PERDER.

Después de tanta belleza natural nos dirigimos a Muriel de la Fuente.




Muriel de la Fuente es un pueblo enclavado en la Sierra de Cabrejas,  pequeño, pero con encanto y mucha historia. En sus inmediaciones se han encontrado yacimientos de la Edad  del Bronce y grabados rupestres en una cueva. En su tiempo contó con un castillo del que solo quedan restos.  Como dependiente de un señorío conserva un rollo jurisdiccional del siglo XVII.  Es muy curioso éste rollo pues es de madera  tallado en la parte superior,  de los pocos que deben existir en la geografía nacional.

                                         Rollo o picota

Sus casas son de construcción tradicional y destaca una a la orilla de la carretera que conserva su antigua estructura tal y como era en sus orígenes la casa pinariega. Consta de dos plantas, la baja de piedra de mampostería y la superior de adobe y entramados de madera. La fachada principal tiene grandes puertas y pequeñas ventanas, para que no entrase el frío del invierno y con un gran balcón de madera. El tejado a tres aguas con un gran alero, rematado con la chimenea cónica realizada con un entramado de varas de madera recubiertas de barro.


Casa pinariega y detalle de la misma

La iglesia tiene un origen románico, de la cual se conserva un arco en el atrio,  pero ha sufrido muchas transformaciones.  La actual es del siglo XVIII. Está dedicada a San Nicolás de Bari y la Virgen del Valle. En su interior se encuentra una pila bautismal del siglo XI.


Iglesia

A la entrada del pueblo se conserva la antigua fragua que no pudimos visitar al estar cerrada.


Dentro de su término se encuentra el antiguo palacio  de la familia Vinuesa, que ejercía el señorío en Muriel y que hoy es la sede de la “Casa del Sabinar” centro de interpretación del parque.

Muriel  de la Fuente con sus escasos 60 habitantes se aferra al turismo que les trae “La Fuentona” para luchar contra la despoblación.



miércoles, 22 de julio de 2020

VALDEANDE (BURGOS)

VALDEANDE (BURGOS)

 UN PEQUEÑO PUEBLO CON MUCHO QUE ENSEÑAR

 

Fuente vieja

Para llegar a Valdeande cogemos la carretera que una Santo Domingo de Silos con Caleruega, BU-910  y unos metros antes de llegar a éste último pueblo, cogemos el desvío que señala Valdeande y en menos de 5 Km. nos encontramos con el pueblo. El origen del nombre proviene de “Valdefañez” por ser el poseedor de estas tierras el hijo de un conde de apellido Fernandez, de ahí “Valle de Fernández al hoy Valdeande. Como hemos dicho es un pueblo pequeño, de tan sólo 50 personas en los meses invernales, pero muy cuidado y que se agarra a iniciativas turísticas para luchar contra la despoblación. No en vano en los meses de verano la población puede superar los 600 habitantes. 


Calle y plaza del ayuntamiento

Pasear por sus calles es ver construcciones de arquitectura tradicional de la zona, fachadas de piedra, entramados de madera,  puertas de entrada en forma de arco en piedra de sillería, ventanas pequeñas para evitar el frio o el calor, muros gruesos en las paredes exteriores y chimeneas en cono, típicas serranas. Muchos de sus balcones son de hierro forjado con filigranas. Lo curioso de algunas fachadas es el tallado de caras junto a puertas o ventanas. Aparcamos el coche frente a los antiguos lavaderos que se está procediendo a su restauración, ya que durante años estuvieron tapados con tierra y un pequeño jardín. Según nos cuentan ha sido la nueva corporación municipal la que ha decidido ponerlos en valor. Una decisión muy acertada. Son tres piletas construidas con losas de piedra calcárea  de las canteras que hubo antaño en el pueblo. Por su fábrica tienen que datar de muy antiguo y se han estado usando hasta la década de los 90. Un poco más adelante vemos una construcción en forma de capilla, es la que llaman “Fuente Vieja” que por su estilo parece románica y de origen medieval. Consta de dos arcos de medio punto separador por una columna. Una inscripción tallada en ella nos indica que fue restaurada en 1703. La fuente es muy vistosa y no pasa desapercibida al visitante.

                              Caras en las fachadas de las casas                                  Forja en los balcones


                                                  Calle vista desde la  fuente nueva 


 Nos dirigimos hacia la iglesia y de camino nos encontramos la que va a ser nuestra guía particular, su nombre María Iglesias, además concejal del ayuntamiento valdeandino. Su amabilidad y su elocuencia a la hora de contarnos la historia del pueblo la aprovechamos al máximo. Ella nos cuenta que a poca distancia del pueblo existe el yacimiento de la ciudad romana de Ciella y que muy posiblemente fuese anteriormente el asentamiento vaceo de Gella. Tribus que lucharon contra la ocupación romana de ésta zona. Las primeras noticias medievales de éste lugar las encontramos en la documentación del monasterio de Arlanza en el año 1034, cuando se cita el lugar como "Cellan Chesoni" con el significado de celda o habitación de Keson, nombre de persona. Nos indica María que luego visitaremos el Aula Arqueológica que guarda los restos encontrados en ella. El propio yacimiento no se puede visitar al estar tapado para evitar su deterioro y su expolio. (Yo lo visité hace unos años y aún se podían ver las tumbas descubiertas en la necrópolis) pero hay una ruta de senderismo, la PRC-BU-169 que pasa por el lugar.



                                                                            Tumba antropomorfa de la necrópolis

La visita se dirige ahora a la iglesia. Está bajo la advocación de San Pedro Apóstol y en ella concurren varios estilos. Lo más antiguo es la portada y la parte baja de la torre, todo ello del siglo XI. La portada tiene varios arcos de medio punto. La alta torre es más ancha por abajo que por arriba. Al parecer la torre originalmente sirvió de fortificación y torre de vigilancia durante la reconquista a los musulmanes a la vez que el desaparecido castillo, que como ya se ha dicho lo mandó construir el Conde Gonzalo Fernández, de donde le viene el nombra al pueblo, padre de Fernán González. Éste castillo lo asoló Almanzor.

Iglesia de San Pedro

La cubierta de la iglesia es gótica, y según la tradición en el pueblo la construyeron los templarios y nuestra guía nos enseña una cruz templaria tallada en una pared del baptisterio. Dentro de éste, nos encontramos con una gran pila bautismal románica. Su pie es  de grandes proporciones y tiene tallados arcos de medio punto con representaciones del bautismo. Es muy llamativa. Preside el presbiterio un retablo del siglo XVI de estilo plateresco. Además tienen varias tayas de santos repartidas por la nave de la iglesia.

Pila y retablo 

Salimos de la iglesia y vamos al “Lagar”. El lagar, según nos cuenta María, perteneció a varios vecinos que lo donaron al pueblo para convertirlo en un museo del vino, ya que Valdeande tiene mucha tradición vitivinícola. En el camino hacia el “Lagar” hemos visto varias bodegas escavadas en el terreno y dos o tres zarceras para que respiren hechas de piedra. Al entrar en el museo lo primero que vemos es la larga viga, de unos 20m.  el usillo, el castillete de maderos, y la pila grande. Éste conjunto es donde se prensa la uva para sacar el vino. De las paredes cuelgan los utensilios que se utilizaban en todo el proceso, desde la vendimia hasta que salía el vino. El museo se inauguró en el año 2011 y el encargado de darle forma ha éste lagar del siglo XVIII ha sido Rubén Arrabal. El museo pertenece al proyecto de “MUSEOSVIVOS” por lo que las reservas de las visitas hay que hacerlas con la aplicación para móvil  http://museosvivos.com/. No es el único lagar en el pueblo, hay 12 más de particulares.



                                                                       Lagar e interior del mismo
Zarcera y bodega subterránea

Antes hemos hablado del yacimiento de Ciella y a su Aula Arqueológica nos dirigimos. Está situada en las antiguas escuelas. El aula tiene como símbolo un Hipocampo, un animal mitológico que apareció en un mosaico cuando se descubrió el yacimiento. En el museo podemos ver los objetos encontrados durante las excavaciones, maquetas  y la recreación de lo que era una villa romana. Las instalaciones son muy completas e ilustrativas, además se cuenta con un folleto donde se explica la historia de la villa.








Aula Arqueológica de Ciella y nuestra guia

Nosotros hemos tenido la suerte de contar con la compañía de María, de lo cual estamos muy agradecidos, pero los que quieran visitar el pueblo lo tendrán igual de fácil que nosotros porque han entrado en el programa promovido por Adri Ribera del Duero “Te enseño mi pueblo” y sólo hay que ponerse en contacto con el ayuntamiento y voluntarios de Vandeande estarán gustosos de enseñártelo. El teléfono es 947 534 034.

                 El lavadero recuperado


Vista del palomar al que los valdeandinos  llaman el castillo 
Una escapada a Valdeande que merece la pena y desde aquí puedes iniciar rutas para  visitar muchos pueblos con encanto encuadrados en la Mancomunidad de La Yecla. No te arrepentirás.

SI VIAJAS POR LA RIBERA DEL DUERO Y LA SIERRA BURGALESA  TE ESPERAMOS EN HUERTA DE REY. EN HOSTAL CAMINO DEL CID ADEMÁS TE INFORMAREMOS DE TODOS LOS SITIOS DE INTERÉS



 


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