TRIANGULO
RIBERA DEL DUERO BURGALESA
Son tres los que os enseñamos, pero podíamos poner muchos
más, ya que la Ribera del Duero burgalesa cuenta con preciosos pueblos que no
se pueden dejar de visitar. Si hemos señalado estos tres, Caleruega, Peñaranda de Duero
y La Vid, es por su cercanía entre
ellos y porque se pueden visitar los tres en un solo día.
CALERUEGA
Visitar Caleruega no te deja indiferente, su cuidado pueblo y los numerosos recursos turísticos te da para varias jornadas de visita. Nosotros intentaremos en un día enseñaros lo más interesante, que no es poco.
No se puede hablar de Caleruega sin mencionar a Santo Domingo de Guzmán, hijo del pueblo y fundador de los dominicos.
Lo primero que salta a la vista cuando entras en el pueblo son sus casas de piedra caliza, sus calles bien pavimentadas y cuidadas. Caminar por sus calles estrechas es ver edificaciones bien levantadas, muchas de nueva construcción, pero siempre utilizando la piedra blanca de las canteras próximas al pueblo.
Sobresale
sobre las demás edificaciones la iglesia y la parte monástica con el Torreón de
los Guzmanes. La iglesia, dedicada a San
Sebastián, de una sola nave, con origen románico del siglo XII. Sólo se
conserva de aquella época la torre, parte del arco de entrada y en su interior
el presbiterio y un Cristo. En la pila de esta iglesia fue bautizado Santo Domingo de Guzmán, que posteriormente y
por expreso deseo del rey Alfonso X, fue
trasladada al monasterio de monjas, que la custodiaron hasta 1605. Se dice que
en esta pila se bautiza a los miembros recién nacidos de la familia real
española. Actualmente se encuentra en Madrid.
En
su interior se conserva la cripta de la
Beata Juana, madre del Santo. Al final de la nave está el coro. La iglesia
contiene varias tallas de santos y un calvario. El templo ha sufrido varias
modificaciones, la más importante en el siglo XX, cuando se enfoscó el ábside.
El
conjunto monástico comprende el antiguo convento de las Madres Dominicas y el
moderno de los Padres Dominicos.
Rodeando el Torreón de los Guzmanes se construyó a mediados del siglo XX el
monasterio de los Padres Dominicos. El Torreón es del siglo X, con 17 metros de
altura y con muros de 2 metros de grosor. Consta de cuatro plantas, la última
con acceso a la terraza superior. Este torreón era el Solar de la familia
Guzmán. El convento guarda un pequeño museo,
la bodega de la Beata Juana y el sepulcro de la Infanta Leonor de
Castilla, hija de Alfonso X. En la actualidad también ejerce de Casa de
Espiritualidad. Todo el conjunto
monástico ofrece una estampa muy bonita en el pueblo.
Además
en Caleruega se encuentra la bodega
más antigua de la Ribera del Duero. Está documentada en el año 1179, cuando
pertenecía al Rey Alfonso VIII. Consta de una nave de 25 metros y una zarcera
de 12 metros. Es digna de visitar. Se encuentra a dos kilómetros por una ruta
bien señalizada. Ya puestos en ruta, y
dado su cercanía, no se debe de dejar de visitar Las Loberas y el muladar.
PEÑARANDA DE DUERO
Peñaranda de Duero es uno
de los pueblos más bonitos de Castilla y León, título que le fue otorgado en el año 2018. Y por si fuese poco ha
entrado en la Asociación de Pueblos Mágicos de España. Nos adentramos en un pueblo medieval, muy
bien conservado, con mucha historia y muchos
monumentos, el propio pueblo está
declarado Conjunto Histórico. Además tiene declarados como Bienes de Interés
Cultural los siguientes: el castillo, la muralla, el rollo jurisdiccional, la
botica y el palacio de los Condes de Miranda, siendo éste monumento el
declarado B.I.C. más antiguo de la
provincia burgalesa, en 1923.
Entramos al pueblo por la calle Real, por una de las puertas de la muralla, llamada “El Arco de las Monjas”, que rodeaba al pueblo. La calle es estrecha y empedrada, Conserva la arquitectura tradicional de piedra, madera y adobe. A ambos lados se levantan las casas, con callejuelas a otras calles. Hay casas blasonadas, otras porticadas, otras con entramados de madera, otras con sus soportales de columnas y si te fijas bien, al pie de las casas hay unas pequeñas ventanas que hacen de zarceras, los respiraderos de las bodegas subterráneas, ya que en casi todas las casas se conservan las bodegas tradicionales de vino. Nos sumergimos en un mundo medieval. Caminar por esta calle es retroceder en el tiempo. Es casi parada obligatoria en cada edificio. En esta calle se encuentra el ayuntamiento. Seguimos un poco más adelante para visitar la farmacia en funcionamiento más antigua de España, la farmacia Jimeno, fundada por Lucas Ximeno en 1725. En su interior se conserva una excelente colección de botes de botica. (al estar abierta al público no se pueden realizar visitas turísticas).
De vuelta
por la misma calle nos dirigimos a la monumental plaza del pueblo.
Impresionante su contemplación. A un lado el Palacio de Avellaneda, en el lado
opuesto la que fue colegiata abacial de Santa Ana, hoy parroquia del pueblo, en
el centro de la plaza el rollo jurisdiccional. La iglesia impone por su fachada
y la portada de estilo barroco. Con
varios nichos que cobijan a santos, en la parte superior preside Santa Ana. Es curiosa la contemplación de
bustos romanos sobre la portada. El
acceso se realiza por una escalinata con ocho columnas de mármol. Estas fueron
traídas, junto a los bustos, por la familia Zúñiga de Nápoles. En su interior
es llamativo el retablo mayor realizado por Ventura Rodríguez en 1783.
El
Palacio de Avellaneda, también llamado Palacio de los Condes de Miranda es un
edificio de estilo plateresco perteneciente a las primeras obras del
Renacimiento que se construía en Castilla. Destaca su fachada plateresca con
los escudos de los Condes de Miranda. El palacio es grande, con un patio
central y dos plantas. Las escaleras que las unen son de una factura preciosa.
Lo que es visitable es lo que fuera ala noble, donde sobresale el Salón de
Embajadores con su chimenea labrada. Pero si hay algo que nada más entrar a
ésta zona te deslumbra, son los techos.
Grandes artesonados de madera de una excelente factura cubren los techos. En
cada sala un diseño diferente. La maestría de los artesanos era evidente, ni un
solo clavo los sostiene sobre nuestras cabezas. A la par en belleza le siguen
las yeserías mudéjares y platerescas. Las filigranas y dibujos que vemos nos
recuerdan sin querer a las que podemos ver en la Alhambra de Granada. (Sin
pretender compararlas). Las explicaciones de la guía que nos acompaña nos hacen
comprender la historia de éste edificio.
A
la salida del Palacio nuestra vista se dirige al rollo jurisdiccional. Es de
estilo gótico flamígero y está catalogado como Monumento Histórico. Es del
siglo XV y anteriormente estuvo emplazado fuera de las murallas del pueblo. Se
trasladó a su sitio actual en 1959.
La
siguiente parada es el monasterio de las Madres Franciscanas Concepcionistas. Es un edificio del siglo XVI y se encuentra
en el mismo pueblo a los pies de la carretera que lo atraviesa. Fue fundado al
parecer por los Condes de Miranda en 1558. En su interior se puede contemplar
un hermoso patio ajardinado renacentista y su iglesia conserva un bello
artesonado de madera de estilo mudéjar. Sus monjas practican la clausura.
Hay
otro monasterio a las afueras del pueblo, carretera hacia La Vid. Es el
Convento del Carmen, del siglo XVI. Otro convento ya desaparecido, fue el de
los Pasionistas, ocupado hasta bien entrado el siglo XX y en la actualidad
Residencia de Ancianos.
Nuestra última visita se
dirige hacia el castillo. Para ello cogemos el coche y por una carretera a la
salida del pueblo subimos a él. Ya desde
la lejanía y mucho antes de entrar al pueblo se divisa su silueta en lo alto
del cerro. Su estampa es majestuosa, de perfil alargado donde sobresale la
torre de homenaje. Está entero amurallado y desde él se ven unas vistas
espectaculares de la Ribera del Duero. A sus pies el caserío de Peñaranda. La entrada al castillo se
realiza por una puerta flanqueada por dos torreones de piedra. En el interior
de la torre de homenaje se visita el Centro de Interpretación de los Castillos.
Su distribución está dividida en 8 plantas, contando los sótanos y el mirador
en las almenas. El resto de salas son las siguientes: Recepción, Alturas
pobladas de castillos, Arquitectura para la guerra, La construcción de un
castillo, La vida cotidiana y la Sala Jerónimo de Lomas. En el mes de agosto se realiza “La noche de
las Velas”
LA VID
Realizamos
la entrada cruzando el río Duero por un impresionante puente de piedra de 136
m. de largo y 6 de ancho con 10 bóvedas.
El puente se proyectó sobre otro
anterior que sufrió varios hundimientos a través de los años, quedando
definitivamente el actual en el siglo XIX. Hasta principios de los años 90 por
él pasaba la carretera N-122 que comunica Valladolid con Soria. Nada más pasar el puente nos encontramos a
mano izquierda con el monasterio. Su origen se remonta al siglo XII, cuando lo
fundan unos monjes premostratenses. De ese tiempo quedan algunos restos que
luego citaremos. El actual es del siglo XVI con varias ampliaciones. En el
siglo XIX lo ocupan los actuales monjes agustinos. El lugar es idílico, a la
orilla del Duero. La finca abarca varias hectáreas y cuenta con jardines y
zonas naturales de ribera.
La
primera vista es hacia su espadaña que sobresale por encima del resto del
edificio. Es de estilo barroco, concluida en 1734 y está muy adornada. A sus pies se encuentra la entrada principal
a la iglesia. Esta se comenzó a construir en 1522 participando entre otros el
arquitecto y escultor Juan de Vallejo, el que realizó el cimborrio de la
catedral de Burgos. Preside la iglesia un gran retablo con la Virgen de la Vid,
del siglo XIII. Hay otros retablos de bella factura repartidos por la iglesia.
Al fondo se encuentra el coro con 58 sitiales elaborados en madera de nogal.
Son del siglo XVII. Pasamos a contemplar el claustro del siglo XVI, construido
sobre otro anterior de estilo románico del que quedan varias columnas con sus
capiteles. Consta de dos pisos y es de planta cuadrangular. El último edificio
que se edificó fue su biblioteca que cuenta con miles de volúmenes, destacando
entre otros, 23 incunables, la biblia de Núremberg, el Liber
Chronicarum y el Bestiario de Juan
de Austria, el único bestiario del mundo en lengua castellana.
Junto
al monasterio se encuentra la población de La
Vid. Se construyó en los años 50 por
el Instituto Nacional de Colonización, y se le dio el nombre de Colonia de
Linares de La Vid. La historia es que cuando se construyó el Embalse de Linares, en 1951, en la provincia de Segovia, la población de
Linares del Arroyo quedó sumergido en sus aguas, y la población se la desplazó
a una finca en La Vid. Se
construyeron 60 casas y a cada vecino se le dio una parcela de terreno.
Actualmente el pueblo sigue prácticamente igual.
Una
ruta a realizar en un solo día y que el viajero podrá decidir si permanece más
tiempo en cada uno de ellos.
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