ALBA DE TORMES (SALAMANCA)
LA VILLA DUCAL TERESIANA
Hoy nos encontramos en Alba de
Tormes, posiblemente la gran desconocida
de Salamanca. Una villa con más historia de lo que parece, además de estar muy arraigada a la vida de Santa
Teresa de Jesús.
La niebla sobre Alba de Tormes
Los orígenes de la población
son prehistóricos, como lo atestiguan asentamientos del Paleolítico Inferior y
restos de sepulcros de corredor del Neolítico. De la época romana hay vestigios
de una calzada y cerámica. Según algún historiador, estos fueron los que dieron
el nombre a la población, llamándola Albocola.
Después de años sin noticias, durante la época de Reconquista, fue frontera
entre moros y cristianos, repoblándose en el siglo XI. Fue el rey Alfonso VII,
que otorgó el fuero con jurisdicción en 1140. A partir del siglo XV, el señorío
pasa a manos de la Casa de Alba, en el nombre de D. Gutierre Álvarez de Toledo
en 1430, pasando por heredad al primer dique de Alba, D. Fernando Álvarez de
Toledo en 1446. Es en el siglo XVI cuando Alba de Tormes desarrolla un
crecimiento cultural y constructivo, con la visita de la que luego sería Santa
Teresa de Jesús que con motivo de asistir a la boda de su hermana funda el Monasterio
del Carmelo. Años después, en una nueva visita a la villa, ya enferma, muere el
4 de octubre en su celda del Monasterio de la Anunciación.
Vistas de la villa
Después de esta breve historia
vamos a visitar Alba de Tormes. Hemos salido de Salamanca, por la carretera
CL-510, 22 kilómetros nos separan. Para nuestra estancia hemos sido invitados
en el Hotel Don Fradique, una finca espectacular con un restaurante de vanguardia, que a nadie lo deja
indiferente, gracias a sus propietarios y cocineros los hermanos Sánchez Monje. Desde este lugar,
a menos de un kilómetro de la villa, se ven unas vistas de postal de toda la
comarca de Alba. El alojamiento invita al descanso y sosiego. El trato recibido
es de un diez. Lo recomendamos.
Hotel Don Fradique
Río Tormes
Lo primero que vemos nada más
bajarnos del vehículo es la Basílica de Santa Teresa, un templo neogótico,
iniciado en el siglo XIX e inacabado y que se habilitó para albergue de peregrinos, sus capillas, con
motivo de la visita del Papa Juan Pablo II en 1982.
Basílica de Santa Teresa y monumento a la Santa
A pocos metros de distancia y
ya adentrándonos en la villa nos encontramos la Iglesia de San Pedro. Reconstruida en 1577, tras un incendio en
1512. Sobresale su portada gótica, del
antiguo templo, con dos escudos de la Casa de Alba y la torre de ladrillo de
principios del siglo XX.
Iglesia de San Pedro
Siguiendo la calle y a unos
pocos metros, tomamos una callejuela que nos sube hasta El Torreón. Sus
orígenes son del siglo XII, cuando el rey Fernando II de León hizo construir
una atalaya, convirtiéndose en castillo en el siglo XIII. Fue devastado en la
Guerra de las Comunidades, para ser reconstruido y convertido en palacio por el
primer duque de Alba, siendo hasta la actualidad de su propiedad, aunque cedido
al Ayuntamiento de Alba de Tormes. Solo se conserva la torre de homenaje de las
seis torres que tuvo el castillo y su muralla. En su interior se visitan varias
salas, donde se ven los restos arqueológicos de las excavaciones realizadas, el
mural de la batalla de Mühlberg. Por una escalera interior se accede a un
mirador desde donde se contemplan unas preciosas vistas del río Tormes.
El Torreón
Caminando un poco nos
encontramos con la plaza de toros. Es de nueva factura e inaugurada en 2004.
Sustituyó a otra anterior construida en 1855.
Plaza de Toros
Bajamos al centro del pueblo y
llegamos a una plazoleta que tiene mucho que enseñar. Por un lado el Convento
de la Anunciación, con la iglesia. El convento fue fundado por Santa Teresa de
Jesús en 1571, con el favor de los duques de Alba. En el interior de la iglesia
se conservan los restos de la santa, dentro de una urna, en el centro del retablo mayor. A los lados
se veneran su corazón y el brazo izquierdo. En este convento falleció Teresa de
Jesús.
Convento de La Anunciación
Muy cerca se encuentra el
Museo Carmelitano. No pudimos entrar por estar cerrado cuando llegamos.
Museo
Nos acercamos a la Iglesia de
San Juan de la Cruz, adosada al convento de los Padres Carmelitas. La iglesia
es de estilo herreriano, construido a finales del siglo XVII. Es el primero en
el mundo dedicado al santo. En su fachada se ven los escudos de la Casa de
Alba, de la orden carmelita y una figura del santo. Junto a la iglesia se
encuentra el Museo Teresiano y de San Juan de la Cruz.
Iglesia de San Juan de la Cruz
Seguimos caminando hasta la
Plaza Mayor, centro neurálgico de la población. En el centro de la plaza una
fuente rodeada de palmeras llama la atención. El Ayuntamiento preside la plaza
y a un costado la iglesia de San Juan.
Plaza Mayor e iglesia de San Juan
La iglesia de San Juan destaca
por su construcción en ladrillo, de estilo románico-mudéjar del siglo XII. Es
una pena que de sus tres ábsides solo se puedan contemplar uno y medio, pues el
resto está tapado por una vivienda. La torre campanario es del siglo XVIII. Es
su interior destaca su Apostolado, un conjunto de doce apóstoles, más Cristo,
en figuras policromadas esculpidas a finales del siglo XII.
Iglesia de San Juan
Nos quedamos sin ver la iglesia de Santiago y el Museo del Padre Belda, intentaremos volver para verlo, porque Alba de Tormes merece más de una visita.
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PARA VER EL MAPA PINCHA AQUÍ: Alba de Tormes
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