COVARRIBIAS (BURGOS)
“LA VILLA RACHELA CUNA DE CASTILLA”
Para muchos visitantes
Covarrubias es de los pueblos más bonitos de España, y no van desencaminados.
Mantiene su estructura medieval y su monumentalidad es importante. No en vano
toda la población está declarada Conjunto Histórico-Artístico. Situada en el Valle del Arlanza, río que baña
el pueblo, no se puede obviar la naturaleza que lo rodea, ya que está enclavada
dentro del Parque Natural de los Sabinares del Arlanza y Zona de Especial
Protección de las Aves. No se puede pedir más para buscar una excusa e ir a
visitarlo.
Rincón típico con soportales
Para llegar a Covarrubias se
puede ir desde Lerma, en la N-1 o desde la N-234, desviándonos en la población
de Hortigüela.
Su topónimo es obvio si has utilizado el camino desde
Hortigüela. Las cuevas rojas (cuevas-rubias) que has visto es lo que da su
nombre. El apodo de “rachela”, dicen que proviene de Raquel, que significa en
hebreo bella, y por dignificar a las mujeres hermosas que han vivido en
Covarrubias se adjudicó este apodo. (en castellano antiguo Raquel se escribía
“Rachel”
La historia de Covarrubias es
casi la historia del hombre moderno, por aquí han pasado los hombres del
peleolítico, de la Edad del Bronce, tribus celtas, visigodos y romanos, pero los que la encumbraron fueron
los hombres de la Edad Media. Según testimonios la villa fue fundada por el rey
visigodo Chindasvinto en el siglo VII sobre un castro romano. Fue en el siglo X cuando el Conde Fernán
González y su hijo Garci Fernández convierten a Covarrubias en capital del
Infantado, dotándola de poder eclesiástico y económico.
La entrada al casco urbano lo
realizamos desde el arco del edificio que fue Archivo del Adelantamiento de
Castilla y hoy Oficina de Turismo. Esta construcción se edificó en el siglo XVI,
según dicen como homenaje a Divino Valles, médico personal del rey Felipe II.
Es de estilo herreriano. La función de archivo la perdió en el siglo XVIII, al
ser trasladados los documentos al Archivo de Simancas. Aparte de Oficina de
Turismo tiene una biblioteca y una sala de exposiciones.
Tras pasar el arco nos
adentramos por una calle estrecha hasta la plaza mayor del pueblo. Es amplia y
ya se puede ver la arquitectura tradicional castellana. Aquí se encuentra el ayuntamiento, donde se
dice fue el palacio de Fernán González.
Aún conserva una puerta románica del siglo XII.
Desde la plaza te puedes
perder por esta villa medieval, calles estrechas y empedradas, casas con
entramados de madera de dos y tres plantas, algunas con balconadas, otras con
puertas con arcos, otras blasonadas, algunas con soportales de piedra y otras
de madera. Las callejuelas invitan a pasearlas, a cada rincón una estampa para
disfrutar. Y al final de las calles pequeñas plazoletas. Tu imaginación te
llevará a otros tiempos, donde parece se ha detenido en estas calles.
Desde la plaza se divisa la
imponente torre de Fernán González o torreón de Doña Urraca, como otros la
llaman. Es una torre de 22m. de altura por 10x14m. en la base, que se reduce a
7,50x 11m. en lo más alto. Consta de cuatro alturas que son visitables. En los
jardines hay una exposición permanente de armas de asedio medievales. La leyenda
dice que en esta torre el conde Fernán González encerró a su hija Urraca para
evitar sus amoríos con un pastor. http://www.torreondefernangonzalez.es/
Nuestra siguiente visita es la
casa de Doña Sancha. Al ser particular no se puede ver por dentro, pero su
exterior está considerado como el prototipo de
arquitectura tradicional. La fachada es de adobe con entramado de
madera, con soportal y balconada.
Desde aquí nos dirigimos a la
ex colegiata de San Cosme y San Damián. Discurrimos por un paseo entre árboles
y jardines. La vista del edificio no te deja indiferente. La iglesia actual se
construyó en 1474 sobre otra anterior románica. Es de cruz latina de tres
naves. Contiene varios retablos destacando el Mayor, levantado en el siglo
XVIII. Dentro de la colegiata se encuentran los sepulcros del conde Fernán
González y el de su esposa Doña Sancha, además de otros sepulcros de familias
notables: Lerma, Velasco, Villegas, Etc.
En el claustro se puede ver el sarcófago de la princesa Cristina de Noruega, que llegó a España para casarse con el infante Felipe de Castilla, hijo de Fernando III el Santo. La iglesia cuenta con un museo con cuatro salas donde se exponen objetos de arte sacro y obras de arte de artistas como Berruguete o el famoso Tríptico de los Reyes Magos, del siglo XV y pintado por el maestro de Covarrubias.
A la salida nos encontramos con una estatua de la Princesa Cristina. Nos dirigimos hacia el río. Un paseo recorre la antigua muralla. Abajo el Arlanza. Estos restos de muralla son lo que queda de la que rodeaba completamente al pueblo, que fue mandada derribar por el médico Divino Valles para que estuviese bien aireada la villa por la peste que asolaba la comarca.
Nos
metemos por un pequeño arco y de nuevo estamos dentro del casco urbano. No nos
cansamos de contemplar las callejuelas
con sus edificios. Nos acercamos hasta la iglesia de Santo Tomás. Es del siglo
XV, construida sobre otra del siglo XII. Conserva la pila románica de la primitiva
iglesia. En su interior podemos ver seis retablos, la preciosa escalera
plateresca y un órgano del siglo XVIII.
Muy cerca se conserva la casa
blasonada del Obispo Peña del siglo XVI. Este personaje fue arzobispo en
américa. Destaca su escudo de piedra haciendo esquina.
Cruzamos el puente sobre el
Arlanza para fotografiar el rollo jurisdiccional. Está en las afueras del
pueblo, a la derecha de la carretera que se dirige a Santo Domingo de Silos. Es
del siglo XVI.
A tres kilómetros del pueblo
se encuentra en un marco de naturaleza impresionante, la Capilla de San Olav.
Construida hace unos pocos años es un homenaje a la princesa Cristina de
Noruega y al patrón de Noruega. Según parece, la princesa en compromiso de boda
hizo prometer se construyese la capilla, cosa que hasta la fecha no se había
cumplido.
Merece la pena desplazarse
hasta esta población. Nosotros hemos disfrutado mucho. Muy recomendable también
ir durante las fiestas.
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Muy interesante la ruta y para terminar el día pueden dirigirse al área de autocaravas de Aranda de Duero. Al día siguiente visitar la villa y comer un cuarto de asado.
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