QUÉ VER EN OCENILLA. (SORIA)
FORJAS DE HIERRO QUE CUENTAN LA VIDA DEL
PUEBLO
Historia
Ocenilla es un
lugar pequeño, que guarda un encanto entre sus calles que vamos a descubrir de
la mano de su “artista”, aunque a él no le gusta que le llamemos así. Su nombre
Juan Barnuevo, que nos enseña orgulloso su pueblo y nos hace de guía. Ocenilla es una pedanía que desde finales del siglo XX
depende administrativamente del ayuntamiento de Cidones,
con aproximadamente 60 habitantes todo el año, aunque en época estival se
triplica. Cuenta con una ubicación privilegiada, ya que su núcleo urbano se
asienta en la falda de la sierra de Cabrejas.
Monumento al nombre de Ocenilla realizado por Juan Barnuevo.
Desde Ocenilla es posible divisar el imponente pico Frentes, así como la
ciudad de Soria, que se encuentra a tan solo 15 km. Su privilegiado entorno
natural hace que por sus inmediaciones se extiendan numerosas rutas senderistas
que se adentran de lleno en los parajes naturales que rodean la localidad.
Además por su núcleo pasa la Vía Verde que dejó
en su trayecto el ferrocarril Santander-Mediterráneo. Con todo tiene mucho qué ver este pueblo.
Nuestro amigo Juan Barnuevo
Turismo
Nada
más entrar al pueblo nos encontramos con Juan junto a una estatua obra suya. Se
trata de un guerrero con casco con cimera y lanza a tamaño natural. Según nos cuenta, es la representación de la figura que apareció
dibujada en un recipiente de barro en la excavación que se realizó en el castro
cercano a la población. (Llamado castillo por los vecinos). Es un castro
fechado en los siglos III y II a.C. Estuvo habitado por pelendones en la línea de
frontera con los arévacos hasta la Guerra Numantina. En él han sido descubiertos los vestigios de
un importante asentamiento que constaba de muralla y torres junto a la puerta
de acceso. Según los estudios arqueológicos el poblado estuvo habitado hasta la
época visigoda. Esta figura, de alguna
forma, se ha convertido en la seña de
identidad de Ocenilla y su historia.
El Guerrero de Ocenilla
Turismo
Bien
por su mayor proximidad a la capital, bien por su mejor conservación ambiental,
o por lo bien por lo bien que esta
cuidado el pueblo, Ocenilla destaca
últimamente por ser un foco atractivo en materia de nuevas construcciones de
segunda residencia. Las construcciones tradicionales representantes de la
arquitectura popular local, participa de las características de la casa
pinariega aunque con elementos de la casa de labor de tierras de secano, levantadas
en dos alturas con piedra arenisca. Los
muros tienden a ser de mampostería o sillarejo, aunque no faltan, entre las
viviendas mejor trabajadas, elementos de sillería, especialmente en esquinas,
puertas y ventanas. Destacan en algunas edificaciones grandes hornos de pan,
adosados a las viviendas y a pie de calle. También es curiosa la falta de
construcciones en la parte central del pueblo, parcelas cercadas en
piedra, que servirían de pasto y de
huertas en otros tiempos.
Edificaciones con horno de pan
Rincones de Ocenilla
En
la visita guiada con Juan nos lleva a los rincones donde él ha realizado sus
obras, que a decir verdad son
espectaculares todas ellas, donde Juan ha querido trasmitir la historia y como
era la vida en Ocenilla en tiempos
pasados. Junto a la figura del guerrero se encuentra un frontal con el nombre
del pueblo en grandes letras doradas y
encima de ellas la reproducción labrada en piedra del castillo de Ocenilla. Al lado contrario, Juan labró
un escudo del pueblo, invención de él, donde en cada cuartel se describe las
labores de los vecinos y de que vivían, sin faltar la imagen de la ermita de
San Antonio, a la cual se tiene mucha devoción. Todo el escudo protegido a
ambos lados por abubillas, que es el apodo de los vecinos de Ocenilla.
Abubilla en la fuente abrevadero
Y
hablando de ese apodo, no puede faltar otra obra de Juan, una gran abubilla en
hierro forjado que corona una fuente. Seguimos la visita y nos acercamos hasta
una charca donde nos cuenta que era el antiguo abrevadero del ganado del
pueblo. Allí nuestro artista ha realizado la reproducción en hierro de un zagal
junto a su perro y ovejas. No te cansas de ver los detalles de la obra, no falta de nada a las esculturas. Juan nos lleva ahora hasta el antiguo
lavadero, donde la representación de una lavandera con sus cubos, es un
homenaje del artista a todas las mujeres rurales, a su lucha por sacar adelante
las casas que la mayoría de las veces eran de familia numerosa, y que hasta
bien hace poco no han estado reconocido su trabajo.
Homenaje a las mujeres
Y
tampoco falta el reconocimiento al hombre en su trabajo en el campo. Una gran
obra en hierro representa una yunta de bueyes tirando una vertedera al mando de
su amo.
Homenaje a los hombres
Todas
las obras de Juan son espectaculares, el hierro y la piedra lo maneja
magistralmente con arte e imaginación. En varias casas ha dejado escudos
labrados con los apellidos de las familias.
Escudos labrados por Juan
No
acaban las sorpresas en este pueblo, ya que Juan nos enseña otros trabajos de
un vecino, ya fallecido, y que dejó su impronta en Ocenilla. Se trata de Félix Hernández, un ebanista que cuando se
jubiló fijó su residencia aquí y en ratos libres se dedicó a labrar piedras, e
incluso una fachada de una vivienda aprovechando las piedras incrustadas en
ella. Si lo de Juan es espectacular, esto último no le deja a la zaga, Figuras
grotescas, animales de todo tipo, anagramas y un montón de cosas más. No te lo
esperas, es digno de ver.
Obras de Félix Hernández
Hombres
como Juan, orgulloso y amante de su
pueblo, dispuesto a embellecer el lugar donde nació, harían falta en muchos
núcleos rurales, porque una cosa es hablar de lo que se puede hacer y otra es
hacerlo. Te felicitamos por ser como eres y agradecidos de tu amabilidad y
simpatía. Con tu trabajo fomentas el turismo en estos pequeños lugares de nuestra geografía.
Dejamos
a nuestro guía y nos vamos a ver la iglesia parroquial de San Esteban. Es un edificio
de una nave construido en el siglo XVIII en mampostería. Presenta espadaña de
sillares. La portada, protegida por un portal con columnas, es de arco doblado de piedra y los canecillos del
tejaroz pertenecen a una antigua fábrica románica.
Iglesia Ocenilla
Interior de la iglesia Ocenilla
Otro
edificio religioso, que ya nombramos anteriormente, es la ermita de San
Antonio, de gran devoción entre los vecinos, donde se celebra una romería en el
mes de junio. Como curiosidad las piedras de las esquinas tienen grabadas
leyendas, muy posiblemente reutilizadas de otro lugar.
Ermita Ocenilla
Muy
recomendable la visita a este pequeño pueblo, con rincones que te sorprenden y
que gustará descubrir al viajero.
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