QUÉ
VER EN LA IGLESIA ROMÁNICA DE DURATÓN (SEGOVIA)
Mucho qué ver en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
Íbamos
camino de Sepúlveda y nos desviamos unos pocos kilómetros para visitar la
iglesia de Nuestra Señora de la Asunción que teníamos ganas de conocer por los comentarios de un amigo, y gran
sorpresa cuando la vimos, grandiosa, espectacular, no lo esperábamos.
La
población de Duratón es una pequeña pedanía de Sepúlveda, que hasta 1970 era
municipio propio con cerca de 350 personas censadas, que hoy apenas 30 habitantes viven todo el
año. Como su nombre indica se sitúa en la orilla del río Duratón, afluente del
Duero.
Pero venimos a visitar su iglesia, a poca distancia al norte de la población y pasando el río a través de un puente romano de un solo ojo. Desde el puente la panorámica de la iglesia es de postal.
Un poco de su
historia
La
Iglesia románica porticada de Nuestra Señora de la Asunción data de 1203, se
encuadra dentro del denominado taller de Duratón, construida sobre una
necrópolis visigoda, del siglo VI con más de 600 tumbas, a su vez superpuesta a
un poblado romano, denominado de "Los Mercados". A mediados de los
ochenta gozó de una esmerada restauración. En esta intervención se liberó a la
maltrecha galería de los muros que cerraban sus arcos, se eliminó una sacristía
y se limpió y montó de nuevo piedra a piedra, lo que permitió recuperar su
esplendor original.
Panel informativo de la iglesia de Duratón y vista de la misma
Nos vamos de
turismo
Es
de una sola nave con ábside semicircular, torre y galería porticada de dos tramos de cuatro y seis arcos separados
por el ingreso, con rica estructura de tres arquivoltas, la inferior
polilobulada. Las columnas dobles que soportan los arcos presentan una serie de
capiteles de magnífica factura. Entre los capiteles contamos con el capitel de
machos cabríos rampantes y otro con la lucha entre un guerrero y un animal
demoniaco. También magnífico es el de las maléficas ocho arpías de
extraordinaria factura, escenas neotestamentarias del Ciclo de la Navidad, de
la Encarnación, la Visitación, el Nacimiento, la Adoración de los pastores y la
Epifanía de los Reyes Magos.
La
exuberancia decorativa continúa en la cornisa de la galería con un amplio
conjunto de canecillos y metopas que aluden a la forma de vida de la época:
faenas agrícolas y ganaderas, actividades artesanas, cacerías, situaciones
cotidianas, etc., de una sociedad austera y ligada a la tierra y a sus
tradiciones, además animales fabulosos del bestiario medieval: centauros,
arpías, grifos, etc.
Capiteles y canecillos de la iglesia de Duratón
Los
cuatro capiteles de la portada meridional representan grifos, entrelazos,
sirena con doble cola o cetrería. Otra puerta más pequeña y peor conservada
hallamos en el hastial occidental, con capiteles gastados en los que se
aprecian aves y arpías.
A
su interior no pudimos entrar por estar cerrada, pero aun así la visita mereció
la pena.
Junto a ella se encuentra la necrópolis visigoda, una serie de tumbas excavadas en roca. Excavada entre 1942 y 1943 por Antonio Molinero Pérez, con sus 666 enterramientos y magníficos ajuares, con un total de 144 broches de cinturón y 227 fíbulas, aparte de numerosos collares, pendientes, anillos, brazaletes, hebillas, amuletos, cerámicas monedas, además de bastantes romanas de bronce y algunas de plata, se han encontrado dos sueldos y un tremís, de oro, acuñados a nombre del emperador Anastasio, en unión de dos broches de cinturón de tipo bizantino". (En la actualidad se encuentra este material en el Museo de Segovia) Según los expertos es una de las mayores y más significativas necrópolis visigodas de España.
Necrópolis Duratón
Pasando la necrópolis sale el camino que nos conduce a Confluenta, la ciudad romana. citada solamente en un texto del autor griego Ptolomeo (2.5.55N) en el s. II d. C., que la cita como pólis entre los arévacos. El centro urbano de esta civitas se localizaba probablemente en el actual yacimiento arqueológico de Los Mercados. De acuerdo con las investigaciones arqueológicas desarrolladas en el lugar, la ciudad de Confluentia debió surgir como fundación romana ex novo a inicios del s. I a. C. en el llano de Los Mercados, fruto de una decisión política romana tomada durante la IV Guerra Celtibérica (104-92 a. C.) La ciudad se ubica en una meseta situada junto a la confluencia de los ríos Duratón y Serrano. Sus restos se extienden por una superficie de entre 50 y 60 hectáreas. Dentro del recinto urbano se conocen los restos de varios edificios. El edificio más significativo conservado en el yacimiento es el recinto de Las Paredes, donde se ha identificado un forum pecuarium-campus, situado en el extremo oriental de la ciudad. Se trata de un gran recinto cuadrado cerrado por un muro de 2,1 m de altura y de 150 m de lado. Fue construido en el s. I o II d. C. En este tipo de espacios se celebraban mercados de ganado, ferias y mercados locales de frecuencia periódica, mercados regionales estacionales, y actividades lúdicas y de esparcimiento de la ciudad, con importante componente religioso. Confluentia se convirtiera solo progresivamente en una aldea a partir del s. V d. C., como consecuencia de la desestructuración general de Roma en Hispania.
Solo
pudimos realizar unas pocas fotografías desde fuera del recinto al estar
vallado por obras.
Recomendamos
la visita a Duratón a los viajeros, pero sobre todo a los amantes del arte románico.