QUÉ
VER EN DAROCA (ZARAGOZA)
Visitamos
la ciudad de Daroca, un precioso
pueblo zaragozano que es la capital del valle del Jiloca, con un atractivo interés artístico y arquitectónico mezcla de estilos
musulmán y cristiano. Su casco histórico está declarado Bien de Interés
Cultural. En total, Daroca guarda un
legado de más de dos centenares de edificios históricos catalogados y es
conocida como “la ciudad de los siete sietes” por la variedad de maravillosos
monumentos. Su núcleo es una ciudad medieval encerrada en una muralla de más tres
kilómetros y medio de los siglos XIII y XIV.Vista de Daroca
Antes
de visitarla vamos a conocer un poco de su historia.
Poblado
en la antigüedad por tribus celta. La primera mención documental de la ciudad
data del año 837, donde aparece como
ciudad de cierta importancia donde se
había instalado la familia de los Banu al-Muhayir, venidos del Yemen, convirtiéndose
en una de las medinas más importantes de la Marca Superior de
al-Andalus. Conquistada en el mes de
junio de 1120 por el rey Alfonso I de Aragón, fue dotada en 1142 de un fuero de
repoblación que incluía un amplísimo territorio de casi diez mil kilómetros
cuadrados y más de doscientas aldeas. Durante la Edad Media coexistieron en Daroca
tres comunidades religiosas: la cristiana, mayoritaria y dominante, la
musulmana, con una población de más de trescientos miembros que se reunían en
torno a un barrio propio con su mezquita y sus servicios, y la judía, que llegó
a ser la tercera aljama de Aragón. En
el siglo XII, Ramón Berenguer IV le otorgó fueros y privilegios que la
convirtieron en la capital de la Comunidad de Daroca, que tuvo una gran influencia social y militar en la Edad
Media. En 1366 el rey de Aragón don Pedro IV, conocido como el Ceremonioso,
concedió a Daroca el título de
ciudad. Fue sede en la que se celebraron Cortes del reino. La ciudad, que
perdió a los judíos, expulsados en 1492, y a los moriscos, en 1610, se siguió
embelleciendo en los siglos XVI y XVII con nuevos palacios y edificios. A
mediados del siglo XVI los darocenses
construyeron su obra más descomunal, se
trata de la famosa Mina, un gigantesco túnel de quinientos veinte metros de
longitud, seis de anchura y siete de altura que atraviesa una montaña y que fue
horadado para que las aguas de las tormentas no atravesaran el centro de la
ciudad.

La MinaDaroca mantuvo su
importancia como centro económico y cultural en los siglos XVIII y XIX contando
con 3.216 habitantes a mediados de siglo XIX
y aumentando su población a comienzos del XX a 3.500 personas. La
floreciente Daroca de esos años
llegó a los casi 4.000 en 1950, pero le ocurrió como a todas las poblaciones
rurales, la despoblación de la segunda mitad del siglo XX. Hoy
no pasa de las 2.000 personas empadronadas, pero sigue muy viva la
actividad de la pequeña ciudad.
Nos
vamos de turismo por esta bella
población.
Fuente en la calle de Santiago
Rincones de Daroca
La
ciudad se protege por dos cerros, el de San Jorge (855 m) y el de San Cristóbal
(931 m), sobre los que ascienden las murallas que la fortifican. Hemos dejado nuestro
coche en la Plaza de Santiago. Antes de
pasar por la Puerta Baja está la Fuente de
los 20 Caños, construida en 1638. Es
una fuente ornamentada con decoración de grutescos y jarrones, y capiteles con
niños atlantes arrodillados. Está coronada por un frontón con el escudo de la ciudad.
Fuente Veinte Caños
Muy
cerquita se encuentra El Ruejo, una
piedra de molino que según la leyenda sirvió de salvavidas al taponar la riada
que asolaba el pueblo en el año 1575. La piedra es un monumento al
acontecimiento.
El Ruejo, la piedra de molino en su monumentoLa calle Mayor es la arteria
principal de Daroca, y en ella se
encuentran muchos de sus palacios. De
los Luna, de los Marqueses de Montezumo, de los Amor Cruz, etc.
Edificios palaciegos y emblemáticos que nos podemos encontrar callejeando por Daroca
Y
ahora lo que no te puedes perder callejeando por Daroca:
Iglesia de Santo Domingo.
Comenzó a construirse en la segunda mitad del siglo XII junto a la muralla
musulmana. En su ábside de piedra, se puede apreciar el tránsito del románico
al gótico. Se trata de un ábside semicircular en su cuerpo inferior que en el
superior pasa a ser poligonal con contrafuertes sobre las columnillas y altas
ventanas. Con la torre ocurrió algo similar y se aprecian dos fases de
construcción: una base de piedra y un alto cuerpo mudéjar de ladrillo.


Iglesia Santo Domingo
Iglesia de San Miguel. Es
conocida popularmente como "San Valero". De las que actualmente
restan en la ciudad es la que más elementos románicos conserva del templo
original. En planta se aprecia la estructura a base de tres naves con el
ábside. Destacan el ábside con las ventanas con capiteles y la portada que se compone de cinco arquivoltas
en degradación dando al conjunto un franco abocinamiento. Por fuera de ellas
hay guardapolvo decorado con celdilla. Los capiteles están muy desgastados pero
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Iglesia San Miguel
Iglesia Santa María de los
Corporales. De primitiva fábrica románica, la iglesia actual se hizo
entre 1585 y 1592, según trazas renacentistas, pero con tradición gótica. Es de
tres naves con capillas entre los contrafuertes y cabecera con coro. Del
edificio románico sólo se conserva el ábside orientado hacia el este, una
ventana del crucero y la moldura con ajedrezado del primitivo lado del
Evangelio. Su cabecera corresponde con la actual capilla de los Corporales;
opuesta a ella, la puerta principal, del Perdón, es obra de los últimos años
del siglo XII y de los primeros del XIII. Llama la atención, al exterior, el
particular sistema de montar el tejado, sobre modillones que apean en
arquillos.
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Iglesia de Santa María de los Corporales
Iglesia de San Juan. Más
conocida en la localidad como “de la Cuesta”, se encuadra dentro del que ha
venido a denominarse “románico de ladrillo”. La parte más interesante se
concentra en el ábside semicircular y en los tramos rectos del presbiterio. Al
exterior el ábside está formado por siete lienzos separados entre sí por seis
columnas adosadas que se transforman en pilastras de ladrillo a mitad de
altura. En el centro del ábside y en el tramo recto del presbiterio se abren
dos vanos doblados por un arco lobulado.
Iglesia de San JuanCastillo de Daroca.
Ciento catorce torreones se disponen a lo largo de los cerca de cuatro mil
metros de trazado amurallado que rodea la ciudad y uno de los encantos de Daroca es recorrer sus murallas, con
sus imponentes torreones, hasta llegar al Castillo Mayor, que es una antigua
alcazaba musulmana. En la actualidad está muy alterada y en estado de ruina,
pero que merece su visita, ya solo por las vistas que se ven desde su situación.
Restos del castillo de DarocaPuerta Alta. Es
una de las principales vías de acceso a la ciudad. El portal fue construido en piedra a
principios del siglo XVI. El arco fue reformado en parte en la zona superior,
construida en ladrillo, en el siglo XVIII y se cierra con arco apuntado en
sillares, rematado por un escudo de la ciudad.
Puerta AltaPuerta
Baja.
Sin lugar a dudas la más bonita y majestuosa de Daroca. En el siglo XV, hacia
1451, se levantaron las dos torres que flanquean el arco. En esta época se
modificó el cuerpo central de la puerta, abriendo una galería de arcos. Ya en
el siglo XVI se rebajó el arco de acceso y se colocó el escudo imperial de
Carlos V.
Puerta Baja
Puerta
de Valencia. Fue construida en el siglo XV. Un arco de
medio punto, con un balcón superior cubierto por un tejado, flanqueado a un lado por una torre poligonal,
hacen de esta puerta muy espectacular.
Puerta ValenciaPuerta
del Arrabal. Es de
estilo mudéjar. Se trata de una puerta en arco de ladrillo, de medio punto y
rellenas las enjutas en piedra sillar. Se encuentra situada en la parte baja de
la ciudad y ha sido restaurada recientemente coronada de almenas.
Puerta del ArrabalTorre
de los Huevos. Con planta de pentágono y ménsulas, está
construido con piedra sillar. . Fue el observatorio meteorológico más antiguo
de Aragón, montado en 1884 y que empezó a funcionar en 1890.
Torre de los HuevosTorre
de la Espuela. Se encuentra situada en lo alto de una loma,
coronando el cerro de San Jorge. Está construida en piedra sillar y es de
planta rectangular, alcanzando una
altura de unos 20 metros. Formaba parte del Castillo de San Jorge. Tanto la
puerta de acceso como las ventanas, tienen arco de medio punto y está rematada
por unos matacanes unidos por arcos semicirculares.
Torre de La EspuelaTorre
de las Cinco Esquinas. Se trata de una torre de planta pentagonal
irregular, construida en piedra sillar y que está situada entre la puerta Alta
y la torre de la Espuela, al comienzo de la ladera del cerro de San Jorge. Está
unida a un tramo de muralla construido en tapial reforzado con ladrillo, con
decoración de tracería mudéjar.
Torre de las Cinco EsquinasEn
Daroca quedan más torres, como la
Torre del Jaque, Torre del águila y otras. Desde las alturas de la ciudad se ve
la panorámica con las torres diseminadas por el paisaje. Lo mejor es pasear sin
prisa y callejear para descubrir los rincones que no te dejarán indiferente.
Nosotros
también subimos a lo que sería el barrio musulmán y allí descubrimos casas
excavadas en el cerro, que en su día
serían morada de alguien o quizás almacenes de algún tipo. También desde aquí
se ven unas vistas espectaculares.
Cuevas rupestres al pie del castillo
Barrio musulmán
Nuestra
visita se acaba, pero hemos tenido la suerte que es el Día del Corpus, y en Daroca es un día especial. La celebración del Corpus Christi y del
festival internacional de música antigua son otros buenos motivos para visitar
la localidad. Daroca cuenta también
con el Museo de los Corporales, el Museo de la Pastelería y el Museo de la
Historia y las Artes.
Día del Corpus en Daroca.