CARNAVAL DE ESPEJÓN (SORIA) MUCHO QUÉ VER Y DISFRUTAR

 

CARNAVAL DE ESPEJÓN (SORIA)

UN CARNAVAL ANTIGUO RECUPERADO CON MUCHO QUÉ VER Y DIDFRUTAR

Muchos son los pueblos que han mantenido durante años sus tradicionales carnavales y otros los han adaptado a los tiempos que vivimos. También otras poblaciones celebran carnavales modernos, con desfiles y trajes cogidos de escenas de películas o imitando a personajes de actualidad, pero nosotros nos quedamos con los tradicionales, los de antaño, los que eran los originales. Por este motivo siempre es de agradecer que pueblos pequeños que tuvieron su propio carnaval los recuperen y sea motivo para dar visibilidad a la población aunque sea por unos días. Este es el caso de Espejón,  que  de la mano de Jesús López  Alcalde (el promotor de esta iniciativa) y Eliseo Ovejero,  con la colaboración del Ayuntamiento, se han propuesto la recuperación de su antiguo carnaval.

Un carnaval con su propia historia.

Por primera vez en 90 años la localidad soriana de Espejón se ha propuesto recuperar su carnaval antiguo, perdido durante la Guerra Civil española. Así el 1 de marzo han salido a la calle sus vecinos ataviados con disfraces poco comunes, salidos de la imaginación de aquellos que lo protagonizaban antaño, trajes con desechos de la vida cotidiana, objetos de la naturaleza y trapos viejos, pero que de la mano de los vecinos se convierten en la vestimenta de los zamarracos, cachivirros  y demás actores, todos con sus máscaras aterradoras.

Según los vecinos más mayores, en el pasado se acercaban hasta el monte para buscar  restos de animales muertos y se incorporaban al disfraz o se insertaban en palos para dar sensación más tenebrosa.

      Zamarracos y cachivirros desfilan por las calles de Espejón

Pero no solo son los zamarracos son los protagonistas  de este carnaval, ya que parte importante son  la vaca romera y la vaca berrenda.  Confeccionadas las dos con madera y metal  y  ambas ataviadas con su cornamenta, la primera se la viste de tela de saco de color marrón, mientras la berrenda  se la cubre de una manta de lana en tonos blancos y negros, simulando el aspecto de una vaca real.  Cada estructura la porta un mozo, que corren por las calles del pueblo con el objetivo de asustar a los vecinos y visitantes.

 La vaca romera y la vaca berrenda es portada por los mozos del pueblo

También los mozos salen con su vestimenta de las fiestas patronales, camisa y pantalón blanco, pañuelo cruzado, cinchas de colores en los antebrazos, a los que se les añade para esta ocasión mascaras pintadas de colores. Las mozas por su parte salen vestidas con los vistosos trajes regionales de serrana.

Mozos y mozas se visten de gala para el carnaval. El traje serrano de las mozas pinariegas es de lo más vistoso con sus mantones de Manila.

La festividad comienza por la mañana, donde se concentran en la plaza los mozos y mozas donde les recibe la alcaldesa y a continuación recorren el pueblo para pedir el aguinaldo casa por casa. Por la tarde se realiza  el pasacalles por el pueblo para acabar en la plaza donde se baila la rueda alrededor de la fuente. Para acabar  se dan dulces elaborados por las mujeres.

 Mayka se reencontró con su amiga y paisana Cristina García Rodero, una gran profesional de la fotografía y que quiso acercarse hasta Espejón para conocer su carnaval.  A pesar de que chispeó y amenazaba nieve el carnaval salió a la calle con mucha participación. 

Un motivo más para hacer turismo

Hemos asistido a un carnaval muy vistoso, con mucha participación de mayores y pequeños,  dispuestos a que esta recuperación de su tradición perdure en el tiempo y sirva para que estos días de fiesta atraiga a visitantes a Espejón, un pueblo con mucha historia, y mucho patrimonio geológico, como sus famosas canteras que ya fueron explotadas por los romanos. De informaros y enseñaros Espejón  está el Centro de Recepción de Visitantes, donde muy amablemente os atenderá Ana Rica, su responsable.

 

QUÉ VER EN DURATÓN (SEGOVIA)

 

QUÉ VER EN LA IGLESIA  ROMÁNICA DE DURATÓN  (SEGOVIA)

Mucho qué ver en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción

Íbamos camino de Sepúlveda y nos desviamos unos pocos kilómetros para visitar la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción que teníamos ganas de conocer  por los comentarios de un amigo, y gran sorpresa cuando la vimos, grandiosa, espectacular, no lo esperábamos.

La población de Duratón es una pequeña pedanía de Sepúlveda, que hasta 1970 era municipio propio con cerca de 350 personas censadas,  que hoy apenas 30 habitantes viven todo el año. Como su nombre indica se sitúa en la orilla del río Duratón, afluente del Duero.

            Plaza de Duratón

Pero venimos a visitar su iglesia,  a poca distancia al norte de la población y pasando el río a través de un puente romano de un solo ojo. Desde el puente  la panorámica de la iglesia es de postal.

Un poco de su historia

La Iglesia románica porticada de Nuestra Señora de la Asunción data de 1203, se encuadra dentro del denominado taller de Duratón, construida sobre una necrópolis visigoda, del siglo VI con más de 600 tumbas, a su vez superpuesta a un poblado romano, denominado de "Los Mercados". A mediados de los ochenta gozó de una esmerada restauración. En esta intervención se liberó a la maltrecha galería de los muros que cerraban sus arcos, se eliminó una sacristía y se limpió y montó de nuevo piedra a piedra, lo que permitió recuperar su esplendor original.

La iglesia desde el puente romano

             Panel informativo de la iglesia de Duratón y vista de la misma

Nos vamos de turismo

Es de una sola nave con ábside semicircular, torre y galería porticada de  dos tramos de cuatro y seis arcos separados por el ingreso, con rica estructura de tres arquivoltas, la inferior polilobulada. Las columnas dobles que soportan los arcos presentan una serie de capiteles de magnífica factura. Entre los capiteles contamos con el capitel de machos cabríos rampantes y otro con la lucha entre un guerrero y un animal demoniaco. También magnífico es el de las maléficas ocho arpías de extraordinaria factura, escenas neotestamentarias del Ciclo de la Navidad, de la Encarnación, la Visitación, el Nacimiento, la Adoración de los pastores y la Epifanía de los Reyes Magos.

La exuberancia decorativa continúa en la cornisa de la galería con un amplio conjunto de canecillos y metopas que aluden a la forma de vida de la época: faenas agrícolas y ganaderas, actividades artesanas, cacerías, situaciones cotidianas, etc., de una sociedad austera y ligada a la tierra y a sus tradiciones, además animales fabulosos del bestiario medieval: centauros, arpías, grifos, etc.

        Capiteles y canecillos de la iglesia de Duratón

Los cuatro capiteles de la portada meridional representan grifos, entrelazos, sirena con doble cola o cetrería. Otra puerta más pequeña y peor conservada hallamos en el hastial occidental, con capiteles gastados en los que se aprecian aves y arpías.

A su interior no pudimos entrar por estar cerrada, pero aun así la visita mereció la pena.

       Ábside y necrópolis de Duratón

Junto a ella se encuentra la necrópolis visigoda, una serie de tumbas excavadas en roca. Excavada entre 1942 y 1943 por Antonio Molinero Pérez, con sus 666 enterramientos y magníficos ajuares, con un total de 144 broches de cinturón y 227 fíbulas, aparte de numerosos collares, pendientes, anillos, brazaletes, hebillas, amuletos, cerámicas monedas, además de bastantes romanas de bronce y algunas de plata, se han encontrado dos sueldos y un tremís, de oro, acuñados a nombre del emperador Anastasio, en unión de dos broches de cinturón de tipo bizantino". (En la actualidad se encuentra este material en el Museo de Segovia) Según los expertos  es una de las mayores y más significativas necrópolis visigodas de España.

             Necrópolis Duratón

Pasando la necrópolis sale el camino que nos conduce a Confluenta, la ciudad romana. citada  solamente en  un texto del autor griego Ptolomeo (2.5.55N) en el s. II d. C., que la cita como pólis entre los arévacos. El centro urbano de esta civitas se localizaba probablemente en el actual yacimiento arqueológico de Los Mercados. De acuerdo con las investigaciones arqueológicas desarrolladas en el lugar, la ciudad de Confluentia debió surgir como fundación romana ex novo a inicios del s. I a. C. en el llano de Los Mercados, fruto de una decisión política romana tomada durante la IV Guerra Celtibérica (104-92 a. C.) La ciudad se ubica en una meseta situada junto a la confluencia de los ríos Duratón y Serrano. Sus restos se extienden por una superficie de entre 50 y 60 hectáreas. Dentro del recinto urbano se conocen los restos de varios edificios. El edificio más significativo conservado en el yacimiento es el recinto de Las Paredes, donde se ha identificado un forum pecuarium-campus, situado en el extremo oriental de la ciudad. Se trata de un gran recinto cuadrado cerrado por un muro de 2,1 m de altura y de 150 m de lado. Fue construido en el s. I o II d. C. En este tipo de espacios se celebraban mercados de ganado, ferias y mercados locales de frecuencia periódica, mercados regionales estacionales, y actividades lúdicas y de esparcimiento de la ciudad, con importante componente religioso. Confluentia  se convirtiera solo progresivamente en una aldea a partir del s. V d. C., como consecuencia de la desestructuración general de Roma en Hispania.

Solo pudimos realizar unas pocas fotografías desde fuera del recinto al estar vallado por obras.

Recomendamos la visita a Duratón a los viajeros, pero sobre todo a los amantes del  arte románico.

QUÉ VER EN SAN FRUTOS Y LAS HOCES DEL DURATÓN (SEGOVIA)

QUÉ VER EN SAN FRUTOS Y  LAS HOCES DEL DURATÓN

Hemos visitado las Hoces del río Duratón en un fin de semana del mes de febrero con buen tiempo y sin la masificación de visitantes que suele ocurrir en la época estival. Hemos partido desde  Sepúlveda, localidad ideal para recorrer hasta nuestro destino que era la ermita de San Frutos.

             Sepúlveda es buen lugar para iniciar la visita a las Hoces del Duratón

Decir que Sepúlveda es uno de los pueblos más bonitos de España, título que lo tiene ganado de sobra, ya que cuenta con monumentos románicos excepcionales, una gastronomía exquisita, una arquitectura tradicional con soportales y casas con entramados, casonas palaciegas, mucha historia y un entorno natural espectacular.

Un poco de historia.

Estamos en el Parque Natural de las Hoces del Río Duratón. Una declaración que le otorgo la Junta de Castilla y León en 1989. El parque ocupa una superficie de 5037 hectáreas que se extiende en terrenos de los municipios de Sepúlveda, Sebúlcor y Carrascal del Río, todos de la provincia de Segovia. Las hoces del río Duratón fueron clasificadas como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) quedando integradas en la Red Natura 2000 en abril de 1991 y se declararon como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) en enero de 1998. El río en su tramo medio forma las famosas hoces y meandros excavados en la roca caliza que en algún tramo alcanzan los 100 metros de altura. Parte del cañón está inundado por las aguas de la  presa de Burgomillodo.

           Las espectaculares hoces del Duratón no te dejan indiferente

Nos vamos de ruta.

En la ruta nos ha acompañado un agente forestal después de visitar la Casa del Parque situada en Sepúlveda que se ubica en la iglesia románica de Santiago. Es de una sola nave rectangular, tiene un ábside de cuarto de esfera de estilo mozárabe, de ladrillo con doble arquería y figuras geométricas. Cuenta con una cripta subterránea con tumbas del siglo X. En este espacio se enseña la geología de las hoces, su fauna y su naturaleza. También elementos singulares de la villa de Sepúlveda, así como antiguos oficios. Muy recomendable su visita.

            La Casa del Parque se sitúa en una iglesia románica convertida en museo

Desde Sepúlveda nos hemos desplazado en coche hasta la localidad de Villaseca, donde hemos tomado un cruce indicados de la ermita de San Frutos. El camino es de tierra hasta llegar al aparcamiento habilitado junto al mirador. Desde allí hay que ir andando. Las vistas son impresionantes desde el mirador. Al fondo un mar de pinos en el horizonte, y abajo el cañón de las hoces. Sobrevolando el paisaje numerosos buitres leonados adornan el cielo. Desde aquí ya se ve la ermita a lo lejos.

La vista de San Frutos y el paisaje desde el mirador

La caminata hasta San Frutos es fácil y placentera, deteniéndonos en varios sitios para contemplar el paisaje, que alrededor de las hoces está lleno de manchas de sabinas y enebros. Nos acercamos a la ermita, la imagen es de postal. Situada en una península que forma un meandro, las vistas a los lados te impresiona de lo que ha hecho  la naturaleza en un proceso de millones de años. Para acceder a la ermita hay que atravesar un puente de piedra (1757) salvando una gran grieta en la roca, llamada “cuchillada de San Frutos”, pues según la leyenda fue el Santo el que la hizo con su báculo para salvar a un grupo de cristianos perseguido por los moros.

 . La llegada a San Frutos es espectacular

Es de estilo románico rodeada de otros edificios posteriores en estado de ruina. La ermita se construyó sobre una pequeña iglesia erigida por el abad Fortún, después de la donación de Alfonso VI de este priorato al monasterio de Santo Domingo de Silos en 1076.  Al interior no entramos al estar cerrada, pero nos contaron que bajo el altar se encuentra la piedra cuadrada o sillar y, cuenta la leyenda, si das tres vueltas gateando al sillar por un angosto pasadizo nunca padecerás hernia (a este rito se le llama “pasar por la piedra del santo”).

Al interior de la ermita no pudimos entrar al estar cerrada pero su exterior ya merece la pena por si misma y las vistas impresionantes

                            Tumbas antropomorfas de la necrópolis visigoda en San Frutos

Un lugar que si te gusta la naturaleza y el arte no te puedes perder. Es un lugar único en la geografía española.

Para más información en la web del parque pinchar aquí.