ISMAEL PEÑA NOS ABRE LAS PUERTAS DE SU CASA-MUSEO
Hay
una generación en España que en su infancia creció con el programa de
televisión LA BANDA DE MIRLITÓN. (Si escucháis el video de abajo os resultará
conocido). Muchos nos sentábamos los sábados por la mañana delante de la tele
en blanco y negro en los años 70 para disfrutar de su música y las anécdotas de
los pueblos por los que había pasado para recuperar esos cantos y
tradiciones. Y ha sido un placer que
Ismael Peña nos haya invitado a su casa para charlar con él y enseñarnos sus colecciones, porque la vida Ismael es por sí misma un museo.
Pero empecemos por el principio y como salió la ocasión de la visita. Cómo muchos ya sabéis mi compañera Mayka tiene una página de Facebook, LOS VIDEOS DE MAYKA, en la que pone videos antiguos conseguidos de varios archivos nacionales y extranjeros y que cuenta con más de 200.000 seguidores. Lo cierto que es una máquina para recuperar esos archivos, muchos de ellos sin editar, y que ella si lo hace. Pues bien, en una ocasión puso un video de Ismael de un archivo nacional que al verlo él se sorprendió ya que él pensaba que no existía. Enseguida se puso en contacto con Mayka. (No era la primara ni la última vez que artistas, investigadores o las propias cadenas de televisión se ponen en contacto para solicitarla videos). Pero vamos a lo que interesa ahora. Después del primer contacto siguieron otros, y se habló de las colecciones que atesora y sus vivencias a lo largo de su vida, resultando ser muy interesante y le pedimos permiso para darlo a conocer, hasta que aprovechando un viaje a la tierra natal de Mayka, acordamos en pasarnos por la casa de Ismael Peña
ESTERIORES DE LA CASA DE ISMAEL PEÑA
Ismael Peña vive en una finca en un pueblo cercano a Madrid, del que no damos su nombre
para respetar su intimidad y privacidad. El lugar es precioso, muy bien
cuidado, con una casa principal y otras tres que son donde atesora sus
colecciones. Sí, colecciones, que dan para varios museos, y que lamentablemente
ninguna institución se hace cargo de ellas para ser expuestas. Porque como dice
Ismael Peña, si no se dan a conocer y que el público las contemple, no vale para
nada todo el esfuerzo acumulado durante muchos años en adquirir todos esos
objetos, que de otra forma quizás se hubiesen perdido.
Ismael cuando actuaba en televisión
A Ismael Peña se le ha calificado en muchas ocasiones como folclorista, definición que a él
no le agrada del todo, él se define como recuperador de tradiciones, de
recuperar nuestros orígenes, de “volver al pueblo”. Y Ismael tiene grabado en
la memoria sus orígenes humildes, nació en 1936 en Torreadrada, de su infancia en un pueblo segoviano donde no
había agua corriente ni luz, donde llegó con su madre, maestra represaliada por
la dictadura, donde no había juguetes y
las penurias por sobrevivir le marcaron para siempre. De esa infancia tan
austera le vino el vicio, cuando pudo, de “acumular piezas” que representen la
esencia del ser humano. Por ello no es de extrañar que entre sus primeras
colecciones que empezó a adquirir fuesen los juguetes de niños, los que él
nunca tuvo. Hoy guarda más de 2.700 juguetes de todas las épocas y de todos los
estilos, antiguos, de madera, de chapa, de cartón, de trapo, grandes, pequeños, de niño, de niña. Para los que llevamos un niño
dentro se nos ponen los pelos de punta al contemplar dicha colección que abarca
desde el siglo XIX hasta 1950.
Juguetes de la colección. La mayoría está en cajas ordenadas y catalogadas.
Pero
volvamos a la vida de Ismael Peña. De aquella Catilla lo primero que aprendió fue su
música y se interesó por aprenderla. Pronto aprendió a tocar la guitarra y se
compró un laúd y al poco tiempo formó una rondalla. Llegó un momento que una tuna lo llamó para ir
de gira a la localidad francesa de Niza, el les contestó que sí, pero con la
condición de que él se quedaba en Francia, no volvería a España. Ya en el país
galo pasó muchas penurias, tocando en plazas y bares para poder subsistir y
poder llegar a París donde le esperaba su amigo, el pintor Eduardo Arroyo que
lo alojó y ayudó mucho en su estancia.
Allí prosperó, grabó discos, ganándose una buena reputación. Actuó en muchos locales e incluso asistió a la
inauguración de la televisión en color del canal francés junto a Dalí, siendo
los dos los protagonistas del acto. En Francia estuvo varios años, donde era considerado un gran artista.
A su vuelta a España, donde tiene gravados varios discos, alguno musicó con
poemas de la generación del 27, lo
primero que echó en falta fue el vacío cultural, la falta de espacios donde
mostrar al público cosas tan importantes como un museo de la música, o de
tradiciones nacionales. Hoy en día España es el único país de Europa que no lo
tiene, recalca.
En 1974, estrena en TVE el programa “La Banda de Mirliton”, con mucho éxito durante cinco años. Nos cuenta Ismael Peña, que tuvo que organizar el primer programa con cuatro días de antelación. Como el programa era en horario infantil se le ocurrió montar una banda, y con eso atrajo la atención infantil.
Recorte de prensa de La Banda del Mirlitón
Ismael Peña recorrió España y de cada lugar se llevaba un recuerdo, de cada pueblo su propia esencia, y de todo aquello acumuló más de mil instrumentos musicales de todo tipo y lugares, muchos de ellos antiguos y ya en desuso. Es la colección que con más cariño guarda, ya que muchos aún los toca y son los que han llenado su vida. En más de una ocasión ha ofrecido esta colección a instituciones, dando la callada por respuesta. Según sus palabras, la cultura sigue sin interesar a los políticos, que son los que la “gestionan”. Una colección que si tuvo suerte fue la de 500 marionetas que fueron a parar al Museo del Títere en Cádiz, inaugurado en 2012.
Museo de Títeres de Cádiz, donde fue a parar la colección de Ismael
Pero
no acaban aquí las colecciones, de un edificio pasamos a otro, de una sala a
otra, no tiene fin el “museo” de Ismael Peña.
Entramos donde guarda trajes regionales de prácticamente toda España,
antiguos, originales, espléndidos, con todo tipo de detalles guardados con mimo.
Cientos de capas castellanas, casullas, mantones, mantillas, etc. Junto a estos una colección
de vestidos de alta costura, de los modistos más famosos y trajes que han
vestido grandes artistas del cante español.
La colección de trajes y vestidos es impresionante. No creo que en España se conserve tal cantidad y también conservados.
Otro de los tesoros que guarda en otro edificio son los utensilios de los oficios más tradicionales, como zapateros, carpinteros, panaderos, pastores, etc. todo bien ordenado y guardado en cajas, por si algún día hay que hacer una exposición. Porque de eso vive ahora nuestro anfitrión, de realizar exposiciones y conferencias para dar a conocer su patrimonio, que es el nuestro, el de todos, y que los tiempos modernos han llevado al olvido.
Ismael sabe lo que contiene cada caja y la historia de cada objeto.Cada objeto ha sido fotografiado y catalogado. Una labor de años.
Otra colección
de la que presume es la de 700 encajes y 600 bordados, algunos del siglo XVII.
Una maravilla de filigranas con hilo que nuestras abuelas hacían para lucirlos
en los días de fiesta. Ismael los conserva en perfecto estado, varios
enmarcados, otros guardados como oro en paño.
Los encajes y bordados es otra de las grandes colecciones
Vemos
cajas por todos los edificios, cajas con mil castañuelas, cajas con cien
botijos pintados a mano por otros tantos artistas, como Dalí, Sempere, Canogar,
Úrculo, López, … Porque su relación con artistas ha sido muy fructuosa y de
gran amistad, prueba es la gran colección de cuadros de varios de ellos. De
Dalí habla con los ojos brillantes, por la gran amistad que los unió. Tiene
grandes recuerdos y entre un cuadro del artista atesora una lámina que pintó jugando
con su nombre y el de Dalí, firmado en 1971.
Botijo pintado por Forges
Pintura de Dalí en la que juega con los nombres de Ismael y el suyo propio
Y por
si fuese poco guarda el legado de la poetisa Gloria Fuertes. Se lo dejó todo a
él. De ella dice que “era maravillosamente insoportable, como una niña adorable
e ingenua”. Para él escribió la famosa canción “Donde vas Carpintero”.
La gran amistad que los unía fue la causa de que la poeta le legara todos sus objetos personales
Pero
su casa guarda muchas cosas más, cuadros de artistas, láminas dedicadas y
firmadas por escritores y pintores, objetos de muchos de sus viajes, figuras, iconos pintados por el propio
Ismael Peña, muebles de otras épocas, retratos suyos, fotografías con personajes
ilustres, etc. No te cansas de mirar cada rincón.
Cuadro de Dalí.
Ante un retrato que le pinto Luis Eduardo Aute.
Nosotros
hemos disfrutado mucho más de lo que te imaginas de la visita, pero sobre todo de tu amabilidad, tu simpatía y
el cariño que nos has demostrado al enseñarnos tus posesiones. Te deseamos que
se vea cumplido el MUSEO ISMAEL PEÑA, si no, muchos Museos Ismael Peña. La
cultura de este país tiene una deuda contigo.
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