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domingo, 28 de junio de 2020

EL MULADAR DE OCECA (HUERTA DE REY) BURGOS

EL MULADAR DE OCECA (HUERTA DE REY) BURGOS

El muladar es una zona acondicionada específicamente donde se depositan los cadáveres de los animales muertos, principalmente de los animales de ganadería con el fin de servir de alimento a las aves carroñeras o necrófagas. Es decir, la forma natural de hacer desaparecer ese ganado y además de servir para alimento en épocas de escasez. Los muladares también han servido para la recuperación y conservación de éste tipo de aves, siendo la principal fuente de alimentación.




En Huerta de Rey existe  el muladar de Oceca, sito en el paraje del mismo nombre, a poca distancia del pueblo. Para llegar a Huerta se coge la N-234 y después el desvío de la carretera que comunica con Aranda de Duero.

Se accede al muladar desde el mismo pueblo, a una distancia de menos de un kilómetro,  por la carretera que se dirige a la población soriana de Espejón. Al llegar a la ermita de San Roque se coge el camino a mano izquierda, que nos lleva hasta el Muladar. No hay perdida, ya que desde la distancia se ven las rocas con las manchas blancas de las deposiciones de los buitres que estos dejan cuando están posados en ellas.  


OCECA

Desde un mirador, instalado a tal efecto, se puede contemplar a más  de doscientos buitres leonados, buitres  negros, milanos, cuervos  y algún alimoche dando suelta a su  instinto carroñero cuando se les arroja los animales muertos. Si se tiene la suerte de que algún ganadero haya depositado ganado muerto el espectáculo es para no olvidar.  Contemplar su jerarquía a la hora de ocupar los puestos o la lucha por ocupar el mejor lugar, o desalojar a los cuervos inoportunos que ocupan un sitio en el cadáver,  es un espectáculo digno de ver. Verlos llegar con su planeo en el cielo no te dejará distraerte ni un instante. Y no te preocupes si ese día no les han echado comida, porque verlos en los riscos e iniciar el vuelo y pasarte a escasos metros, ver como cogen altura con las térmicas y realizar los ascensos en vuelos circulares,  también es impresionante. Y posiblemente, en los campos de cultivo cercanos puedas ver algún corzo dando cuenta de los brotes verdes.







Un placer para los amantes de la naturaleza y también para los curiosos que les gusta ver cosas que no se ven todos los días y en todos los sitios.











Cualquier época del año es buena para disfrutar de éste espectáculo. No te olvides de llevar una cámara fotográfica y si tienes a mano, unos prismáticos. Lo agradecerás.

jueves, 25 de junio de 2020

DOLMEN DE CUBILLEJO DE LARA O MAZARIEGOS (BURGOS)

DOLMEN DE CUBILLEJO DE LARA O MAZARIEGOS (BURGOS)



(El título de entrada hace alusión a la disputa que se mantiene por su ubicación. Los tribunales no acabaron de decidir y Patrimonio decidió que se siguiese llamando “Dolmen de Cubillejo de Lara”)

Visitamos el dolmen más al sur de la provincia de Burgos. Para llegar  a él hay que ir por  la N-234 y al llegar al despoblado de Mazariegos coger el camino, frente al despoblado, que se dirige a una cantera. Por ese camino a un Km. nos encontramos el túmulo. El tramo no es acto para todos los vehículos, por lo que mi consejo es ir andando. No tiene perdida. También se puede acceder por el pueblo de Cubillejo de Lara. Para ello  habrá que ir hasta Cuevas de San Clemente y coger la carretera a Cubillo del Cesar. Tras dejar esta última población llegamos a Cubillejo de Lara. Desde ahí una señal de madera nos indica a mano derecha la ruta a seguir. Es un camino de concentración, en buen estado.

El túmulo es fácil de distinguir, se ha despojado de grandes maleza el entorno y su derredor está sembrado de lirios. El dolmen de Cubillejo o Mazariegos es del tipo “sepulcro de corredor”, es decir, un corredor con cámara funeraria al fondo.

                                                                                  Vista general del dolmen

                                                                                Mayka dentro de la cámara funeraria



Éste dolmen ya era conocido por los lugareños desde tiempos inmemoriales, ya que el lugar y la morfología del túmulo despertaba cierta magia entre los vecinos, no en vano el lugar es conocido como “Dominustecum”. Otra circunstancia era que por éste lugar pasaba la Cañada Real de las Merinas. Pero no fue hasta el año 1970 cuando se realizaron las primeras excavaciones arqueológicas, aunque los furtivos ya se habían fijado en él.

                                                                                   Entrada a la cámara funeraria

Lo que hoy contemplamos es el trabajo de dicha excavación, donde dejaron al descubierto las losas de piedra del dolmen. En su origen, estas losas de piedra, en su conjunto, estarían cubiertas por completo, por otras  losas en el corredor y por un entramado de madera y piedra recubierta de tierra en la cámara funeraria. Todo el conjunto  se cubriría con más tierra, lo que formaría el gran túmulo.

Cámara funeraria

El corredor tiene una longitud de 10,5 m. y una anchura de 1,5m. con seis lajas cada pared.  La cámara, de forma circular, tiene algo más de 6m. de diámetro, compuesta por diez losas, alguna de ellas de más de dos metros de altura. El peso puede superar la tonelada. Son de piedra caliza de la zona y algún conglomerado.

Lo que más destaca del dolmen, y que casi lo hace único en Burgos, son los petroglifos grabados en una de sus losas. (Digo casi único porque el dolmen de Huidobro también los tiene. Pero de él hablaremos en otro artículo).

Los grabados son esquemáticos y representan a dos caballos y otro de difícil interpretación en forma ramiforme. Lamentablemente al estar a la intemperie se están deteriorando. Se encuentran en la última losa antes de entrar a la cámara a mano derecha.


Petroglifos

Imágen de los grabados en superposición de las capas ráster. (Fabián Ledo Fernández)

Durante su excavación se encontraron los restos de cuatro individuos con un pequeño ajuar funerario, compuesto por cerámica, puntas de sílex, dos cuentas de collar, entre otros pequeños restos. Ya dijimos que los furtivos se ocuparon de su expolio mucho antes. Los restos encontrados junto a una maqueta del dolmen se pueden contemplar en el Museo de Burgos.

Una característica de éste túmulo es su orientación, puesto que cada solsticio de invierno, el sol del amanecer ilumina el corredor acabando en la cámara funeraria.

Ya sabes, si te gusta lo mágico o el misterioso, no puedes dejar de visitar éste lugar.

SI VIAJAS POR TIERRA DE LARA, LA RIBERA DEL DUERO Y LA SIERRA BURGALESA  TE ESPERAMOS EN HUERTA DE REY. EN HOSTAL CAMINO DEL CID ADEMÁS TE INFORMAREMOS DE TODOS LOS SITIOS DE INTERÉS

QUINTANILLA DE LAS VIÑAS (BURGOS)

LA JOYA VISIGÓTICA DE QUINTANILLA DE LAS VIÑAS



Nos dirigimos a la zona de Lara, las tierras que vieron nacer a Fernán González, el primer conde de Castilla. Son extensos campos cargados de historia. Por aquí pasaron tribus celtas, los romanos y los visigodos. Y de la impronta que dejaron éstos últimos vamos a visitar, la ermita de Quintanilla de las Viñas.

Tomamos la N-234, conocida como carretera de Soria, y a la altura del Km 459 nos encontramos el cruce que señala la población. Andamos cerca de 5 Km para llegar al pueblo. Imponente la vista de la Peña de Lara sobre las casas de tejados rojos y calles estrechas. Pasamos un lavadero y tomamos el camino hacia el este. La señal indica la dirección de la ermita. Tras un corto paseo llegamos al lugar. Aún recuerdo la primera vez que visité este lugar, allá por el año 1988, cuando las visitas eran guiadas por Jesús Vicario, hombre afable y entusiasta por enseñar toda la zona, no solo la ermita. Hablar con él era aprender lo que no estaba escrito, pues no era hombre de estudios, como él decía, su sabiduría se la había aprendido de escuchar a los entendidos y por su cuenta explorar el terreno. Después de 50 años como celador de la ermita su experiencia era de académico. En mi librería tengo el libro que escribió, acompañado de F. Valentín de la Cruz, y que de su mano me dedicó unas palabras. “Vicente un enamorado del arte”



                               Vista exterior                                                                              Dedicatiria de D. Jesús en su libro

Pero pasemos a hablar del templo. Las primeras noticias de él la situaban de origen mozárabe y declarada  Monumento Nacional en 1929. Su construcción se remonta a finales del siglo VII, siendo una basílica en forma de cruz latina. Hoy en día solo se conserva la capilla mayor, estando formada por un ábside rectangular y el transepto. Ya no está D. Jesús para guiarte, pero sigue con entusiasmo otro joven en la misma labor. Hay que señalar que la visita es gratuita.



Vista exterior de la ermita
                                                                       

Como ya se dijo anteriormente, de aquella gran basílica solo queda en pie una parte de ella, pero a sus pies se pueden ver los cimientos de lo que sería en sus orígenes y que el paso del tiempo ha contribuido a su perdida. Aún se puede observar varias tumbas  cavadas en el lecho de roca que algunos quisieron ver como el enterramiento de los padres de Fernán González, D. Gonzalo y Dña. Muñadona.  Lo primero que llama la atención es el bello tallado de sus piedras en todo el contorno de la ermita. Plantas y animales exóticos e imaginarios recubren los muros. Hay también inscripciones:   Las letras F, A, N. L en una piedra, en otra: A,A,N,L y el otra: F,R,N,C. sin que se sepa a ciencia cierta que significan. Pero lo que más predomina son los racimos de uvas colgando de las viñas, de ahí el nombre de la ermita. El paso del tiempo no ha borrado la exquisitez de su tallado en las piedras de sillería.





                                                                                     Exterior de la ermita

A su interior se pasa por una pequeña puerta de escasa altura, adornada por un friso tallado con los mismos adornos que encontramos en las demás paredes. Adentro nos encontramos con lo que fue el crucero y el arco de entrada al ábside. Es un arco de herradura de un trazado perfecto, hermoso. La parte frontal está decorada con racimos de uvas, hojas y aves en número total de 16. En los capiteles que soportan el arco nos encontramos representaciones humanas y unas inscripciones: “LA HUMILDE FLAMMOLA OFRECE ESTE HUMILDE OBSEQUIO”  (traducido al castellano.).  El de la derecha representa al sol, como símbolo de Cristo, con dos ángeles alados a los lados. El de la izquierda, incompleto, representa a la luna, como símbolo de la iglesia.  En el muro sobre el arco vemos otro bloque con un Cristo Pantocrátor. Otros dos grandes bloques de piedra se encuentran depositados dentro del ábside. En uno de ellos un personaje con corona sostiene una cruz, rodeado de dos ángeles. En el otro bloque dos ángeles escoltan a otro personaje con túnica. Otros dos más pequeños representan a dos personajes. Se da la circunstancia que éstos fueron robados en el año 2004, siendo recuperados en casa de un millonario inglés en 2019. Tras su recuperación fueron depositados en el Museo de Burgos y tras una sentencia volverán a la ermita. Yo cuando la visité por última vez a finales de diciembre de 2019 aún no estaban. Nos conformamos con contemplar unas réplicas.





Es una visita que a nadie le deja indiferente. Muy recomendable.

A la salida el guía nos invita a un pequeño rincón, a pocos metros de distancia desde donde se realiza la foto más espectacular, la ermita con la peña de Lara al fondo. Todo un acierto.



Nos vamos, pero seguro que volveremos.

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martes, 23 de junio de 2020

DE RUTA POR ORILLARES, GUIJOSA Y QUINTANILLA PEDRO NUÑO (SORIA)

ORILLARES, GUIJOSA Y QUINTANILLA PEDRO NUÑO (SORIA)

                                                       Cueva de la Hoz (Orillares)

Nos dirigimos  a las pedanías de Espeja de San Marcelino,  unos pequeños pueblos de la Sierra del Noroeste Soriano. Sus nombre: Orillares, Guijosa y Quintanilla Pedro Nuño.  Para llegar  desde Soria se toma la N-234, dirección Burgos hasta San Leonardo de Yagüe, y de allí cogemos la SO-934 que nos llevará hasta el pueblo de Muñecas, donde nos desviamos  por otra carretera, (SO-P-5111) hasta Orillares pasando por Santa María de las Hoyas. Desde Burgos cogemos la  N-234, pasando Salas de los Infantes, a unos doce Km. se coge el cruce a mano derecha que indica Huerta de Rey. Una vez en este último pueblo se coge carretera La Hinojosa que nos lleva a  Orillares pasando por  Espeja de San Marcelino.



Orillares

Recorremos el pueblo de Orillares, cuyo nombre proviene de “Ororafes”, así citado en el Becerro de las Behetrías en 1352, con el significado de “lugar de orillas”. Los pocos vecinos, menos de treinta, están dedicados a sus cosas cotidianas. Nos detenemos a ver la pequeña iglesia, sin un estilo definido. Tiene un anejo donde se guarda una antigua bomba manual contra incendios, muy curiosa para los que nunca hayan visto ninguna.










                                                       Cueva de la Hoz (Orillares)



                                                                                   El Troll de la Hoz. Guardián de las cuevas


Pero si la visita merece la pena es por el paraje de las Cuevas de la Hoz, un pequeño y espectacular cañón formado por el río Pilde. Para acceder desde el mismo pueblo cogemos un camino a mano derecha nada más pasar por el lavadero. Este nos lleva directos al cañón. El paisaje es espectacular y sobre las rocas se puede observar numerosos buitres. En las laderas predominan los enebros y sabinas. El paseo es fácil y placentero, paralelo al río Pilde. Pronto vemos el estrecho cañón y las cuevas y oquedades en las rocas. Lo más espectacular es la gran oquedad formada por el río a lo largo de millones de años. Las aguas circulan por dentro de las cuevas provocando un paisaje único. Parece mentira que este pequeño río, que en verano no lleva apenas agua, haya tallado este paisaje.  Después de contemplar el espectáculo el camino nos lleva adelante hasta la fuente de Las Mozas  y  un viejo molino junto a una tenada, cerca del puente Ledigo.  Al llegar al puente, donde nos encontramos un cruce de caminos, podemos tomar el de la mano derecha que nos lleva al pueblo por un cañón rodeado de enebros o si seguimos de frente nos vamos a visitar las ruinas del convento de Los Jerónimos, en el cercano pueblo de Guijosa.





                                                  Monasterio de los Jerónimos (Guijosa)

El camino es de concentración, con buen firme, y no dista mucha distancia. Enseguida se ve el hastial de lo que fue la iglesia. Este convento se fundó en 1401, sobre una ermita existente con anterioridad, donde al parecer ya residían los monjes. Parece ser que ya a finales  del siglo XIX, y tras la desamortización y abandono de los monjes, el convento era una ruina total, permaneciendo solamente la iglesia. El dato curioso es que esta iglesia fue demolida al finalizar la Guerra Civil por los propios vecinos del pueblo, ante el rumor de la vuelta de los monjes y con el temor de perder las tierras que habían ocupado los vecinos. La iglesia era de estilo gótico y el convento contó con dos claustros.  Ahora aquel esplendor lo ocupa un parque con mesas junto a la fuente original del convento.

De ruta  hacia Guijosa por el mismo camino de concentración,  llagamos a la carretera principal y de frente nos acercamos a la ermita de Nuestra Señora de la Concepción. Esta pequeña ermita de estilo románico data del siglo XII. Entre las características destaca su ábside cuadrada y las columnas de la portada, decorados con motivos mitológicos, uno de ellos un centauro.





Guijosa

Guijosa aparece en la documentación en 1352 como lugar de Behetrías. Su nombre derivaría de “lugar de Guijos”. La iglesia está muy reformada y destaca su campanario.

Seguidamente nos dirigimos al pueblo de Quintanilla Pedro Nuño por un camino parcelario que parte unos metros más debajo de la ermita.

Quintanilla es el más pequeño de los tres pueblos, con apenas 20 habitantes en invierno. Su iglesia está muy deteriorada, aunque conserva una bóveda de trazas románicas y una pila bautismal. Conservan varias tallas religiosas que posiblemente procedan del desaparecido convento de Los Jerónimos de Guijosa. Frente a la iglesia se contempla un rollo jurisdiccional que los vecinos rescataron del olvido hace unos años, ya que se encontraba enterrado. También hemos tenido la ocasión de contemplar un pequeño museo etnográfico que mantienen los vecinos en la sede cultural de “El Lagar”, lugar de ocio y esparcimiento que nos enseñaron unos vecinos muy amables encabezados por Elvira, siempre dispuesta a enseñar su pueblo.


Quintanilla Pedro Muño

Merece la pena visitar estos pueblos desconocidos para muchos, que seguro seréis recibidos como lo hemos sido nosotros y disfrutar de sus paisajes.

 

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