QUÉ VER EN UNA UNIVERSIDAD DE MERCADERES EN UN CONSULADO (BURGOS)

 

EL CONSULADO DEL MAR DE BURGOS

MUCHO QUÉ VER CON LA HISTORIA DE BURGOS

A muchos visitantes y viajeros que pasean por el precioso Espolón de Burgos, les sorprende el edificio neoclásico con una gran ancla en el frontis de su fachada  y se preguntan que hace ahí ese objeto marino, si la capital burgalesa no tiene mar. A poco que pregunten o se paren a leer un cartel expuesto junto a la puerta, sabrán que es el edificio donde se ubicó el Consulado del Mar de Burgos

Historia del Consulado del Mar 

Expliquemos un poco que era ese Consulado. El Consulado del Mar de Burgos fue una Institución creada por Isabel I de Castilla en 1494, donde operaba la Universidad de Mercaderes de Burgos. Se trataba de una asociación mercantil de comerciantes dedicados a la exportación de la lana castellana y a la importación de paños y telas procedentes de Flandes, congregando a un grupo de brillantes comerciantes burgaleses durante la Edad Moderna. Y durante el tiempo que estuvo en activo  supuso el “Siglo  de Oro” de Burgos, según los historiadores, esto es, hasta el año 1600 aproximadamente. Estos mercaderes  constituían una institución que les garantizaba el monopolio de su actividad y asegurado por la corona. Los comerciantes del Consulado canalizaban la producción ganadera, compraban la lana a los propietarios de rebaños meseteños, la dirigían hasta el Consulado desde donde era enviada a Laredo o Bilbao para exportarla a Flandes, en barcos organizados por el consorcio del Consulado. El Consulado también monopolizaba la entrada en Castilla de los textiles de Flandes. Todo el mercado estaba controlado por una serie de mercaderes, que aunque no pertenecían a la nobleza, ostentaron tanto poder como los otros, y junto a la iglesia propició la construcción de edificios y se realizasen obras por los mejores artistas de la época. 

En Burgos convivieron y trabajaron artistas de la talla de los Francisco de Colonia y Simon de Colonia, Diego Siloé, Felipe Bigarny, Juan de Vallejo y Cristóbal de Andino, entre otros. La ciudad necesitó de una pujante economía, una nobleza potente y unas influyentes y poderosas instituciones religiosas. Entre aquellos que propiciaron tan floreciente época, que fue especialmente protagonizada por los mercaderes que desde el Consulado del Mar dominaron en aquellas décadas el comercio con los puertos atlánticos. 

Viejo grabado donde se ve el Consulado del Mar en el Paseo del Espolón y al fondo la Catedral de Burgos

¿Y quién eran esas familias de comerciantes?  Sus nombres están esculpidos en piedra en numerosas capillas e iglesia de la capital burgalesa, Los Maluenda, Lerma, Polanco, Astudillo, Soria, de Castro, Salamanca, del Castillo y otros pocos que conformaban la Universidad de Mercaderes, todos ellos ilustres mercaderes reconocidos en Flandes y sobre todo en Brujas. En la Edad Media, el término "universidad", en general, designaba a una asociación de personas que han decidido agruparse para tener una mayor presencia y fuerza ante intereses y objetivos comunes. En principio esta “Universidad” estaba concebida como una especie de hermandad y cofradía como gran centro recolector de lanas, y así en las ordenanzas del Consulado de 1538 especifican que siempre fueron "la Universidad" y que eran una organización devota del Espíritu Santo. Esta hermandad o cofradía ya existía antes que el Consulado y se dedicaba a lo mismo, pero sin la protección Real. Ya desde un principio se habla del «prior y cónsules e mercaderos de la cofradía de la muy noble cibbad de Burgos, cabeza de Castilla».

El cargo de «prior» con su resonancia eclesiástica o monacal lo hallamos en diversas cofradías gremiales castellanas.

Entrada al Consulado del Mar

El precioso Paseo del Espolón, lugar donde se encuentra el edificio

Turismo

Tras largos años de decadencia se levantó el edificio actual  a finales del siglo XVIII.  Por el arquitecto zaragozano Manuel de Eraso  en 1794. El edificio se alza sobre el solar de la antigua muralla.  En el año 1796 el Real Consulado del Mar, entidad con una brillante historia que agrupó a los comerciantes burgaleses durante la Edad Moderna, creó la Academia Provincial de Dibujo, cuyo nombre en un principio fue Academia Patriótica de Dibujo. En sus salas se pueden contemplar exposiciones temporales a lo largo del año.

Inscripción a la entrada al Consulado

Pues ya lo sabéis, el edificio del ancla se refiere al  Consulado del Mar de Burgos, Un motivo más para hacer turismo en Burgos

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QUÉ VER EN HERREROS (SORIA)

 

HERREROS (SORIA)   EL PUEBLO DE LOS CHAVETOS CON MUCHO QUÉ VER

Historia de Herreros 

Aunque al principio de los tiempos su nombre era conocido como  “Amblau”, como lo atestiguan restos conservados en el Museo Numantino de Soria, cuando el pueblo fue repoblado por Alfonso I de Aragón, en el primer tercio del siglo XII, le fue impuesto el nombre de “Ferreros”, derivado del latín, y debido a que sus primeros colonos se dedicaban a las artes del hierro. De Ferreros, por simple cambio fonético, viene el nombre actual de Herreros. A los vecinos del pueblo se les apoda “Chavetos” por su remota historia  como trabajadores del metal.  Esta población perteneció a la Real Cabaña de Carreteros, y testigo de aquel pasado se conserva un potro antiguo de herrar.  Esta población nos disponemos a visitar situada a unos 500 m. de la N-234 y a 23 Km. de la capital soriana. Herreros es una pedanía perteneciente al municipio de CIDONES desde finales del siglo XX,  que ronda los 60 habitantes empadronados, que no todos viven todo el año, ya que según nos cuentan no son más de  20  los que pasan el invierno. Está situada en la llamada Soria Verde, rodeada de un gran bosque de robles y pinos y a tan solo 2 Km. del pantano de La Cuerda del Pozo, con la  playa de Peña Gamella. Al otro lado, en el sur,  la Sierra de Cabrejas es otro de los atractivos qué ver. 

Vistas de Herreros
Turismo

Este pueblo posee grandes maravillas escondidas debido a su situación geográfica, ya que las vistas que se pueden observar desde allí son simplemente singulares y fantásticas. Una maravilla que deberías ver si en algún momento tienes la ocasión de hacerlo. Herreros presenta en la práctica dos núcleos poblacionales, aglutinados en torno a la Plaza de San Sebastián, al norte, con construcciones la mayoría más modernas  y la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción y el Ayuntamiento, al sur, siendo esta última la de mayor actividad. Aquí, la arquitectura popular conserva elementos de valor ambiental, fuertemente integrados entre sí y en la trama en que se ubican .Se han producido algunas sustituciones o construcciones de nueva planta con soluciones arquitectónicas extrañas, aunque también se han rehabilitado con gusto otras.  

Construcciones y calles del pueblo

Los edificios de construcción tradicional están levantados en piedra arenisca en mampostería con refuerzos en esquinas, puertas y ventanas. Su personalidad refleja su austeridad, salvo en portadas, para distinguirlas de majadas y establos. Suele tener dos plantas y cubierta escasamente inclinada, aunque algunas veces se remata con un destacado alero que protege las fachadas. Un elemento destacado de la casa tradicional es la chimenea cónica, que aquí en una vivienda dicen que hay una que tiene más de 200 años, un buen ejemplo de chimenea serrana.  Las viviendas no guardan un orden en el trazado de las calles, lo que confiere un encanto especial. En  cada rincón te encuentras algo diferente. Edificios aledaños hemos encontrado varios,  seguro que alguno fuese en su tiempo una fragua, ya que se tienen noticias de haber contado hasta cinco en el pueblo. 

Lavadero y típicas chimeneas cónicas

El edificio que sobresale de entre los demás y que es su reclamo para el turismo de arte es la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción: edificio de sillería y sillarejo en cruz latina construido en el siglo XVI. La portada está protegida por un pórtico y la torre es cuadrada de tres tramos, el último para las campanas. El interior de la iglesia no lo pudimos visitar al estar cerrado. Según pone en un cartel a la entrada esta iglesia se restauró en la década de 1980. 

Iglesia de Herreros

Otros edificios religiosos son sus tres ermitas, todas ellas construidas en el siglo XVI, ubicadas en las tres entradas del pueblo. Una de ellas es la ermita de San Roque,  que  se encuentra a la entrada de Herreros por la ciudad de Soria, de planta rectangular, compuerta de entrada abovedada, atrio de entrada compuesto. 

Ermita de San Roque

Situada al este y en una mínima pendiente, acoge el día 16 de agosto la subasta de las roscas, las cuales son donadas por los fieles para ser subastadas ante la presencia de la Virgen y San Roque, en cuyo honor se celebran las fiestas patronales de Herreros. Está Restaurada. 

Ermita de San Andrés

En la entrada por Burgos se encuentra ubicada la ermita construida bajo la advocación de San Andrés,  edificio  actualmente en ruinas., con buen trabajo de cantería, de planta rectangular y puerta de entrada abovedada. Según reza en el letrero, esta ermita fue ocupada por soldados italianos durante la Guerra Civil como cuartel.  

Ruinas de la Ermita de San Andrés 

Y la tercera ermita es la de la Soledad que amparaba al visitante que se adentraba en el monte hacía el municipio de  Vinuesa.  De planta cuadrada, restaurada, amplio pórtico sustentado por barrocas columnas de piedra. Dos puertas gemelas de entrada, de amplias bóvedas de piedra.

Se tienen noticias de una saga de escultores, carpinteros, doradores en un taller en Herreros desde el año 1715, fundado por Juan Verde Mingote, y elaboradores de varios retablos. El taller cerró a principios del siglo XX a raíz del fallecimiento, el 26 de agosto de 1925, de Félix Andrés Romera, el último representante de este sólido entronque familiar.

Como cosas curiosas de Herreros, citar que durante el siglo XVII, el pueblo gozaba de fama de tener buenos curanderos.

Pero lo mejor es visitar la población y comprobar su encanto, realizar diferentes rutas, por ejemplo por la Vía Verde del ferrocarril Santander-Mediterráneo, ya que Herreros tuvo un apeadero importante. Un motivo más para hacer turismo

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QUÉ VER EN CIDONES. (SORIA)

 

CIDONES,  (SORIA)

EL PUEBLO DE LOS INDIANOS CON MUCHO QUÉ VER

Los viajeros que pasan por la N-234, en dirección Soria-Burgos o viceversa,  se habrán fijado en las casonas que a pie de carretera jalonan el pueblo de Cidones un lugar con mucho qué ver. 

Historia de Cidones

La historia de estos edificios data de finales del siglo XIX,  principios del  XX, cuando vecinos del pueblo se aventuraron a cruzar el charco y dirigirse a buscar fortuna a Argentina. No tendrían fácil su objetivo, ya que tuvieron que trabajar duro, muchos de ellos en tiendas de telas en Buenos Aires. Los que consiguieron fortuna quisieron beneficiar a su lugar natal, y aparte de edificar buenas mansiones,  realizaron obras como la traída  de aguas, la fuente  y la construcción del   lavadero, todo ello financiado por la Sociedad Filantrópica Hijos de Cidones en Argentina. Lo cierto que estas mansiones le dan al pueblo un encanto que para muchos otros pueblos quisieran. El pueblo tiene el encanto de los pueblos pequeños, pero con su propia historia

Casas de indianos

Turismo

En Cidones podemos contemplar  tipos de arquitectura muy característica y diferente. Por un lado tenemos las casas populares llamadas "pinariegas" cuyos materiales se alternan en piedra, mampostería, adobe y ladrillo en las que destacan sus vigas de madera vistas y sus chimeneas cónicas y las indianas, en  calles bien cuidadas que sortean las  de estilo colonial, junto a edificaciones modernas de los hijos que vuelven los fines de semana y en época estival, Se conserva un antiguo potro de herrar en un espacio verde.   

Ayuntamiento de Cidones

Vistas de Cidones

A Cidones no le faltan  atractivos. Se sitúa a los pies del Pico Frentes, en la Sierra de Cabrejas, Lugar de Interés Comunitario Sabinares Sierra de Cabrejas, al cual Cidones aporta el 27% de su término,  en su entorno el embalse de La Cuerda del Pozo, con su playa, sin olvidar las grandes masas de robles y pinos que circundan la población. Montes que propician una abundante caza. actividad que junto a la agricultura, ganadería y hostelería supone que Cidones apenas  ha sucumbido a la despoblación, ya que desde el año 1900 apenas ha variado en número de vecinos, rondando siempre los 300 empadronados, incluso aumentando en número en los últimos años. Hablando de habitantes los primeros debieron de ser los que vivían en un castro celtíbero encontrado en su término, aunque el origen de Cidones como lugar data de mediados del siglo XII, durante la época de repoblación y la consolidación de Castilla. Un dato curioso de Cidones es que a  la caída del Antiguo Régimen la localidad de constituye en municipio constitucional, entonces conocido como Cidones y Malluembre, desapareciendo el segundo nombre después y siendo ahora un despoblado. Actualmente el municipio cuenta con las pedanías de Villaverde del Monte, Herreros y Ocenilla, lugares también para hacer turismo.

Cidones con la Sierra de Cabrejas al fondo

El edificio que sobresale de los demás es su iglesia, bajo la advocación de San Miguel. Es un templo gótico de una nave con planta de cruz latina y ábside recto. Construida en fábrica de mampostería con refuerzo de sillarejo en las esquinas y ventanas. Ha sufrido varias modificaciones, como la actual puerta, acomodada entre dos contrafuertes sin ningún tipo de arcada. La torre contiene dos campanas, una fundida en 1846 y la otra en 1930. La portada está protegida por un pórtico y en  un sillar empotrado en un murete hay grabado un reloj de sol, siendo  posible que se trate de un ejemplar desubicado. En el remate bajo una cruz está grabada la siguiente inscripción: JESVS MARIA JOSE; y bajo el reloj: AVE MARIA. Al interior de la iglesia no pudimos entrar al estar cerrada. Hay otro edificio religioso, la ermita del Cristo de la Buena Muerte.

Iglesia de Cidones

Ermita Cristo de la Buena Muerte

La localidad llegó a contar con una estación de ferrocarril perteneciente a la línea Santander-Mediterráneo, que estuvo operativa entre 1929 y 1985. Hoy en día el trazado es una Vía Verde que se puede disfrutar en todo su trayecto. Otra alternativa para los más valientes es visitar el  Caño de la Mora, cueva situada frente a Cidones en la Sierra de Cabrejas de la que brota un manantial que antaño abastecía a la localidad. Es posible la práctica de la espeleología durante el verano, momento en que permanece seco el manantial.

Sus fiestas son el 3 de mayo; Fiesta de la Cruz, el 14 de septiembre; Fiesta del Cristo de la Buena Muerte y el 29 de septiembre en honor a San Miguel. Cidones forma parta de la Ruta Machadiana de Alvargonzález, que es una ruta turística y cultural basada la excursión que en 1910 realizó Machado a la zona de Pinares, y el poema La tierra de Alvargonzález compuesto por el poeta, pues fue desde Cidones, donde pernoctó, de donde partió el poeta camino de Pinares y la Laguna Negra.

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